- Mié, 01 Sep 2010, 08:41
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Seguro que sí que se adaptará en seguida y que lo más duro es el principio. Acabo de dejarla a las 8.00h. He entrado al aula con ella y he visto a su profe y como está organizado todo y la verdad es que parece maja y seguro que con el tiempo se lo pasará bien, pero hoy en cuanto hemos entrado, sin conocer el sitio, ya se ha puesto a llorar. Mi marido y yo hemos intentado estar tranquilos todo el rato, pero no sé, puede habernos notado nerviosos (que lo estamos) o simplemente que se asusta de ver un sitio nuevo y gente que no conoce. Enseguida la profe la ha cogido en brazos y al principio no ha llorado y eso me ha tranquilizado bastante, pero al ratito, ha empezado a hacer pucheros, así que he salido corriendo porque si empieza a llorar, me la llevo seguro.
Cuando hemos estado hablando con la directora para entregarle los papeles, fotos, etc, la estaba oyendo llorar un montón, y se me encogía el alma. Mira que yo me tengo por una mujer fuerte que no llora nunca, pero si llego a estar dos segundos más, me derrumbo.
A las 12.00 voy a buscarla, hoy no quiero que se quede hasta las tres, así no está tanto rato el primer día y la doy de comer, que seguro que con el disgusto que llevaba no se ha tomado ni el bibe, pobrecita. Mañana haré lo mismo y el viernes ya la tengo que dejar todo el tiempo, porque sólo me he cogido hoy y mañana de vacaciones.
Me parece muy buena idea lo de que tenga algo que le sea familiar, así que le he dejado el vasito para beber agua que usa en casa, a ver si la ayuda un poco a no sentirse tan solita...
No sé si cuando sea mayor se acordará de este día o no, pero lo que es seguro es que a mí esta sensación de estar "abandonándola", no se me va a olvidar en la vida. Es que la sigo oyendo llorar, uf...