- Dom, 12 Sep 2010, 10:09
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Este artículo es de una Escuela de padres que plantea las cosas de forma muy coherente. Espero que te ayude a estar más tranquila. Besos.
Escuela de padres
Qué hacer cuando no quiere ir al baño
¿Estás desesperada porque tu hijo se niega a ir al baño? Este problema es muy habitual en los niños así que no debes preocuparte en exceso. Para que te quedes más tranquila te explicamos las causas y te damos algunas soluciones.
¿Tiene tu hijo problemas para ir al baño?
¿A qué edad debe ir solito al baño?
Cada niño es un mundo y el ritmo de aprendizaje no es el mismo para cada uno, por esto no podemos concretar cual sería la edad ideal de comenzar a usar el baño.
Se sabe que aproximadamente entre los dos y tres años el niño debería controlar el pis y un poco más adelante la caca. Como edad límite proponemos los 5 años, edad a partir de la cual deberíamos consultar con el médico por si existe algún problema.
No le des mayor importancia
Los padres suelen preocuparse cuando el niño no aprende a ir al baño o cuando no quiere llegada una edad concreta. Realmente no debemos preocuparnos ya que todos aprendemos tarde o temprano a controlarnos y a ir al servicio.
No conocerás a ningún adulto que lleve pañales porque no se controle, a no ser que padezca alguna enfermedad relacionada. Alguien sano aprende a controlarse y a usar el baño aunque nadie le enseñe. Es una función básica en el ser humano, al igual que comer o dormir.
Además, aunque no hagamos nada, será el propio niño el que nos pida hacer pis en el baño o se quiera quitar el pañal por sí mismo. Nosotros nunca debemos forzarlo porque nos digan que es muy mayor.
Tú puedes ayudar a tu hijo
A pesar de que es una función que se aprende sin ayuda, aquí os proponemos algunas pautas de actuación que pueden ayudar a tu hijo a aprender a ir al baño sin problemas.
Te recuerdo que no son necesarias normalmente a no ser que detectes ciertas anomalías o que la edad del niño ya sea muy elevada. Hay niños con 7 u 8 años que siguen haciéndose pis en la cama y en principio no es nada anormal, más tarde lo controlarán.
Lo primero que tienes que hacer es estar atenta a ciertas señales que nos puedan dar pistas sobre si ha llegado el momento. Estas pistas suelen pasar desapercibidas para algunos y son importantes, como por ejemplo si el niño quiere subirse al inodoro y sentarse como los mayores, si le gusta tirar de la cadena o si quiere ponerse ropa interior de mayores como su hermano.
Deja que el niño poco a poco vaya habituándose a estas nuevas conductas relacionadas con el uso del baño. Tal vez al principio no le guste el inodoro, pero con el ejemplo de otros miembros de la familia lo conseguirá.
Deja que entre en el baño cuando estéis vosotros, que utilice muñecos que hagan caca o pis para que los use como modelos, si hay un hermano más mayor le puede ayudar a limpiarse o a tirar de la cadena.
Deja que él decida en cada momento lo que quiere hacer. Un día se arrancará el pañal, ese será el momento de dejarle libertad para sentarse en el orinal o en el inodoro.
Tienes que estar con buena disposición y tratarlo con normalidad. Debe saber que tiene que pedirlo, pero los escapes no pueden ser llevados como una catástrofe porque se sentirá mal. Trátalo con normalidad y dile que no pasa nada, que se recoge y ya está, que otra vez lo hará mejor, etc.
No permitas que ciertos miembros de la familia, o los hermanos más mayores ridiculicen al niño debido al no control de esfínteres, lo asociará a un estímulo negativo y se frustrará.
Algunos niños desarrollarán estreñimiento si asocian sus deposiciones erróneas a castigos o humillación. Está en una fase de aprendizaje y es normal que cometa errores. Frases del tipo “eres como un bebé”, “no te da vergüenza hacerte pis tan mayor”, etc no le ayudarán.
