...Y así fue. Mi hija poco a poco fue cambiando sus patrones de sueño y a dormir de un tirón muchas noches y otras con breves y puntuales despertares que he atendido gustosa (necesitaba leche, agua, tenía una pesadilla y sentía miedo) Me gustaría animar a todos los padres a tener paciencia, ponerse en el lugar del niño, a entender que no se despiertan porque estén malacostumbrados, porque quieran fastidiarnos la noche...sino porque nos necesitan. Y si nosotros, sus padres, que somos las personas que más quieren y en quieren más confían, no les atendemos en esos momentos ellos se van a sentir solos, desamparados, inseguros y asustados.
Con el parto tan próximo no sé con qué frecuencia podré participar, pero por el momento me estoy dedicando hace un tiempo a promocionar esta web y otra sobre el sueño que me parecen interesantes y de gran ayuda para muchos padres desesperados. Intentaré ir haciéndoos algunas visitas para intercambiar opiniones. Un beso a todos.