A ver, si es que no sé ni por dónde empezar. Nicolás no ha pasado por los terribles dos, de verdad. Apenas tuvo rabietas hasta hace nada, un par de meses, y en el parque iba dejando todos sus juguetes. Pero se acercaron los tres años y me parece que van a ser los “terribles tres”.
Ha absorbido el concepto “mío” de una manera impresionante. Compartir, comparte pero tan pronto lo hace como te pide que le guardes su juguete para que nadie lo coja.
Pero lo que realmente me preocupa y me choca (porque de verdad que creo que no va en su naturaleza) es que ha empezado a pegar. Pega cuando está enfadado. Por lo que observo es su manera de canalizar su ira, mala manera, es verdad, pero se ve que es la única forma que ha encontrado de expresar su ira y su frustración.
Intento trabajar con él explicándole que no se hace, que los niños que pegan acaban por quedarse solos porque como hacen daño la gente les acaba teniendo miedo. Le cuento que se habla con las palabras, no con los puños y que tiene que explicar el motivo de su enfado para que le entendamos. Le cuento también que con las manos se acaricia. Cuando pega a algún amiguito (si es que además pega a los que más confianza y trato tiene, siempre, insisto por algún juguete o situaciones similares de no me dejas, no te dejo, te cojo, no me cojas…..) le llevo aparte para hablar con él. Le aviso de que, de repetirse, nos marcharemos de donde estamos y si vuelve a hacerlo, cumplo con el aviso. Incluso muchas veces no doy lugar a aviso alguno… ¿has pegado? Le explico que no se hace, pedimos perdón y nos vamos a casa.
La verdad es que soy muy estricta o eso creo. Pero ¿y si se me escapa algo? Y si persiste? Es un niño muy apasionado, muy sentido, nervioso (en el sentido de movido)…… He llegado a pensar en apuntarlo a alguna actividad tipo artes marciales pero ¿no es muy pequeño?
Buf, que mal….. lo llevo muy mal….
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
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