Uli siempre fue un nene super dulce, con sus caprichos logicos producto de un día agitado o falta de sueño, pero el capricho por que sí es algo que en él no sucedía al punto que desde hace unos días, por ejemplo, no quiere ir a la casa de su abuela que es quien lo cuida todos los días.
Realmente me preocupa y no se si darle demasiada importancia o solo es parte de una nueva etapa.
Para ponerlos en contexto, todos los días él y Mati de 10 meses, van todos los días de la abuela para que los cuide, en donde suelen estar también sus dos primos, Leandro de 8 y Martina de 18 meses.
Lo que me preocupa es que hace unos días no para de gritar, comportarse como un bebe, romper juguetes, quiere dormir en mi cama cuando ya no lo hace desde hace varios meses o pedir ir a un lugar y cuando está ahí no quiere quedarse y cosas por el estilo... sinceramente se me hace cada vez más dificil negociar con él sin recurrir al enojo y castigo en oportunidades extremas (lo dejaosm sentado en un sillón unos minutos para que piense)
Les agradeceré me cuenten sus experiencias y consejos para hallar un método que no me haga llegar al premio y castigo, que claramente no es el que nos hace sentir más comodos.
Muchas gracias!
Melcita