Esta mañana pataleta gorda de mi peque por no querer ir en la silla, llovía y si vamos andando con paraguas aunque el cole no está muy lejos, llegamos empapados. Luego , después de ir , el rato de dejar a Abril en la clase, y la vuelta, todo ello con la super pataleta de mi niño, parecía que llevase de todo menos un niño, en casa siguió; luego era porque le quité la chaqueta, después de bastante rato en su habitación pataleando, gritando y aporreando la puerta, cuando conseguí que se calmase, nos dimos un abrazo, le expliqué porque había q ir en la silla y quitarse la chaqueta en casa, nos dimos más abrazos, más te quieros, pero luego vuelta a lo mismo, y ahora sigue pataleando y llorando en la sala, el motivo ya es indiferente, va de uno a otro. Y aunque leo y leo sobre estas pataletas y que hay q tener paciencia y todo eso, lo paso fatal, me dan ganas de echarme a llorar, me pongo muy nerviosa y siento que se me va de las manos porque se me hace muy dificil, llega un momento que ya no sé que hacer para evitarlas o que se pasen lo antes posible.
Las mamis también necesitamos mimos, y más en estas ocasiones.