- Lun, 27 Dic 2010, 14:51
#384277
Yo solo te puedo hablar bien de mi decisión de ir a por el tercero (tercera en este caso) y eso que la experiencia con las dos mayores (mellizas de 4 años ya) fue un poco terrorífica por el tema de que nacieron con poco peso, no comían, estaban todo el día malas, colechaban conmigo y sobre todo una de ellas no paraba de llorar (sigue igual la pobre, por eso ahroa estamos tratando de encaminar el tema con ayuda profesional).
En cambio, mi experiencia con la tercera ha sido totalmente diferente, como digo yo, "esta hija ha nacido para reconciliarme con la maternidad". Tuve un parto estupendo sin anestesia ni nada (a la antigüita), ningún problema con la lactancia, con la que seguimos 15 meses después y come a las mil maravillas.
La única pega que le puedo poner es el tema del sueño, con bastantes despertares aún, pero es que todo no lo podía tener mi niña...
El cansancio y el nivel de agobio yo creo que es relativo. Me explico, yo que aterricé a la maternidad por partida doble no creo haberme agobiado ni más ni menos que quien aterrizó con uno solo. El ejemplo que suelo poner yo es que te quejes porque te duele mucho la cabeza y el de enfrente te responda que peor es tener un ataque de apendicitis. Aunque objetivamente puede que sea así y que tu dolor sea menor en intensidad que el otro ¡¡¡¡a ti te duele TU cabeza en ese momento!!!!
En resumen, para mí está siendo algo muy positivo que me está enseñando a relativizar y ser mucho más flexible (con una familia numerosas las rutinas están solamente caóticamente programadas, porque los virus, vómitos y faltas de control de esfínteres, como te imaginarás, van por libre y los horarios son más bien aproximados).
Eso sí, como para tener cualquier hijo (en número quiero decir) hay que estar muy convencido porque el esfuerzo es mucho, es muy cansado y en ocasiones incluso sacrificado, así que si lo haces convencido lo llevas un poco mejor, si no es así, tiene que ser realmetne duro y desalentador.
Espero haberte servido de ayuda.