Al final las tranquilicé, conseguí explicarle con más calma todo y nos dimos un abrazo para tranquilizarnos.
Y llegó el día siguiente y la peque empezó a pedir pis cada poco, hasta llegar a la tarde a no salir del baño porque tenía pis. 6 horas en el baño, si la levantabas de la taza del wáter lloraba, pataleaba, se quedó dormida agotada en el retrete. Ayer la llevé al pediatra del centro de salud para descartar una infección de orina. No tiene nada, parece que es todo psicológico. Tiene miedo de que se le escape y en cuanto nota la sensación de tener pis nos llama.
Ayer conseguimos, después de hablar y hablar con ella, que entendiera que no podíamos estar todo el rato sentados en el baño. Que iríamos al baño todas las veces que pidiera, y si no salía pues lo intentaríamos más tarde. Parece que va mejor la cosa, porque está comprobando que acudimos cuando nos llama.
Conclusión que he sacado:
Que el jueves fue traumático para ella. Perdió la seguridad que tenía, la confianza en sí misma y se sintió fatal al ver que su hermana se enfada mucho. También que le fallé y en cierta manera, quiere asegurarse que no le pasa otra vez. Pobrecita mi niña.
Si es que va muy deprisa, son muchos cambios los que ha tenido en poco tiempo (destete, control de esfínteres, comienzo del cole de su hermana, comienza a trabajar su padre).
En fin, paciencia, paciencia.