Para que se acostumbre al uso del baño y lo viva como algo habitual en la casa, tendrá que ver que los demás también lo hacen. Cada vez que lo haga bien todos deberéis de alabarle y apoyarle, decirle que lo ha hecho muy bien, etc. Podéis salir a comprar algún obsequio a modo de premio relacionado, como ropa interior de chico mayor o un adaptador para la taza, un ambientador suyo para cuando haga caca poder echarlo en el baño, etc. Celebraremos cada éxito especialmente para provocarle motivación, recordemos que las conductas premiadas se repetirán en el tiempo y las castigadas tenderán a desaparecer o a no mejorar, con lo cual el castigo no es una buena arma.
Si el niño se niega totalmente a entrar en el baño, tendréis que localizar que es lo que puede haberle afectado. Piensa si habéis insistido mucho en que lo haga o si le habéis castigado en el baño encerrado alguna vez
Si no quiere de ninguna manera...
Si el niño se niega totalmente a entrar en el baño, tendréis que localizar que es lo que puede haberle afectado. Piensa si habéis insistido mucho en que lo haga o si le habéis castigado en el baño encerrado alguna vez.
Estas conductas que a priori pueden resultar inofensivas, pueden provocar en el niño a largo plazo un rechazo hacia un espacio de la casa que el asocia como malo o negativo.
En estos casos tendréis que tener paciencia, tenéis que ir acercando al niño poco a poco para que compruebe que su motivo de miedo es infundado. Poco a poco realizaréis comportamientos que hagan que entre en el baño.
Al principio podéis hablarle desde ahí cuando vosotros estáis dentro con la puerta abierta, hablar bajo para que no os escuche bien y se tenga que acercar y escuchar desde el marco de la puerta.
Más adelante, cuando lo hayáis conseguido colocad dentro algo que le interese: cuentos, algún juguete que le guste, así se sentirá tentado a entrar, podéis ponerlo en la entrada del baño las primeras veces y más tarde en el fondo. El niño se acostumbrará a entrar en el baño sin darse cuenta con estos pequeños trucos.
Después vendrán otras tareas como tirar de la cadena, cambiar el rollo de papel, etc. Todo le llevará a sentir ese espacio igual que el resto de la casa, ponedlo atractivo con cuentos para leer en un revistero, cepillo de dientes con muñecos, papel higiénico de colores, etc.
Cambiar de hábitos no es bueno para ellos
Es importante que podáis detectar los factores externos que pueden estar afectando a la conducta de tu hijo y a la negativa de usar el baño, la llegada de un nuevo hermanito, un cambio de colegio o de vecindario, la muerte del abuelito, etc, son cosas muy estresantes para un niño si algo de esto puede estar pasando.
Ocupa tu tiempo en atenderle y en hablar con él, la expresión de miedos y preocupaciones hará que tú le puedas aclarar algunas dudas y que el problema desaparezca.
Un programa de puntos
También puedes negociar con él un programa de puntos en el que resulta premiado cada vez que lo hace bien, después prémiale cuando lo haga 3 veces bien y así ve distanciando para que cada vez lo haga más veces y sin refuerzo, significará que lo ha aprendido y que le sale solo sin necesidad de refuerzo exterior.
Cambia el premio y úsalo para otras conductas pendientes. Cuando la conducta esté instaurada no tiene sentido seguir premiándole por algo que no le cuesta trabajo, háblalo con él y buscad entre los dos una nueva conducta que necesite de un aprendizaje porque no sea correcta.
No empieces el proceso antes de tiempo
No es necesario utilizar todos estos trucos en edades muy tempranas ya que lo normal es que el niño por si mismo vaya adquiriendo esta conducta de ir al baño al igual que aprendió a hablar o a comer, no te obsesiones con lo correcto o lo normal, cada niño necesita su tiempo, si le presionas o empiezas a darle mucha importancia, se dará cuenta y la presión le cortará la libertad de aprender por si mismo. Deja de lado los baremos y las tablas pediátricas y básate en la evolución de tu hijo que es único.