El mejor lugar para hablar de nuestras cosas, presentarnos si acabamos de llegar o organizar quedadas.

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por amorzito
#372276 No se si a vosotras os pasa, pero desde que tuve a mi segundo hijo, la mayoría de mis neuronas se quedaron en el paritorio, y cada vez voy a peor, me olvido de la gran mayoría de las cosas, la pediatra de los niños dice que el cerebro da prioridad a lo importante, pero es que tengo que ir con una libreta en el bolso para apuntar las cosas que tengo que hacer al llegar a casa, o los recados que tengo que dar, en el trabajo se lotoman a broma , menos mal que no soy telefonista , ni secretaria. Una cosa está clara un secreto conmigo está a salvo ja ja ja , ahora en serio, ya me lo tomo mejor pero al principio me desesperaba, sobre todo cuando me olvidaba algo relacionado con los niños, a otras madres les pasa tambien? un abrazo

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por rafi
#372285 Hay un libro, que se llama inteligencia maternal. En el se recogen muchos estudios que ponen de manifiesto que el cerebro de las madres cambia para adaptarse al cuidado de las crias. Que durante un tiempo p arace que estamos mas torpes o despistadas, pero en realidad estamos mas agudas que nunca. (te lo he resumido muy a lo simple... je je ) pero mas o menos la conclusion es esa.
Asi que... no estas sola ! (conmigo ya somos dos y con las sujetas de los experimentos del libro... ya somos unas cuantas !)
que tranqiulidad da saber que hay respuesta cientifica a esto... :lol:

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por PILARD
#372288 A mi me pasa exactamente igual. Desde que nacio mi hijo es despiste tras despiste. Hasta llegar a olvidarme las gafas en casa (que las necesito caramba). Me estaba preocupando muchisimo y no sabia a que achacarlo. En el trabajo tengo que poner el doble de atencion. La verdad es que con todo lo relativo a Jorge no se me escapa nada. Esta ultima semana en el trabajo y tras los consiguientes despistes no hacia mas que pensar por que nunca habia olvidado dar los medicamentos al niño o una visita al pediatra...Me dejais mas tranquila. Gracias Amorzito. Si no es por ti seguiria comiendome la cabeza. Y gracias a Rafi por la explicacion. ¿Se sabe cuanto dura esta etapa?

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por amorzito
#372301 Gracias por las contestaciones, yo tampoco se cuanto dura esta etápa, pero no va a poder conmigo, voy armada con libreta y con los avisos de la agenda del móvil ja ja ja, un abrazo

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por anuskapl
#372312 Yo también uso una libreta para apuntarlo todo, pero claro, casi siempre se me olvida en casa :???: , con lo cual, seguimos en las mismas.
A veces hago cosas que no tengo ni idea de porqué las hago, porque siempre tengo la cabeza en las nubes. Pero es que no sólo se me olvidan cosas de la lista de la compra, o de darle algún recado a alguien, o de hacer algo que tenía pensado ... es que también noto que se me olvidan cosas que me han dicho (incluso aunque haya sido hace 15 minutos), nombres, fechas, etc, y esto ya no sé si es normal o no. Se me olvidan hechos que pasaron ya hace un tiempo, no recuerdo ni qué regalé a la gente las navidades pasadas. A veces me da la impresión de que, poco a poco, se me van borrando cosas del pasado así sin más.
Un ejemplo: tengo móvil desde el año 2001, he marcado infinidad de veces el mismo PIN. Pues hace unos 4 meses, como ya hacía bastante tiempo que no dejaba apagar el móvil, tuve que marcar el PIN y ... no me acordaba, pero de ningún número. Marqué 3 veces unos que creía que podían ser, así que se me bloqueó y tuve que llamar a la tienda Movistar a la que suelo ir para que me solucionaran el problema y me dieran acceso a otro PIN. Pero es hoy el día que sigo sin recordar cuál era aquél dichoso PIN. Esto creo que no es muy normal.

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por abril2009
#372329 ufff, qué alivio, pensaba que era solo cosa mía :lol: :lol: :lol:
yo digo que mi cerebro se ha quedado como un queso gruyere :roll: !!!!!

