En realidad nunca insistí continuar amamantando, simplemente la dejé, como ella quisiera y si, algunas veces yo prefería abrazarla y evitar descubrirme el pecho.
Y así pasaron los días, se dormía con el pecho, pero de repente solo me abraza y se queda dormida.
Llegó el destete, de mi pequeña cangurita cariñosa. Que me abraza y me abraza a cada momento pero ya no busca la leche de mamá.