- Jue, 16 Sep 2010, 06:42
#375906
Conozco una de esas madres que ha empezado a trabajar y dejado su hija en una escoleta. El segundo día de su trabajo, su hija se puso malita con fiebre toda la noche, llorando... Y por la mañana esa madre le puso un supositorio contra la fiebre, dejó que durmiera un poco más y luego la llevaría a la escoleta. No podía faltar al 2º día de trabajo.
Se sentía fatal, se había convertido en una de esas madres que le ponen un "chute" de medicina para bajar la fiebre y esperaba que estuviera bien por el día y no lo pasara tan mal. Se había convertido en una de esas madres que estaba buscando la manera de compensar a su hija como fuese -quería regalarle esa muñeca que hace tanto tiempo le gustaba, quería llevarle unas onzas de chocolate por la tarde, quería no despegarse en toda la tarde y toda la noche y así de alguna manera compensar el tiempo y el cariño perdido. ...
Yo soy esa madre
Se sentía fatal, se había convertido en una de esas madres que le ponen un "chute" de medicina para bajar la fiebre y esperaba que estuviera bien por el día y no lo pasara tan mal. Se había convertido en una de esas madres que estaba buscando la manera de compensar a su hija como fuese -quería regalarle esa muñeca que hace tanto tiempo le gustaba, quería llevarle unas onzas de chocolate por la tarde, quería no despegarse en toda la tarde y toda la noche y así de alguna manera compensar el tiempo y el cariño perdido. ...
Yo soy esa madre
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Pero me han dicho que estaba bien, que pedía mucha atención y que no quería irse del lado de la chica. 
