- Mié, 22 Sep 2010, 02:34
#376370
CIPO Y CLOCA
" La gallina Cloca y el pollito Cipo paseaban por la granja, ella delante y el detrás. Cloca picoteaba de vez en cuando en la tierra para recoger un insecto o una semilla. Cipo hacía lo mismo, feliz de ir con su mamá, tan hermosa, suave y protectora.
-¿Sabes que tu no naciste de tu mamá? Dijo un día Miz el gatito. - Yo nací de mi mamá, en cambio ¡tu naciste de un huevo! Ella sólo lo calentó para que pudieras salir.
Cipo sintió que le faltaba el aliento por el sobresalto.
-¿Qué te pasa, pequeño? ¿Algo te ha asustado?
-No mamá, bueno sí. - El pollito se metió debajo de ella y le contó lo que Miz le había dicho.
- Es verdad que naciste de un huevo, pero ese huevo lo hice yo. Antes de que yo lo pusiera tu ya estabas dentro de mí, igual que Miz estaba dentro de la tripa de su mamá. ¿Lo entiendes?
- Sí mamá. - Y como Cipo creía más a su mamá que al gatito, se tranquilizó y siguió caminando detrás de Cloca, como siempre.
-¿Sabes donde encontraron el huevo deL que naciste? - Volvió el gatito a la carga otro día
- Lo hizo mi mamá.
- ¿Cómo puede algo tan duro salir de algo tan suave? Lo encontraron a orillas del torrente de donde vienen todos los huevos. Lo puso un pez o una serpiente.
Cipo rompió a llorar y se fue hacia su madre.
-¿Qué pasa, Cipo? - Cuando la gallina se enteró de lo que Miz le había contado se enfadó y fue a decirselo a Ñau la gata, que se encargó de castigar a su hijo para que no volviera a contar mentiras.
Pero Cipo seguía entando triste.
-¿Qué pasa, pequeño?¿Todavía estás pensando en lo que te dijo MIz?
- No mamá, bueno sí. Yo sé que el huevo lo hiciste tú, pero es cierto que yo no nací exactamente de tu tripa, ¿sabes?, por eso me he puesto triste.
Cloca meneó con la cabeza y se quedó reflexionando un momento. De repente, se le ocurrió una idea. Esa noche, cuando Cipo se acurrucó a su lado para dormir, Cloca hizo con el pico una especie de cuna, apartando un poco las plumas de su vientre, y le dijo:
-Hijo, ¿te gustaría dormir por las noches en esta cama de plumas, en lugar de hacerlo en el suelo?
Imaginaos cuanto le gustó la idea a Cipo. Sin contestarle siquiera, se lanzó de un saltito sobre la tripa de su madre, y allí se quedó feliz toda la noche.
Y así todas las noches, hasta que fue demasiado grande para caber en ella, Cipo durmió allí dentro ... y , de vez en cuando, abría los ojos y jugaba a imaginar que aún era pequeño, pequeño, muy pequeñito ... "
Lo he resumido un poco pero creo que ha quedado bien. En cuanto lo leí pensé en compartirlo con vosotr@s.
Pertenece al libro Cuentos Cortos de Animales, de Roberto Piumini. Es de Imaginarium y círculo de lectores, ISBN 978-84-92882-02-1
" La gallina Cloca y el pollito Cipo paseaban por la granja, ella delante y el detrás. Cloca picoteaba de vez en cuando en la tierra para recoger un insecto o una semilla. Cipo hacía lo mismo, feliz de ir con su mamá, tan hermosa, suave y protectora.
-¿Sabes que tu no naciste de tu mamá? Dijo un día Miz el gatito. - Yo nací de mi mamá, en cambio ¡tu naciste de un huevo! Ella sólo lo calentó para que pudieras salir.
Cipo sintió que le faltaba el aliento por el sobresalto.
-¿Qué te pasa, pequeño? ¿Algo te ha asustado?
-No mamá, bueno sí. - El pollito se metió debajo de ella y le contó lo que Miz le había dicho.
- Es verdad que naciste de un huevo, pero ese huevo lo hice yo. Antes de que yo lo pusiera tu ya estabas dentro de mí, igual que Miz estaba dentro de la tripa de su mamá. ¿Lo entiendes?
- Sí mamá. - Y como Cipo creía más a su mamá que al gatito, se tranquilizó y siguió caminando detrás de Cloca, como siempre.
-¿Sabes donde encontraron el huevo deL que naciste? - Volvió el gatito a la carga otro día
- Lo hizo mi mamá.
- ¿Cómo puede algo tan duro salir de algo tan suave? Lo encontraron a orillas del torrente de donde vienen todos los huevos. Lo puso un pez o una serpiente.
Cipo rompió a llorar y se fue hacia su madre.
-¿Qué pasa, Cipo? - Cuando la gallina se enteró de lo que Miz le había contado se enfadó y fue a decirselo a Ñau la gata, que se encargó de castigar a su hijo para que no volviera a contar mentiras.
Pero Cipo seguía entando triste.
-¿Qué pasa, pequeño?¿Todavía estás pensando en lo que te dijo MIz?
- No mamá, bueno sí. Yo sé que el huevo lo hiciste tú, pero es cierto que yo no nací exactamente de tu tripa, ¿sabes?, por eso me he puesto triste.
Cloca meneó con la cabeza y se quedó reflexionando un momento. De repente, se le ocurrió una idea. Esa noche, cuando Cipo se acurrucó a su lado para dormir, Cloca hizo con el pico una especie de cuna, apartando un poco las plumas de su vientre, y le dijo:
-Hijo, ¿te gustaría dormir por las noches en esta cama de plumas, en lugar de hacerlo en el suelo?
Imaginaos cuanto le gustó la idea a Cipo. Sin contestarle siquiera, se lanzó de un saltito sobre la tripa de su madre, y allí se quedó feliz toda la noche.
Y así todas las noches, hasta que fue demasiado grande para caber en ella, Cipo durmió allí dentro ... y , de vez en cuando, abría los ojos y jugaba a imaginar que aún era pequeño, pequeño, muy pequeñito ... "
Lo he resumido un poco pero creo que ha quedado bien. En cuanto lo leí pensé en compartirlo con vosotr@s.
Pertenece al libro Cuentos Cortos de Animales, de Roberto Piumini. Es de Imaginarium y círculo de lectores, ISBN 978-84-92882-02-1
