Laia tiene 13 meses y está grandota y vivaracha, aunque todavía no se ha lanzado a caminar solita. Mi duda es que nunca sabemos si le damos suficiente cantidad de comida, porque a veces leo en el foro cantidades desaforadas para nosotros o veo a otras mamás con platos que me parecen descomunales.
Ella pasa el día con su padre y toma:
-hacia las 10 h 80/100 cc de mi leche con media galleta o cereal (cereales de El Granero Integral, que por cierto, son muy buenos, pero la dosis indicada en el paquete me queda absolutamente líquido, no sé si debería añadir más). No consigo sacarme más leche, y en todo caso Laia no quiere más. Y últimamente estoy dejando de sacarme y entonces toma leche entera de vaca (muy de vez en cuando, porque la restriñe un poco) o medio plátano chafado.
-a las 13 h, las papillas de su papá (carne con verduras, puré de patata y zanahoria, etc), unos 2/3 de taza de café con leche, que es lo que nos indicó la enfermera de pediatría (cuando lo guardamos en vasos Vía, cabe 150 cc más o menos). Se las toma bien, pero nunca quiere postre. La textura es de papilla densa, y aparte, para que mastique un poco, le da a la mano un pedacito de pan, o miguitas de jamón dulce o pollo.
-en la guarde, a las 16 h, le dan yogur o fruta, pero me dicen que es muy mala comedora y que nunca se toma más de la mitad (he visto los tazones y debe haber como 200 cc, una cantidad insólita para ella).
-a las 17 h entro yo en acción, la recojo de la guarde y a las 18 h llegamos a casa y le doy teta, aunque no siempre quiere porque le interesa más jugar. También cuando va en el cochecito le pongo a mano cachitos de frutas o galletas o pan, pero apenas les da una chupadita y lo tira.
-a las 20 h no preparo cena para mí porque sé que tendré sus sobras para cenar: ella toma 50 cc de sémola de maíz, o sopa de fideos, y algunas miguitas de pescado o de tortilla.
El caso es que se cansa enseguida de comer, y lo respetamos cuando dice que no quiere más (si le fuerzo a tomar una cucharada más, le dan arcadas). Pero mi madre se pone negra porque dice que deberíamos insistir (no consigo que lea a Carlos González). Y en la guardería a veces ni siquiera nos quieren cobrar la merienda porque no se la toma. Ella es la mayor de la clase de los bebés. Así que cuando veo que un pequeñín de 6 meses se toma todo el tazón, alucino, igual que cuando veo a un bebé tomar un bibe de 200. No sé cuánto dará mi teta, pero a Laia nunca le hemos puesto tal cantidad delante!!
Qué os parece? Otra cosa es que ya con su edad podría comer macarrones y otras cosas a cachitos, pero es que entonces se cansa todavía antes. Y a la hora de comer su padre siempre tiene prisa y no se puede entretener.
Gracias!