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por ANA2005
#372333 :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: otra que no esta centrada :roll: :roll:
Pues nada a esperar a tiempos mejores sea dicho :mrgreen: pero que vamos que es totalmente normal

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por ilargi
#372334 Pues yo tuve una época fatal del coco, que no me acordaba de nada (creo que ni de la ropa que me había puesto, incluso mientras la llevaba puesta, por poner un ejemplo).
Una compañera del curro me decía que me volvería la neurona al dejar la teta. Su teoría es que con la succión se te llevan parte del cerebro :mrgreen: , y al menos en mi caso así fue. NO he recuperado mi cerebro de antes. Evidentemente mi vida ha cambiado, y parte del cerebro tiene que estar pendiente de otros menesteres, pero últimamente estoy mejor. Claro que ahora mi hijo no solo no mama, sino que duerme la noche entera, es más autónomo, come casi solo, sabe quitarse la ropa para hacer pis (aunque luego no se la ponga...), y otras habilidades que hacen que sus neuronas suplan a la mía, que como decía otra compañera de trabajo: es que solo tengo una neurona y la tengo permanentada axodendríticamente...

un beso

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por AMARAL
#372343 pues yo tambien me uno al club, creo que tengo la cabeza tan desbordada que no da mas de si.
yo hay dias que hasta pongo la lavadora y cuando me doy cuenta es que se me ha olvidado hasta echarle el detergente,o le pongo el detergente y el suavizante la dejo preparada pero se me olvida darle al boton para que empiece a funcionar.
tengo que ir con chuletas apuntandome las fechas, las compras y las tareas porque si no.... la mitad de cosas no sabria que las tengo que hacer.
hayyyyyyyy que desastreeeeeeeee, quien me ha visto y quien me ve.
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por cadialpe
#372367 calla,calla,que el otro día salí de casa en zapatillas, hasta que pasé por delante de una obra y el gruísta me saltó:"qué, va cómoda, señora?" Yo no sabía dónde meterme....... :oops: así que media vuelta y a casa a cambiarme (la pega es que paso a diario por ahí y esa media sonrisa del gruísta.. me suena a coña). Esto si que es tener la cabeza de vacaciones.

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por rafi
#372380
cadialpe escribió:calla,calla,que el otro día salí de casa en zapatillas, hasta que pasé por delante de una obra y el gruísta me saltó:"qué, va cómoda, señora?" Yo no sabía dónde meterme....... :oops: .

:juas madre mia,.. ! ja ja ja
yo me olvido las llaves, me dejo cosas, me olvido de citas, de comprar cosas, de hacer gestiones.... un desastre :sart:

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por ANA2005
#372396 Cadialpe :juas :juas :juas :juas :juas
Cuando Ana jr era mas pequeña me tire mas de media hora buscando el movil en mi coche... vamos que me falto desarmar los asientos y sabeis donde estaba el movil??? pegado a mi oreja estaba hablando con mi amiga del alma :juas :juas :juas

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por rafi
#372637 Mirar, os he encontrado mas info sobre el tema.
Una entrevista a la autora y sus conclusiones:

Publicamos esta jugosa entrevista de la periodista de investigación Katherine Ellison en que afirma que “tener un hijo nos mejora el cecrebro” no para que los lectores sin hijos se lancen irresponsablemente al oficio de la paternidad, sino para devolver a las familias, sobre todo a las madres, el prestigio social y neuronal que nos han negado.

Nunca me he sentido más incomprendida e infravalorada que cuando dejé mi trabajo en una empresa para criar unos años a mi hijo. El entorno asegura que desperdicias tu talento, pero el entorno se equivoca, y esa concepción cultural vigente de la crianza robotizada es la causa más importante del estado actual del mundo.


Menos mal que tenemos a los antropólogos, los neurocientíficos y el puro sentido común para demostrar que la crianza con apego es imprescindible para las crías humanas y además cambia nuestro cerebro haciéndonos más competentes en el oficio de vivir (incluyendo habilidades profesionales). La bioquímica se activa y nos inunda de hormonas que nos preparan para desarrollar una mayor agudeza, eficacia, resistencia, motivación y sociabilidad.

Por tanto, tener un hijo es el mejor MBA del mundo y debería contar doble en nuestro curriculum, tanto de hombres como de mujeres, si lo crían de verdad y no se limitan a bañarlo por la noche y leerle un cuento con calidad.

