- Jue, 15 Jul 2010, 09:39
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HOla bienvenida a la web.
Te han dado buenos consejos. Tu bebé es muy pequeño para poder poner en práctica cualquier cosa. Ahora lo único que funciona es ofrecerle pecho y darle mucho contacto.
Para que haga siestas más largas puedes aprovechar después de comer y tumbarte con tu bebé en la cama y darle el pecho allí, las dos tumbadas, que tenga el pecho a su alcance, te relajas y aprovechas para echarte una siesta junto a tu bebé. De esta manera tú recargas pilas y la niña va ajustándose a las siestas.
El ambiente tiene que ser tranquilo por la noche, y eso incluye que tú también lo estés. Los bebés y los niños son esponjas que se empapan de nuestros sentimientos, si estamos ansiosos contando los minutos que está en el pecho, contando los despertares, ellos los notan y en vez de relajarse se aferran todavía más, porque notan que algo no va bien.
Evita las visitas de última hora de la tarde, y si no las puedes evitar, al menos que no molesten al bebé. Los bebés se estresan y necesitan mucha tranquilidad.
Yo tengo dos hijas y las dos han tenido un comportamiento totalmente distinto por la noche: la mayor se despertaba cada dos horas e incluso cada hora, la pequeña tal como nació, me la puse a la teta y durmió a mi lado, pues se despertaba una o dos veces a mamar y a seguir durmiendo, pero a lo que llegué a los 6 meses las dos dormían de la misma manera, despertándose cada poco.
El sueño es un proceso evolutivo, podemos ayudarles a enlazar una fase a otra de sueño acompañándolos, ofreciéndoles lo que más le da consuelo.
Es de esta manera cuando se consigue que los peques estén tranquilos y vean el sueño con naturalidad.
El problema, como bien has anotado, son las falsas expectativas que nos hacemos y los comentarios de los demás. Todos los bebés son únicos, y como tales cada uno dormirá de distintas maneras; unos necesitarán más brazos, otros más pecho, otros más chupete, otros más presencia, otros se conformarán con un muñeco, pero todos tendrán en común una cosa: la necesidad de un elemento para volver a dormirse.
Tu peque es muy pequeño, ha pasado 9 meses dentro de tí, allí se ha sentido reconfortado, alimentado, querido, ¿por qué no va a ser lo mismo fuera? Cuando nacen están indefensos, inmaduros, y necesitan constantemente de cuidados. Precisamente para que puedan madurar tenemos que darles esa seguridad y tranquilad, y eso se consigue atendiendo todas sus necesidades, que no sólo consiste en alimentarlos y vestirlos, sino también sus necesidades afectivas.
Nunca hay que poner límites a los abrazos, a los besos, al pecho, al amor. ¿Se va a acostumbrar? Pues lógico, yo también me acostumbro enseguida a que me traten bien y a que me demuestren lo que me quieren.
Imagínate que tu pareja pusiera límites a sus muestras de afecto "para que no te acostumbres" a ellas. ¿cómo te sentirías? Pues ahora ponte en el lugar de tu bebé, un pequeño que cuando llora lo hace porque es su manera de decir "necesito comer", "necesito que me quieras".
Aprovecha ahora todo el tiempo que puedas de tu hija. Estos años nunca vuelven y es una etapa muy bonita que luego se echa mucho en falta.
A lo que te he comentado de las siestas y del ambiento añado:
Observa si el baño la estimula o la relaja, hay niños que el baño por la noche les pone más nerviosos, si le pasa a tu hija báñala a otras horas.
Ofrécele el pecho a demanda. Sobre los 3 meses tienen una crisis de crecimiento en la que están más demandantes, piden más pecho, y están más nerviosos. Incluso puedes pensar que no tienes leche para alimentarla. Lo que está haciendo es mandar señales a tu cuerpo para que, precisamente, fabrique más. Y para eso tiene que pedirla. Lo mejor para pasarlo pronto, es ofrecer y ofrecer y darle cuando pida, sin límites, sin horarios, sin mirar el reloj, sin dar complementos, (ni siquiera agua).
Hazte con un buen portabebé, (manduca, fular, meitai, pouch...), te permitirá tenerla en brazos con comodidad, darle el pecho y tú podrás moverte.
Puedes poner la cuna a modo de cuna sidecar: quitas la barandilla que da al lado de la cuna, sujetas bien la cuna a la cama para que no se mueva, e igualas el colchón mediante mantas, si fuera necesario. De esta manera puedes dormir a la peque tumbada en la cama y cuando se duerma dejarla allí, sin necesidad de moverla. Muchas veces se despiertan porque los movemos antes de que entren en la fase de sueño profundo. Si la duermes ya allí, no tienes la necesidad de moverla. Además al tenerla cerca, sin barrotes, cuando se despierte por la noche puedes girarte, darle el pecho y continuar durmiendo. Sin pensar en ver cuándo se suelta y lo que tarda.
Mírate los enlaces que te han puesto y nos vas contando a ver cómo vas.