A los 6 meses se mudaron a su recámara con cunas nuevas y todo. Emilia empezó a dormir de corrido, a veces hasta las 7:00. Viviana siguió despertando a las 3:00, pero sin habmre, buscaba su chupón y se volvía a dormir sin llorar.
A los 8 meses ¡Horror! empezaron a gatear y lo hacían de día y de noche, despiertas y dormidas y cuando esto último pasaba, despertaban llorando. A esto se sumó el calor mortal que nos aquejaba, así que terminaba mudándolas a las dos a mi cama, en medio de papá y mamá, después de despertar cada hora, a veces alternadas a veces al mismo tiempo.
A los 9 meses, cuando las tres dormíamos, Emilia despertó y muy calladita, brincó los cojines "barrera" y fué a dar al piso asustándonos terriblemente. Al día siguiente y para evitar esto, mudé una cuna junto a mi cama, de sidecar, con la idea de que ahí durmieran las dos.
Llevamos una semana con esto y ha resultado peor. Apenas caben las dos en la cuna, siguen despertando cada hora y ahora Emilia ha pedido leche a las 2:00 a.m. y a las 6:00 a.m. Y por si fuera poco, cuando se duerme, se sobresalta innumerables veces, se despierta, se sienta, habla y canta, y no se relaja ni aún pasándola otra vez en medio de papá y mamá. Una hora después, se duerme, pero no profunda y lloriquea medio dormida mientras patalea y manotea. Cuando al fin se calma y se duerme, despierta la hermana por su leche, come y se vuelve a dormir, Y entonces empieza lo mismo con Emilia. Se sienta, canta, manotea y después de una hora se duerme, pero sólo un ratito, porque ya amaneció y Viviana despierta con ánimo de jugar y claro, levanta a mamá y a su hermana Emilia. ¡Vaya noche! Llevo tres así y no se si aguantaré otras más antes de caer.