- Vie, 19 Feb 2010, 16:58
#359725
Hola chic@s, siempre es bueno visitarl@s y saber de ustedes, sé que podrán ayudarme.
Hace 4 ó 5 meses más o menos me enteré que mi esposo había iniciado un romance con una amiga de su trabajo. Cuando lo encaré me dijo que una semana atrás había decidido olvidarse de ella, me pidió perdón y me dijo que quería que todo vuelva a ser normal. Yo traté de olvidar todo y seguir con él, sobre todo porque tenemos una nena de 2 años. Pero pasó el tiempo y hace dos semanas me confesó que sigue detrás de la mujer esa, que la sigue buscando y que sigue pretendiéndola. Cuando me lo contó se puso como una fiera, no entendí que era lo que quería, no sabía si quería salvar el matrimonio o irse con ella, todo en su cabeza era un caos, no entendí nada de lo que me dijo, sólo que ya no estaba seguro de si quería seguir conmigo o no.
Yo tengo bien metido en mi corazón y en mi cabeza que el matrimonio es cosa seria, que no puede romperse por cualquier crisis, que debe ser capaz de superar cualquier problema, pero él no sé. Cuando le he preguntado se pone muy difícil, comenzamos a discutir y gritarnos y todo se vuelve un caos otra vez.
Mi única intensión es saber si por lo menos él tiene ganas de hacer que las cosas vuelvan a su curso normal y que volvamos a ser los de antes. Él dice que la mujer ya no quiere nada con él, pero hay cosas que hace ella que no dicen lo mismo y al final de cuentas yo no sé si sólo es él quien tiene la cabeza caliente o si es ella la que se la calienta con toda intensión.
He buscado ayuda en internet, he buscado artículos sobre el matrimonio, para fortalecerlo, para renovarlo, para salvarlo y se los he dado para que lo ayuden, pero creo que no le ha hecho mucho caso.
He tratado de dejar que las aguas se apaciguen, que piense bien las cosas y que opte por el camino correcto (¡tan difícil puede ser para un hombre optar por el camino correcto!) y me ha preguntado por qué soy tan buena con él (qué chata es su visión de las cosas! qué egoista!).
Hace unos días me dijo que había pensado bien las cosas y que estaba arrepentido, que estaba dispuesto a hacer bien las cosas otra vez y me pidió perdón, pero al día siguiente cuando malinterpretó una actitud mía hacia él, se volvió un monstruo otra vez y me dijo que eran todas esas cosas que yo hacía las que lo empujaban a pensar en la otra, que todo lo que había hecho no era más que presionarlo y exigirle una respuesta que él todavía no tenía, que lo manipulaba poniendo a nuestra hija de por medio, que era una egoista por no entenderlo, que todo lo que he llorado no es más que un chantaje para manipularlo. Me dió rabia oir eso, tan bajo cree que puedo caer. Ese día quise dejarlo todo y salir de mi casa a pensar (como él a veces hace), pero mi hija se puso a llorar llamándome y no pude hacerlo. Tuve que tranquilizarme y continuar. Lo feo de ese momento es que esta vez, por primera vez mi hija se ha dado cuenta que estamos peleando y se ha puesto a llorar cuando me ha visto llorar, así que le he dicho a él que si va seguir teniendo esas actitudes que mejor se vaya, que prefiero que esto se acabe para no seguir afectando a mi hijita, prefiero que se vaya a que se quede y con eso lastimemos mi nena (si él quiere pisotear todo por su egoismo, allá él, yo me mantengo firme y estaré con la conciencia tranquila de que no será por mí que esto salga mal). Me dijo que ya no se iba, que cuando quizo hacerlo yo no lo dejé y que ahora ya no se iba.
Después de eso yo no sé que actitud tomar, él me llama a la hora del almuerzo y a la hora en que estoy por salir del trabajo para preguntarme como estoy (como si todo estuviera bien), al llegar a casa me pregunta como me ha ido, pero no me toca, no intenta acercarse, no me busca, no muestra preocupación por solucionar esto... parece que no le importara a dónde hemos llegado, en dónde estamos y lo mal que estamos. Casi ni hablo con él en estos días, prefiero no hacerlo, no quiero que él crea que todo es perfecto: él pensando (y quien sabe qué más) en otra, apestándole todo lo que yo digo o hago, esperando que todo sea normal, aparentando ser un buen esposo y un buen padre, viviendo bajo el mismo techo, qué debo hacer?
No sé que hacer, aunque me duela estoy dispuesta a dejar que se vaya (yo no seré la mala de la película), por el bien de nuestra hija. Necesito que me den un consejo porque aparentemente él no quiere irse, está dispuesto a vivir en casa pero sin intensiones de cambiar, yo le he propuesto ir a una terapia de parejas pero me ha dicho que necesita tiempo, que no lo presione, pero creo que no tiene ganas de cambiar las cosas, él está muy cómodo así.