Esta es la entrevista a Katherine Ellison autora de “La Inteligencia maternal” en La Contra de la Vanguardia en abril del 2006:

¿Cuando nos quedamos embarazadas se nos reduce el cerebro?
Si, y no recupera su tamaño hasta seis meses después del parto. Se dan cambios muy serios en el cerebro de una mujer que se convierte en madre, y también en el cerebro paterno.

¿Entonces es normal meter las llaves en la nevera y la leche en el cajón de los calcetines?
Las madres, me dijo el neurocientifico Allan Zinder son como Einstein que también perdía sus llaves porque su cerebro estaba ocupado en cosas de vital importancia.

¿Es irreversible?
La actividad neuronal que provoca la presencia de crías produce, en sentido literal, cambios estructurales en el cerebro: se obtiene un órgano más complejo y mejor capacitado para responder a un entorno cada vez más exigente.

¿Y cuáles son los cambios más espectaculares que sufre nuestro cerebro?
El cerebro cambia cuando la persona adopta un comportamiento nuevo, una lógica distinta o atraviesa un proceso de aprendizaje con un marcado componente emocional. A medida que el comportamiento se repite, el cambio en el cerebro se refuerza. Súmele a eso que durante el embarazo y la lactancia el cerebro se inunda por un mar de hormonas, sobre todo estrógenos y oxitocina.

¿Qué producen esas hormonas?
El estrógeno actúa como potenciador cerebral y la oxitocina reduce el estrés y potencia la memoria y el aprendizaje; es un regalo de la naturaleza.

¿Y qué pasa con los padres adoptivos?
También experimentan cambios profundos que tienen una base bioquímica. Existe una hormona, la prolactina, que se encuentra en dosis elevadas en padres y madres adoptivos y que reduce los miedos.

Se han hecho estudios que demuestran que una mujer recién parida tiene un grado de agresividad que vuelca en su pareja.
Así es, la mujer experimenta una caída en su percepción positiva de su pareja. La maternidad es un poderoso programa de afirmación personal en el que colabora todo el organismo. Pero hay algo muy interesante que ocurre con los hombres cuando son padres: baja su nivel de testosterona, su agresividad, y aumenta el de estrógenos.

… Hormona femenina por excelencia.
Los cerebros masculinos se transforman en la medida en que estén cerca de su pareja y sus hijos, y el resultado, aunque en menor medida que en el caso de las mujeres, es que se vuelven más inteligentes.

¿Qué entiende por inteligencia?
Una mayor agudeza, eficacia, resistencia, motivación y don de gentes.

¿Agudeza en qué sentido?
En todos los sentidos: se agudizan por ejemplo el olfato, el oído y el tacto. La capacidad de estar alerta se dispara, y eso es aplicable a cualquier circunstancia de la vida, pero hay que saberlo y hay que trabajarlo.

¿Esos cambios cerebrales llevan a una vejez más inteligente y más capaz?
Si, la transformación es para toda la vida, por lo menos en el caso de las ratas.

¿Qué experimento le ha impactado más?
Hay dos neurocientíticos en Virginia, Craig Kinsley y Nelly lambert, que sometiendo a monos y ratas a complejas pruebas de supervivencia y complicados laberintos, han demostrado como las madres solucionan mejor y con mayor rapidez sus problemas que sus congéneres.

¿La necesidad crea el órgano?
Algo así. Gracias a las imágenes cerebrales sabemos que al practicar una habilidad estamos redefiniendo la maquinaria cerebral. Las personas que practican juegos malabares -mi metáfora favorita para referirme a las ocupadísimas madres- incrementan sus neuronas, es decir, su materia gris.

¿La maternidad comprometida mejora el rendimiento profesional?
El comprometido y duro entrenamiento que supone la maternidad aporta a la mujer una gran capacidad para cumplir plazos, coordinar múltiples tareas, buscar salidas creativas a los problemas, encajar interrupciones frecuentes y permanecer impasible en plena crisis. Tener un hijo es una escuela.

… Y tener una madre es un tesoro para una empresa, por lo que veo.
Siempre que la madre ya tuviera facultades y que cuente con el apoyo de la empresa, las estadísticas dicen que son más fieles, gestionan mejor el tiempo y son capaces de mediar en los conflictos. He entrevistado a decenas de científicos y decenas y decenas de madres: las nuevas investigaciones prueban que tener hijos vuelve a las madres más eficaces en su relación con el mundo exterior.

Una madre con un niño de entre dos y tres años grita una orden cada noventa segundos. Eso hace que te sientas como un monstruo.
Permítame que le ofrezca un consuelo: se puede tener menos estrés pensando que ese trance es una oportunidad de aprender habilidades que le serán muy útiles en su vida social y laboral.

En su caso, ¿cuál ha sido el aprendizaje más útil?
A los 5 años, en un comercio, mi hijo Joey se lanzó al suelo y empezó a gritar y patalear porque quería golosinas. Estábamos haciendo cola, dejé pasar a la gente. Me senté a su lado en el suelo y le dije: “Tengo todo el tiempo del mundo, voy a esperara que termines tu berrinche y luego continuamos”.

La felicito.
Fue la primera vez que lo hice en mi vida, y funcionó: antes era muy nerviosa y gestionaba mal los conflictos. Esa capacidad de darme y darle al otro mi tiempo antes de reaccionar la aplico ahora en todos los conflictos.



Katherine Ellison es una exitosa periodista de investigación, ganadora de un premio Pulitzer, que fue madre tardía (38 y 41 años) y eso le enfrentó a todos los prejuicios sociales sobre la capacidad de las madres. En vez de creerlo y reproducir los errores del Sistema, se dedicó a entrevistar a decenas científicos, y plasma las conclusiones en el libro “La Inteligencia Maternal”, editado en español por Editorial Destino, que desmiente con pruebas la infravaloración maternal y sentencia que “tener un hijo nos mejora el cerebro“.

1. LAS MENTIRAS

La leyenda urbana dicta que al concebir hijos y vivir en el universo infantil de leche, pañales y papillas se pierde inteligencia y que nuestro cerebro se convierte en gelatina. Incluso en una investigación estadounidense los científicos mostraron a voluntarios imágenes de mujeres en diferentes trabajos, en los que en algunos casos la modelo tenía una almohada bajo su ropa para parecer embarazada, y automáticamente, los voluntarios dijeron que la mujer embarazada era la menos competente y, por lo tanto, merecía un sueldo mas bajo.

“La merma de la capacidad intelectual es, junto con las varices y el ensanchamiento de caderas y demás curvas corporales, uno de los inconvenientes que tradicionalmente acompañan el destino reproductor femenino… ¡Un amigo me llegó a decir que en el parto, con la placenta, expulsaría parte de mi cerebro!”
Katherine Ellison

El feminismo de la falsa igualdad (no de la diferencia) ha reforzado el rechazo a la crianza o al cuidado del hogar y feministas ilustres como Simone de Beauvoir y Betty Friedman, aseguraban que la maternidad “arruina tu vida y contribuye a la opresión”.

“Las mujeres que se dedican sólo a las tareas del hogar son cadáveres andantes. Se vuelven dependientes, pasivas e infantiles; reniegan de su condición de adultas para vivir en un estadio inferior en el que sólo se preocupan por la comida y por los bienes que poseen. Las tareas que llevan a cabo no requieren capacidad adulta alguna, no tienen fin, son tediosas y quedan sin recompensa”
Betty Friedman en “The Femenine Mystique”

La misma retórica que consiguió que las mujeres ocupasen su lugar en el mercado laboral y en la sociedad, se encargó de alimentar el prejuicio de que la maternidad afecta al cerebro.

Lamentablemente, esta hostilidad hacia la maternidad sigue viva en siglo XXI tanto en la calle como entre intelectuales. La francesa Corinne Maier, heroína de la contra-cultura, afirma que “la maternidad es el caviar emocional de los pobres” y que “las grandes creadoras y mujeres realizadas están libres de hijos”, y aunque parte de su discurso, que ya analizaremos, es una buena crítica social, otra está muy equivocada y lo único que consigue es reforzar la sociedad patriarcal y aplastar más la energía femenina (con o sin hijos).

2. LOS HECHOS

En el libro “La Inteligencia Maternal”, Katherine Ellison demuestra a partir de recientes investigaciones científicas que la maternidad contribuye a estimular la inteligencia de las mujeres al enfrentarlas a nuevos retos, y que tanto el parto como la crianza de un hijo provoca en el cerebro femenino cambios concretos y perdurables por medio de una combinación dinámica de amor, genética, hormonas y práctica.

