- Vie, 19 Nov 2010, 18:45
#381405
Quizás no nos hayamos traumatizado.
Pero tampoco nos hemos beneficiado. Ese es el quid de la cuestión, se supone que a nuestros hijos queremos darles lo mejor, no lo "menos malo".
Lo de los cachetes me llama la atención. En mi época (qué vieja me siento al decirlo
) en Italia estaba de moda (desde hace una década por lo menos) el Dr. Spock, que a decir verdad no es completamente malo, lo malo es que también se las traía pero por algún motivo le consideraban permisivo y blandengue.
Hay una frase suya que dice que son peores los insultos y las humillaciones a diario que un azote o una bofetada de vez en cuando (o algo así). Quizás la haya escrito para que los padres cuidemos el lenguaje y midamos las palabras, pero desgraciadamente una generación entera de padres la interpretó del revés, que puedes dar un azote (o dos, o tres, o cuatro...) y no pasa nada (además puedes seguir considerándote permisivo).
Una vez tuve una conversación con mi madre al respecto. Yo ya era mayor, estaba casada y no recuerdo si ya embarazada o queriendo embarazarme. Hablando de la educación de los niños, mi madre me dijo
nunca te hemos pegado.
¿Cómo que no? Me habéis dado azotes y bofetadas, le contesté.
Eso no es pegar, replicó.
Sí que lo es, insistí.
Pegar no significa mandar al hospital. Pegar es dar una bofetada, o diez, darla todos los días o de vez en cuando, dar un cachete o una paliza. Trató de explicarme que eso se hace como último recurso para educar, o algo así.
Le dije que por lo menos en mi caso, no sirvió para educarme. No recuerdo ni una sola lección que haya aprendido gracias al cachete, o a la bofetada. Ni una sola lección que no podría haber aprendido de otra manera. Tampoco recuerdo qué había hecho para merecérmelo, si era grave o no. En cambio, sí que recuerdo el dolor (físico y sobre todo emocional), la humillación, la soledad que sentía cuando después me encerraba en mi cuarto llorando de rabia y de impotencia sin que nadie viniera a consolarme.
Así se lo expliqué, y es de agradecer que no me haya contestado con el famoso
ya verás cuando tengas hijos. En vez de eso, me pidió disculpas. La verdad es que mis padres, especialmente mi madre, tenían muy buenos instintos pero recibieron muy malos consejos. De los vecinos, de los amigos, del Dr. Spock y de un montón de clones que surgieron después de él, escribiendo un refrito de sus teorías con alguna aportación propia.
Si os entretenéis leyendo los comentarios al artículo del País, decidme si no son vomitivos, por lo menos la mayoría de ellos. El 90% va en esa línea, a mí también me zurraron y no pasó nada, los jovenes de hoy son unos maleducados porque no los azotaron etc.
Así nos va.
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim