muelas, las últimas, le duelen, nada más llegar a casa quiere su chupe y su muñeco preferido... se lo doy, no le pongo más pegas aunque el chupe sólo lo usaba para dormir
hora de vestirse por la mañana... esto lo estamos llevando algo regular. Le cuesta y le cuesta... no quiere vestirse porque quiere jugar, mimos... es normal, pero los minutos corren en contra y tenemos que salir al final con nervios. Intento contarle un cuento o cantar mientras la visto, pero cuando ya no puedo más le digo que me voy. Llevo dos días que incluso abro la puerta de casa y hago como que me voy (ella se queda en su habitación y no lo ve). Cuando vuelvo al medio minuto ya se ha sentado en su cama y se ha puesto la camiseta por la cabeza. Es una táctica que no me gusta nada pero ya no sabía qué hacer. Además, un par de días acabé con algún grito y eso sí que no me lo perdono ¿Algún truco?
por mi parte: sentimiento de culpa cuando acabamos haciendo algo "por que sí". Sé que no le voy a crear un trauma por tan solo decirle que se tiene que vestir o que no hay más galletas porque vamos a cenar, pero siempre me queda el "come-come" de si lo estamos haciendo bien. Es una niña muy divertida, se ríe siempre, tímida, tranquila, se puede ir con ella a cualquier sitio y situación, ya da las gracias en muchas ocasiones... por eso me sabe tan mal que alguna vez tengamos que hacer las cosas "a las duras", aunque sea esporádicamente.
mamá!!!! es constante, no me deja hacer nada, ni ducharme. Estoy todo el día con ella (salvo las mañanas), la pongo a hacer cosas en la cocina conmigo, vamos al parque, jugamos y leemos cuentos... pero todo el día está con "mamá, ven!" Sé que para que luego sea independiente tiene que ser dependiente, pero a veces estoy algo saturada y cuando se mete en la cama... ufff, qué respiro