El libro ofrece 5 interpretaciones diferentes de “inteligencia”: perspicacia, habilidad para combatir el estrés, motivación, eficiencia e inteligencia emocional.

“Desde un punto de vista neurológico, para el cerebro tener un hijo implica una revolución. Cambia la vida porque presenta desafíos físicos, mentales y mecánicos: tienes que responder a infinidad de desastres a un tiempo. Y como todo reviste una gran importancia, es lógico que sea una época de aprendizaje y de cambios mentales. Pocas cosas harán más por tu cerebro que tener un hijo”
Michael Merzenich, pionero en el estudio del desarrollo cerebral de la Universidad de California

“En cambio, aunque muchas madres creen que han perdido células cerebrales con la placenta, esto no encaja en absoluto con la pura lógica de la evolución. En ningún momento de la vida, una mujer debería estar tan alerta y consciente como cuando está protegiendo y alimentando a un recién nacido.

Esta perspectiva empezó a interesarme poco después de tener a mi segundo hijo, en 1998, cuando leí acerca de los estudios pioneros realizados por dos neurocientíficos que trabajaban en Virginia. Craig Kinsley y Kelly Lambert, padres ambos, comparaban la función mental de las ratas hembras que nunca habían dado a luz con la de ratas que habían tenido más de un par de camadas. Enseguida se vio muy claro que las ratas madres aprendían más deprisa y recordaban con más eficacia el camino en un laberinto. Es más, la repetición de las pruebas demostró que la mejora de las madres en destreza mental les duraba toda la vida, mucho después de terminar de cuidar a sus últimas crías. Para explicar esas mejoras, que ellos mantienen que se producen tanto en humanos como en animales, Kinsley y Lambert se centraron en dos mecanismos de la maternidad que podían ser potenciadores del cerebro: las hormonas y la estimulación”
Katherine Ellison

“La Inteligencia Maternal” es también es un libro práctico lleno de historias vivas y divertidas sobre madres actuales, que rompe clichés, y la autora ofrece 10 consejos para aprovechar al máximo el cerebro de madre:

1.No te rindas a la maternidad. Sácale partido
2.Honra tus prioridades
3.No subestimes el poder del sueño
4.Aprende a ver el lado bueno de las cosas
5.Apuesta por la oxitocina
6.Relaciónate
7.Sal a pasear (el ejercicio físico potencia el buen estado de ánimo)
8.Tú primero (como las mascarillas de oxígeno en los aviones)
9.Varias tareas a un tiempo sí, pero con mesura
10.Si quieres cambiar el mundo, empieza por el tuyo

Y sus conclusiones no excluyen a los PADRES:

“Los papás modernos y comprometidos pueden tener algunos de los mismos beneficios de la paternidad, como el aprendizaje y la memoria, que se han encontrado en las ratas maternas. La clave parece ser el grado en que se involucren con los hijos”.

Respecto al importantísimo tema de la conciliación familiar y personal, le preguntaron en una entrevista a la autora que opina sobre la afirmación de que las mujeres que tienen educación universitaria y no trabajan fuera de casa defraudan a la sociedad, y ella contestó esto:

“Se podría decir también que las mujeres que tienen una educación superior e ignoran a sus hijos están haciendo daño a la sociedad”.

Katherine Ellison también declaraba que tiene puestas sus esperanzas en que los empresarios se den cuenta de la importancia que la familia tiene para el entorno sociolaboral del trabajador y que apoyen a los padres y madres trabajadores cuando éstos soliciten trabajar menos horas o en jornada continuada.

La conclusión de todo esto es que el proceso de crianza de los hijos, empezando en el embarazo, es una vía de enriquecimiento personal y de neurogénesis (desarrollo de nuevas neuronas).

No es la única, pero al menos ahora las madres criadoras ya sabemos que no necesitamos ningún aparatito con juegos mentales para fortalecer nuestros cerebros porque responder a las necesidades de nuestros bebés mamíferos ya nos aporta todos los estímulos que necesitamos.

La crianza materna y paterna consciente es lo que más talento exige en nuestra sociedad
y la clave para un mundo mejor.



Continuar leyendo en El Blog Alternativo: http://www.elblogalternativo.com/2009/0 ... z0u4YJReP6


extraido de: http://www.elblogalternativo.com/2009/0 ... rianza-22/

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