- Mié, 13 Abr 2011, 15:16
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Cuando un niño enferma, la vida cotidiana se interrumpe. La conciliación de la vida laboral y familiar se hace muy difícil y se invierten las prioridades. En la práctica, es como si los padres enfermáramos también porque debemos interrumpir nuestra actividad diaria para estar cerca de nuestro hijo.
El niño no puede acudir solo a su visita con el médico, no puede ir él solo a hacerse las pruebas porque un día hay que pincharle y otro debe someterse a una ecografía. La situación se complica cuando la enfermedad es grave, requiere cirugía o un largo tratamiento hospitalario. Al principio, todo el mundo se vuelca, incluso las empresas, pero después, según va pasando el tiempo, la sensibilización de las personas va cambiando y, en las familias en las que los dos progenitores trabajan, el estrés por la enfermedad del niño empieza a tener tintes dramáticos.
Los padres de hijos con cáncer o con cualquier otra enfermedad grave, que supusiese la hospitalización del niño, tenían que recurrir a argucias, como obtener falsas bajas por depresión o ansiedad, para poder estar con sus hijos y no perder sus ingresos. Y es que se calcula que los gastos de una familia aumentan entre 400 y 600 euros en concepto de medicinas, alimentación especial y transporte, desde el momento en que conocen que la enfermedad de su hijo requiere ingreso hospitalario.
Pero desde el pasado 1 de enero esta situación ha quedado regularizada. Unas 3.000 familias con hijos que padecen enfermedades graves podrán acogerse al nuevo subsidio temporal aprobado por el Gobierno, que regulará la situación laboral de estos padres gracias a la baja laboral por la enfermedad de su hijo y a la consiguiente ayuda económica del Estado.
La medida, pensada en un principio para los padres de niños con cáncer, se ampliará a cualquier otra enfermedad grave que requiera ingreso hospitalario. Esta prestación permite cubrir una baja total o una reducción de jornada para los padres que puedan compatibilizar su trabajo con el cuidado de su hijo en el hospital y no supondrá gasto alguno para las empresas, ya que el coste salarial es asumido por la Seguridad Social.
La Carta Europea de los Derechos del Niño Hospitalizado ya reconoce el derecho de los pequeños a estar con sus padres o tutores legales las 24 horas del día. Quedan aun muchos matices que deben perfilarse, pero al menos se ha dado un paso necesario.
La nueva prestación es un oasis en el desierto de la enfermedad, que permitirá no volver a pedirle a un padre que elija entre su trabajo y su hijo.