- Mié, 19 Ene 2011, 23:02
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No he probado los de braguita y me resultaría cómodo ahora que la siento en elorinal, pero sean los que sean se le escapará el pipí igualemnte de tanto líquido.
Os comento como está la situación:
he conseguido unos 4 días que no tome nada de biberón para dormirse. A veces me lo pide, pero la despisto con otra cosa y le recuerdo que ya se bebió la leche como su hermanita, que ya es mayor y que es para bebés que no tienen dientes. Se conforma.
Otros días le he tenido que dar cuando ya se dormía porque no quiere estar dormida y se pone histérica. La dierencia es que no se toma ni la mitad, porque ya está casi dormida. de noche sigue igual, días mejores ( 3/4 despertares) y días horribles, constantemente. A veces la consigo calmar sin bibi, pero siempre le dura poco y si empieza a llorar o veo que se va a desvelar le doy.
Mi duda en estos momentos es la siguiente: para dormirse sigo como ahora o insisto si ya tiene los ojos cerrados en no darle aunque se desvele, la única manera de hacerle entendeer las cosas es cuando está despierta. El problema que tengo es que no tengo tanta fuerza de voluntad como con la primera, estoy mucho más cansada y no sé hasta que punto vale la pena intentar cambiar las cosas o esperar. Me he acostumbrado a esperar que duerma bien y cada día está más cerca, no? pero tanta leche de verdad que me preocupa. Otra cosa es que con bibi tarda 10 min. en dormirse y ahora alrededor de una hora, pero creo que es preferible así.
Vuestros consejos me animan a seguir. Parece mentira pero cuando fui madre primeriza no tuve ni tantos problemas ni tantas dudas y eso que no fue una niña dormilona, era horrible en comparación con las de mis amigas, pero no se despertaba tanto y mantuvo unos horarios y rutinas desde muy pequeña. La segunda ha sido muy caótica en todo. Ahorra estoy muy contenta de la relación que tienen las dos, se quieren mucho y la mayor nunca ha estado celosa, pero los primeros meses fueron muy duros: compaginar los horarios de una niña de dos años y medio, que todavía necesita comer a una hora fija, dormir siesta y salir al parque con una bebita que mamaba cosntantemente, con la que no podía predecir cuándo dormiría ni cuando pediría, para establecer una hora para salir o comprar o hacer la comida. Si dormía en el paseo tenía que columpiar a la mayor con una mano y mecer el cochecito con la otra, en cuanto paraba se quejaba. He ido cansada y estresada desde que nació, pero las cosas han mejorado y estoy contenta de que se lleven poquito.
De día las cosas son más fáciles de llevar. No soy de las que consienten caprichos para evitar la rabieta. Tengo muy calro como educarlas, les explico mucho las cosas y las hago razonar, son muy buenas niñas, aunque con mucho carácter. De noche todo cambia, estoy tan agotada que a veces al mínimo quejido le enroscaba el bibi. Me está costando mucho cambiar las cosas. A veces me han dado ganas de llorar cuando me he tenido que levantar y no sé si he llegado a dormir algo. No puedo evitar ir acelarada desdes ese momento. Levanto a la mayor con tiempo, pero por una cosa u otra siempre hay que correr, sobretodo si la peque se despierta antes de que me vaya y menos mal que tengo la suerte que mi madre viene a casa. ¿ Cómo lo haré el curso que viene que las tendré que levantar a las dos, dejar a una en la escoleta y a otra en el colegio?
No es sólo el sueño, me cambia el humor, la relación con mi marido se enfría ( no es que vaya mal, pero no es lo mismo), he dejado de leer, de bordar, las comidas son más rápidas y sencillas, no me cuido, pero sí intento en lo posible dedicarles tiempo y jugar con ellas, realmente es de lo único que tengo ganas por las tardes.