Europa Press. Madrid
Los niños con problemas de sueño en la infancia tienen mayor riesgo de padecer problemas de consumo de alcohol y drogas, resultados académicos bajos, conductas negativas e incluso conductas temerarias, que pueden llevar a la muerte, según afirmó la doctora Maria M. Wong, profesora asociada del departamento de Psicología de la Universidad de Idaho y uno de los autores de un estudio sobre los problemas del sueño cuyos resultados serán publicados en el número de junio de Alcoholism: Clinical & Experimental Research.
"Cerca de uno de cada diez padres o tutores creen que sus hijos tienen problemas para dormir bien", explicó Wong, de hecho "la prevalencia de este problema en las edades comprendidas entre los 12 y los 25 no es muy elevada, pero está creciendo cada año", señaló.
Tim Roehrs, director del Centro de Investigación de Problemas del Sueño del Hospital Henry Ford, indicó que "existen datos que alertan del aumento de la relación de los problemas de insomnio en estas edades con problemas sociales y en el colegio, y ahora, en este estudio se han añadido los problemas con otras drogas".
Wong explicó que en trabajos anteriores de su grupo "se detectó que el exceso de cansancio y los problemas de sueño predisponían para el aumento del alcoholismo y drogas ilegales, así como del tabaquismo y del consumo de alcohol en chicas".
En la actualidad, la mayoría de los participantes de aquel estudio son jóvenes adultos, por lo que se quiso comprobar si esta asociación "existe ahora que son mayores", señaló la especialista. En el estudio participaron, 386 adolescentes (292 chicos, 94 chicas).
Los resultados mostraron que los jóvenes que decían tener problemas para dormir cuando tenían entre 3 y 5 años, tienen una mayor probabilidad de continuar con estos problemas entre los 11 y los 17, así como para tener problemas relacionados con las drogas entre los 18 y los 21 años, señaló Wong.
Igualmente, el exceso de cansancio en la infancia predijo mayores problemas de comportamiento en la adolescencia y mayor riesgo de tener problemas por consumo de drogas ilegales. Además, está directamente relacionado con "las borracheras, pérdidas de conocimiento a causa del alcohol, conducción bajo los efectos del alcohol y alcoholismo en la primera edad adulta", explicó la psicóloga.
Rohers destacó que este estudio es "un paso importante en la comprensión de la relación de los problemas del sueño y el consumo de sustancias, especialmente entre adolescentes, ya que es el primero que analiza el problema desde esta perspectiva y además, se han identificado los posibles mediadores para buscar soluciones".
Por su parte, la doctora afirmó que la investigación puede "ayudar a detectar los factores de riesgo del consumo de alcohol desde etapas muy tempranas de la vida". Además, señaló que es "muy importante que la sociedad este concienciada de la importancia del sueño en los niños, así como de sus potenciales efectos en el autocontrol y el abuso posterior de sustancias".
Finalmente, recalcó que "los programas de prevención del consumo de drogas tienen que considerar esta relación y el personal sanitario deberían estar concienciados igualmente de las graves consecuencias que pueden tener los problemas del sueño y ofrecer un tratamiento cuando esté clínicamente indicado".