Hace 4 ó 5 meses más o menos me enteré que mi esposo había iniciado un romance con una amiga de su trabajo. Cuando lo encaré me dijo que una semana atrás había decidido olvidarse de ella, me pidió perdón y me dijo que quería que todo vuelva a ser normal. Yo traté de olvidar todo y seguir con él, sobre todo porque tenemos una nena de 2 años. Pero pasó el tiempo y hace dos semanas me confesó que sigue detrás de la mujer esa, que la sigue buscando y que sigue pretendiéndola. Cuando me lo contó se puso como una fiera, no entendí que era lo que quería, no sabía si quería salvar el matrimonio o irse con ella, todo en su cabeza era un caos, no entendí nada de lo que me dijo, sólo que ya no estaba seguro de si quería seguir conmigo o no.
Yo tengo bien metido en mi corazón y en mi cabeza que el matrimonio es cosa seria, que no puede romperse por cualquier crisis, que debe ser capaz de superar cualquier problema, pero él no sé. Cuando le he preguntado se pone muy difícil, comenzamos a discutir y gritarnos y todo se vuelve un caos otra vez.
Mi única intensión es saber si por lo menos él tiene ganas de hacer que las cosas vuelvan a su curso normal y que volvamos a ser los de antes. Él dice que la mujer ya no quiere nada con él, pero hay cosas que hace ella que no dicen lo mismo y al final de cuentas yo no sé si sólo es él quien tiene la cabeza caliente o si es ella la que se la calienta con toda intensión.
He buscado ayuda en internet, he buscado artículos sobre el matrimonio, para fortalecerlo, para renovarlo, para salvarlo y se los he dado para que lo ayuden, pero creo que no le ha hecho mucho caso.
He tratado de dejar que las aguas se apaciguen, que piense bien las cosas y que opte por el camino correcto (¡tan difícil puede ser para un hombre optar por el camino correcto!) y me ha preguntado por qué soy tan buena con él (qué chata es su visión de las cosas! qué egoista!).
Hace unos días me dijo que había pensado bien las cosas y que estaba arrepentido, que estaba dispuesto a hacer bien las cosas otra vez y me pidió perdón, pero al día siguiente cuando malinterpretó una actitud mía hacia él, se volvió un monstruo otra vez y me dijo que eran todas esas cosas que yo hacía las que lo empujaban a pensar en la otra, que todo lo que había hecho no era más que presionarlo y exigirle una respuesta que él todavía no tenía, que lo manipulaba poniendo a nuestra hija de por medio, que era una egoista por no entenderlo, que todo lo que he llorado no es más que un chantaje para manipularlo. Me dió rabia oir eso, tan bajo cree que puedo caer. Ese día quise dejarlo todo y salir de mi casa a pensar (como él a veces hace), pero mi hija se puso a llorar llamándome y no pude hacerlo. Tuve que tranquilizarme y continuar. Lo feo de ese momento es que esta vez, por primera vez mi hija se ha dado cuenta que estamos peleando y se ha puesto a llorar cuando me ha visto llorar, así que le he dicho a él que si va seguir teniendo esas actitudes que mejor se vaya, que prefiero que esto se acabe para no seguir afectando a mi hijita, prefiero que se vaya a que se quede y con eso lastimemos mi nena (si él quiere pisotear todo por su egoismo, allá él, yo me mantengo firme y estaré con la conciencia tranquila de que no será por mí que esto salga mal). Me dijo que ya no se iba, que cuando quizo hacerlo yo no lo dejé y que ahora ya no se iba.
Después de eso yo no sé que actitud tomar, él me llama a la hora del almuerzo y a la hora en que estoy por salir del trabajo para preguntarme como estoy (como si todo estuviera bien), al llegar a casa me pregunta como me ha ido, pero no me toca, no intenta acercarse, no me busca, no muestra preocupación por solucionar esto... parece que no le importara a dónde hemos llegado, en dónde estamos y lo mal que estamos. Casi ni hablo con él en estos días, prefiero no hacerlo, no quiero que él crea que todo es perfecto: él pensando (y quien sabe qué más) en otra, apestándole todo lo que yo digo o hago, esperando que todo sea normal, aparentando ser un buen esposo y un buen padre, viviendo bajo el mismo techo, qué debo hacer?
No sé que hacer, aunque me duela estoy dispuesta a dejar que se vaya (yo no seré la mala de la película), por el bien de nuestra hija. Necesito que me den un consejo porque aparentemente él no quiere irse, está dispuesto a vivir en casa pero sin intensiones de cambiar, yo le he propuesto ir a una terapia de parejas pero me ha dicho que necesita tiempo, que no lo presione, pero creo que no tiene ganas de cambiar las cosas, él está muy cómodo así.
y desgraciada a cada momento 
,aparte claro esta de lo burra que soy y que no le haria ni la maleta lo mas probable es que su ropa y trastos salieran por la ventana 
