- Mié, 15 Jun 2011, 08:44
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Hola a todas.
Hace un siglo que no aparezco por aquí, solo muy de vez en cuando leo alguna cosa, pero nada más. Y hoy ha sido uno de esos días, en que he leido un poco y he encontrado este post, que me ha hecho pensar, reaccionar y volver a hablar con vosotras.
Es cierto todo lo que decís, cuando se pasa a ser cuatro cambian muchas cosas, y en nosotras sobre todo se produce un cambio tan grande que cuesta volver a lo que habiamos conseguido antes, y eso nos frustra y nos deja con un mal sabor de boca.
Yo si algo he constatado en estos años, es que la culpabilidad nunca me ha abandonado. Culpa por no atender al pequeño igual que a la mayor, culpa por no atender a la mayor igual que antes... culpa y miedo a fallarles. Pero Kim ha dicho una verdad muy grande, ellos tienen una bondad tan grande, que no lo ven como nosotras.
También puedo decir otra cosa, con el tiempo se aprende tambien a lidiar con estas situaciones, y a que ahora nuestro día a dia ya no es de tres personas, sino de cuatro, y se vuelven a recuperar los espacios de cada uno,sino totalmente, si en gran parte. La mayoría de vosotras teneis aun a vuestros hijos pequeños que son bebés aún, y por eso es dificil que ahora mismo podais estar de igual a igual con vuestros hijos. Un bebé siempre necesita mucha atencion, y esa época es dificil sin duda.
Pero despues, el bebé pasa a ser un niño, y ya la relacion con vuestros hijos va a ser distinta, mas parecida vuestro comportamiento con ambos, que no igual está claro, porque no hay dos niños iguales, porque no hay dos personas iguales, asi que siempre nos vamos a relacionar con ellos según su propia personalidad.
Pero se aprende a compaginar, se aprende a organizarse para dar su espacio a cada uno, se vuelve a recuperar esa complicidad con el mayor, esos ratos a solas... ese "nosotros"... eso todo puedo constatar tambien que se vuelve a recuperar.
Mis hijos ahora tienen 6 y 4 años, y os puedo asegurar que mi relacion con la mayor no se ha resquebrajado ni un ápice, que tenemos la misma complicidad, intimidad, y nuestros ratos de ella y yo, nuestras " cosas"... no hemos perdido nada.
En el camino... pues sí, hemos pasado ratos malos, cuando el pequeño empezaba a gatear, otra epoca terrible a los dos años del peque, e incluso ahora con cuatro está despertando el "niño travieso" que lleva dentro... y ponen a prueba mis nervios... pero se aprende a lidiar con ello.
Y sobre todo, lo que digo siempre... cualquier cosa que haya podido restarle yo con la llegada de su hermano... se ha visto compensada en mil con la complicidad de los dos, y con la relación suya, de ellos dos como hermanos, con esa unión que tienen.
Y ya no me enrollo mas, solo un abrazo para todas,aprovecho para deciros que siempre me acordaré de los buenos ratos que pasé por aquí, de la compañía y de la confianza que me disteis en los momentos en que yo tenía una niña de dos años y un bebé en casa, y de cuanto me ayudasteis. Eso por no hablar de aquellos desayunos con el parte nocturno de cada día.,...
Irene ( 25/01/2005 ) y Rubén ( 25/04/2007 )