Lo que al principio vi como una bendición se convirtió ahora en un conflicto desagradable.. a los pocos días de saber que estaba encinta, mi hermana comunicó lo propio, ¡Ella también esperaba su primer bebé!! y aunque al principio pensamos que nos había tocado una bendición tan grande de poder vivir algo tan maravilloso juntas, poco poco nos dimos cuenta que realmente se iba a convertir en un problema... no faltaron desde entonces las tan ODIOSAS comparaciones, "que si tu barriga está más grande", "que si estás más gorda que tu hermana (ojo que de paso ya el espejo era suficiente martirio!!!!), etc., etc., pero con el nacimiento fue peor. Tanta casualidad que si yo debía dar a luz primero... pues a mí se me atrazó el parto y a ella (mi hermana) adelantó, mi sobrina nació el 1 de marzo a las 15h00 y mi hija el 2 de marzo a las 09h00... tan solo unas horas las distanciaban en tan hermoso acontecimiento, lástima que ahora sean cosas más profundas...
Resulta que desde ese día, entre biberones, llantos colectivos que parecían de un par de gemelas, y los avatares de las madres primerizas, las cosas con mi hermana se empezaron a poner FEAS!!... Si ya desde la adolescencia y la adultez nos distanciamos, la forma de ver la vida y las decisiones sobre como criar a nuestras hijas fueron la gota que derramó el vaso.
Nuestra mamá decidió ayudarnos durante los primeros años de vida, cuidándolas durante el día mientras trabajábamos; obviamente el primer año transcurrió con discusiones no tan acaloradas sobre la crianza y no fue más... pero al cumplir el año y los meses que han seguido transcurriendo, al aprender a caminar, moverse y empezar a jugar entre ellas, empezaron los problemas. Mi hermana que es muy disciplinada (que se lo elogio obviamente) se fijó como meta criar a una hija intachable, digna de cualquier corte, de modales discretos, la cual con una sola mirada y un susurro al oído deja de lado cualquier berriche (ahora se que el susurro no era sino una amenaza de llevarle a un cuarto y darle una buena nalgada).
Yo por mi parte me propuse criar a una niña feliz, al principio no quería saber si era con disciplina o no, quería ver como se iban dando las cosas, pero lo que si tenía en la mente era que no quería una niña sumisa, sino un niña dispuesta a jugar hasta el cansancio, capaz de ver la vida con alegría.
Hace un par de semanas discutí con mi hermana del por qué no obligarles a los niños (menores a dos años obviamente) a acatar reglas que no entienden, yo me mantenía en que a un niño no se lo puede adiestrar como a un perrito y que sería eso el acostumbrarle a ciertos actos para que supuestamente sea educado si no entendía.. ella solo me respondí que no tenía nada de malo adiestrarles a algo si producía tan buenos efectos en su conducta.
Ahora me doy cuenta que esto no va a cambiar con mi hermana, pero en los últimos meses mi hija que al principio era sumisa a su prima, se empezó a defender, a tal punto que ahora es ella la que le teme. No me gusta que mi hija se ponga agresiva o que le manoteé a su prima por un juguete, y le repriendo y le indicó que no está bien, espero que mi sobrina también aprenda a defenderse como lo hacen todos los niños pero no ha sido así, y el resultado es que mi hermana ha decidido que mientras mi hija le de "esos manotazos" y yo no "aprenda a manejar mejor a mi hija" ellas no van a volver a verse.
Es un conflicto familiar que me ha causado mucha tristeza, en el medio están mi hija, mi sobrina a quien quiero mucho y mi mamá, que ya no sabe a quien dar la razón; (y la verdad en este momento ya ni se quién la tiene).
Si alguien tiene un consejo... les estaré eternamente agradecida