Hablo con él todo lo que puedo y más, le abrazo, me lo como a besos pero lo cierto es que: el embarazo me pesa y ya no juego con él como antes, me falla la paciencia por puro cansancio o por el malestar o por la preocupación.... Me pregunto cómo se siente: ¿creerá que le rehuyo? que he cambiado?
Estoy convencida de que se "huele" los próximos cambios, que se le vienen cambios encima y que los está absorbiendo, intentando ver qué o cómo hace con ellos.... Su profe dice que en clase no está tan participativo como de costumbre, que´también le nota más callado, más apagado.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!