- Vie, 23 Abr 2010, 09:13
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Cómo te entiendo. Yo también nací en casa (bueno, yo y mis dos hermanas y mi hermano). También a mi me daba mucha vergüenza, pues x aquí (que había mucho militar) estaba considerado el dar a luz en casa como de gente pobre y de pueblo. Realmente no éramos muy pudientes, y es cierto que vivíamos en una pequeña aldea. Pero yo entonces no conocía el significado de estas cosas.
Hoy, también yo me siento orgullosa de mi madre, sobre todo porque, cuando me cuenta su primera experiencia con mi hermana mayor, que nunca nadie le había contado nada sobre el parto, ella no sabía el significado de las contracciones, no sabía el dolor que se podía sentir, no sabía los cuidados que había que tener, no sabía nada. Sólo supo que venía para casa en el autobús y se empezó a encontrar mal. Que el autobús la dejaba a 1 km de nuestra casa y todo era cuesta arriba, que se sentía mojada y con un dolor horrible, que sentía un pánico inmenso. Que cuando llegó a casa empezó a gritarle a todo el mundo para que la dejasen sóla. Y, cuando ya no pudo más, llamó mi abuela (su suegra, xq su madre vivía lejos) y parió a una preciosa niña.
De la siguiente niña q tuvo, mi otra hermana. Lo pasó realmente mal. Era muy grande (casi 5 kg) y le costó lo suyo, además de unas hemorragias tremendas.
A veces me cuenta entre risas las cosas que le hacían tomar después de parir: caldo de gallina (q sabía a rayos y truenos), ponches (y así estaba zumbada todo el día y no sentía dolor la pobre), chocolate ... y no sé qué más.
Para ella fueron experiencias algo duras. Pero, pese a ello, y después de vivir mi parto y el de mis hermanas en un hospital, está contenta y orgullosa de haber parido en casa. Y yo estoy muy orgullosa de ella, de haber tenido tanta entereza y tanto valor, pese al desconocimiento y el miedo.