Primero de todo voy a presentarme: Me llamo Rocío y el 20 de octubre pasado di a luz, por cesárea, a un niño llamado Josu. Es mi primer hijo así que, me imagino que, como todos los que han sido madres o padres por primera vez, cuando me mandaron a casa, yo y mi marido nos encontramos sólos ante el peligro.
En principio todo fue sobre ruedas, el niño no hacía más que pedir teta, echar aires, cagar y dormir. Una noche incluso nos sorprendió durmiendo hasta 6 horas de un tirón, y esa misma semana durmió hasta 4 y 5 horas seguidas sin despertarse. A mí me daba no se qué dejarlo tanto tiempo seguido sin comer... pero en mi entorno me decían que si el niño duerme no puede estar mal, así que le dejamos.
El problema es que según fueron avanzando las semanas el niño empezó a tener cada vez más dificultades a la hora de dormirse. Al principio pensamos que era problema de los aires, que le cuesta mucho sacarlos. Luego empezamos a darnos cuenta que no le gusta estar sólo sin que le cojamos en brazos o le hagamos mimos hasta la hora de dormir. El problema es que como es tan lento mamando y le cuesta tanto dormir, entre la toma y dormirlo nos puede llegar a costar hasta 2 horas que se quede solo en la cuna, y para la hora u hora y media siguiente ya me está volviendo a pedir teta. Ante lo extenuante de la situación empecé a meterlo en nuestra cama para que se quedara dormido en mi pecho.
Esto nos planteó el dilema siguiente: nosotros teníamos "muy claro" que íbamos a educar al niño como se ha hecho "toda la vida", o sea, como nos han educado a nosotros: intentando no malcriar al niño y no atender a todos sus caprichos. Esto sugería que el método más lógico para que nuestro niño se durmiera era el "Duérmete niño". El caso es que mi matrona nos sugirió que leyéramos el libro "Bésame mucho" de Carlos González... y aquí es donde se nos rompieron todos los esquemas. El hecho de que dos profesionales planteen métodos de educación infantil tan dispares nos ha hecho ver que este tema es tan polémico como el de crear rutinas a la hora de dar el pecho en lugar de darlo a demanda. El tema es, no quiero plantearme quien de los dos tiene razón mientras dejo a mi hijo que llore y llore si esto no va a servir más que para torturarlo.
Toda esta duda existencial me hizo buscar opiniones sobre el método "Duérmete niño" y así es como os he encontrado a vosotros. Me he leido vuestra guía y ya he recopilado los datos sobre las horas de sueño de mi hijo. Esto ha hecho que me de cuenta que, con tanta parafernalia, no nos da tiempo a que duerma las suficientes siestas durante el día, así que a la noche está más movido y le cuesta mucho más dormir. El caso es que mi marido y yo seguimos con la idea de que preferimos que duerma en su habitación y en su cuna. No nos gustaría que se acostumbrara a dormir con nosotros, porque si algún día, por lo que sea, lo tuviéramos que dejar en casa de los abuelos, y nosotros no pudiéramos estar con él plantearía un problema.
¿Qué puedo hacer?
Muchas gracias y un saludo.