Sentados su padre y yo en la arena, ella con el cubo buscando piedras y metiéndolas en él. De repente le pregunto: "Cuántas piedras tienes, cariño?" Y me dice: "Cuatro". Miramos mi marido y yo en el cubo y había cuatro Luego coge otra piedra y la mete en el cubo. Yo: "¿Y ahora cuántas tienes?" Y ella: "¡Cinco!"
Nos hemos quedado boquiabiertos. Pues eso, que si me lo permitís, quería fardar un poco de hija