Durante varias entradas hemos ido definiendo qué es un bebé de alta demanda, hablando de algunos de sus comportamientos y de las características que suelen tener.
Hoy quiero hablar de qué supone tener un bebé de alta demanda y de cuál es la razón para “diagnosticar” a un bebé como de alta demanda, con el fin de entender un poco más a estos niños y, sobretodo, a sus padres.
Qué supone tener un bebé de alta demanda
Lo primero que hay que tener claro es que los bebés de alta demanda son normales. Son bebés que, por la razón que sea, tienen un carácter y una manera de actuar algo diferente a lo que la sociedad suele estar acostumbrada y, sobretodo, a lo que la sociedad tiende a considerar como comportamiento natural o normal de un bebé.
Con esto quiero decir que todo el mundo puede entender que un bebé llore un ratito, pero sin embargo no entiende que pueda llorar un buen rato. Todo el mundo entiende que un bebé pueda querer estar en los brazos de su madre mientras mama o para jugar, pero no entiende que la madre tenga que estar todo el día con el bebé en brazos y todo el mundo entiende que un bebé pueda querer mamar cada dos o tres horas, pero no que pueda necesitar el pecho muy a menudo.
Esto hace que los padres con bebés que necesitan mucho contacto y que se quejan mucho cuando no obtienen lo que necesitan sientan que sus bebés son “bichos raros” que se están criando justo del modo contrario al que esperaban y, lo peor de todo, que ellos son los culpables de dichos comportamientos.
Hoy en día hay pocos padres que estén realmente concienciados de lo que supone tener un bebé y es habitual ver caras de cansancio, desbordamiento y de “yo no sabía que los bebés eran así” cuando han pasado apenas dos semanas desde el nacimiento. Si a esto añades que hay bebés que lloran más que otros, que maman más que otros y que necesitan contacto continuo, a diferencia de otros, el sentimiento de haber hecho algo mal, junto con los cientos de opiniones del entorno confirmando que el bebé hace cosas que no debería y que se está malcriando o convirtiendo en un consentido, los papás acaban teniendo un auténtico problema (un bebé “no normal”) y piden urgentemente una solución.
Por qué se “diagnostica” a un bebé de alta demanda
Decir que un bebé es de alta demanda no sirve para nada si pensamos en el niño. “Alta demanda” no es un diagnóstico médico, ni una enfermedad, ni un síntoma, ni nada que pueda escribirse en un historial. Ni siquiera es una característica que tenga que perdurar mucho tiempo, ya que un bebé puede ser de alta demanda y convertirse, poco a poco, en un niño tan demandante como cualquier otro.
La única razón por la que se le puede llegar a decir a un padre y una madre que su bebé es de alta demanda es porque creen que tienen un problema o están haciendo algo mal, cuando no es así (bueno, quizás sí están haciendo algo mal, todo hay que valorarlo, pero descartado ésto, hay que pensar en el niño).
Decir a una pareja que su hijo probablemente sea un bebé de alta demanda equivale a decir “hay niños que necesitan más contacto que otro, igual que hay niños que necesitan más comida que otros. Al bebé que quiere comer más hay que darle más comida, al que quiere más contacto, hay que darle más contacto”.
Es decir, el “diagnostico” (entrecomillo, porque, como digo, ser de alta demanda no es un diagnóstico) de alta demanda es útil para demostrar a los padres que el bebé que todo el mundo considera malcriado o consentido es normal y para hacer sentir que la manera de criar de los padres, tan criticada por ofrecer muchos brazos, dar mucho el pecho o por dormir junto al bebé (pues si no se hace así, el bebé llora aún más), es realmente lo que un bebé de este tipo necesita, demanda y debe recibir.
“Creo que tengo un bebé de alta demanda, pero nadie me ha dicho tal cosa”
El concepto de bebé de alta demanda es poco conocido y por esta razón lo más probable es que, ante un bebé de alta demanda, nadie le diga a esa madre: “tranquila, tienes un bebé de alta demanda”.
Lo cierto es que esto podría parecer preocupante pero no lo es realmente. No hace falta decir las palabras “alta demanda” para decir que un bebé es normal. Sólo con que un pediatra o enfermera diga “hay bebés que necesitan más que otros”, “el comportamiento de tu bebé es normal”, “dale tantos brazos como quiera y atiende a sus demandas” y “no hagas mucho caso de lo que digan los demás, porque sólo tú sabes cómo criar a tu hijo, que es único”, es suficiente.
“Mi amiga dice que tiene un bebé de alta demanda, pero yo creo que es normal”
Y seguro que lo es, porque como digo, los bebés de alta demanda son bebés normales. Una madre puede considerar que su hijo demanda mucho porque ella espera que los bebés sólo duerman y coman, siendo un bebé con unos requerimientos habituales y otra madre con un bebé que podría ser considerado de alta demanda puede no ver ningún comportamiento en su bebé que lo diferencie de otros bebés.
Esto hace que haya madres que digan que tienen un bebé de alta demanda, cuando no lo son, y madres que no lo digan, cuando sí lo son.
La conclusión al final es que da exactamente igual, porque el “diagnóstico” es una herramienta para los padres y no para los hijos. Como ya he dicho, nadie va a medicar al bebé, ni lo va a derivar a un psicólogo por ser considerado de alta demanda, pero si a la madre esto le hace sentir mejor con su estilo de crianza, no hay problema en que lo piense.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
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Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
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