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25 maneras de hablar para que tus hijos te escuchen:
http://www.dormirsinllorar.com/crecer_feliz4.htm
Y en este post hay muchos artículos muy interesantes, entre ellos estos:
viewtopic.php?f=6&t=3655&start=15
18 MANERAS DE DECIR NO DE FORMA POSITIVA
“No” es una palabra cargada de poder, rápida en los labios, fácil de decir. Su hijo oirá esa palabra con mucha frecuencia, y usted la oirá de su hijo también con frecuencia. Es necesario par un padre decir no a un niños, de forma que más tarde el niño pueda decirse no a si mismo. Todos los niños y algunos adultos tienen dificultad para retrasar la gratificación. “lo quiero ahora” es un deseo guía para los niños pequeños. Aprender a aceptar el no de otra persona, es un preámbulo a aprender a decirse no a si mismo. Lo que hace que los niños (y los adultos) se metan en problemas, es una reacción impulsiva a un deseo. Es decir si inmediatamente sin tomarse tiempo para hacer circular el deseo Portu “sensor” interno y considerar la necesidad de decirse no a si mismos.. Aquí expongo como usar esa pequeña palabra, para dar mensajes positivos.
1-. HAGA UN BALANCE:
Demasiados noes o demasiados sies, pueden torcer la autodisciplina de un niño. Es importante conseguir el balance correcto de sies y noes en el entrono de un niño. si usted raramente dice no a su hijo, las pocas veces que lo haga, su hijo se “desintegrará” porque no está habituado a ser frustrado. Si todo el dia está lleno de noes, el niño creerá que el mundo es un sitio negativo, y crecerá siendo una persona negativa. El mundo real está siempre lleno de sies y noes. En algunos hogares, los niños aprenden pronto cual es el padre que dice si, y cual el que dice no. Hasta los diez mandamientos tienen cosas que debes hacer y otras que no.
2-.LOS NO CRECEN:
El arte de decir no crece con su bebé. Durante el primer año, las necesidades de su bebé y sus deseos son lo mismo, así que será usted básicamente un padre de “si”. Durante el segundo año, los deseos del bebé no siempre son seguros o saludables, así que será usted un padre de si y no.
de los 9 a los 14 meses, el decir no es casi seguido, los llamamos noes de baja energía. Entre los 14 y los 18 meses, a medida que los bebés meten la directa, se frustran con facilidad, y fácilmente protestarán al intentar ser dirigidos en una dirección diferente de la que ellos quieren. En este momento, usted necesitará noes de alta energia y soluciones alternativas creativas. Alrededor de los 18 meses es cuando decir no se puede convertir en un asunto a tener en cuenta. Los padres pueden empezar a transmitir una actitud de “así es la vida, y yo confío en que puedas con ella.”. Hacia los dos años, los niños son expertos en decir no.
3-. USE ALTERNATIVAS CREATIVAS AL NO:
una mañana cuando tenia 18 meses, Lauren, que estaba atravesando una fase impulsiva, revoloteaba alrededor de la casa escalando todo y metiendose en todas partes. Se estaba poniendo en peligro y revolviendo toda la casa. Tras el no número 20, yo estaba cansado de oir esa palabra, y mi hija tambien. En la parede de la habitación de uno de mis hijos, hay un poster en el que un gatito atrapado por una pata en lo alto de un arbol dice: “señor, protégeme de mi mismo”. Mi hija necesitaba ser protegida de su propia impulsividad. Necesitaba un cambio de aires. Pasamos el resto del dia fuera de casa. Parques y areas de juego, proveen un espacio y un lugar de sies, en el que correr y escalar. Si se encuentra usted con un niño pequeño, revoloteando de cosa en cosa y con usted persiguiendole alrededor de la casa diciendo no, considere cambiar a algo más divertido: salga, lleve un libro con usted, colóquese en lugar seguro y déjele correr.
TIP DE DISCIPLINA: CUANTO MENOS NO, MEJOR EL DIA PASÓ.
4-. ENSEÑE SIGNOS DE PARAR:
Incluso en los meses tempranos debe enseñar al bebé a reconocer el lenguaje corporal que significa “para”. Su bebé necesita estar expuesto a estos signos de lenguaje corporal antes de oir la palabra no. El primer mordisco en su pezón durante la lactancia, supondrá un signo de ¡hay! en su cara. La primera vez que su bebé alcanza algo peligroso, su cara registrará alarma. Usted obtendrá mejores resultados de sus signos de “parar” si su bebé está habituado al lenguaje corporal positivo, de forma que cualquier cambio, le haga prestar atención. Sus noes serán mas eficaces con el niño pequeño si el ve un montón de lenguaje corporal positivo (mucha aprobación y orgullo, gestos de gusto y placer, contacto ocular, cosquillas y rostros iluminados que dicen”te quiero mucho, eres fantástico”).
Nos hemos dado cuenta de que los niños criados con apego, que pasan muchas horas en brazos y en contacto cara a cara, aprenden fácilmente a leer la cara de los padres y su lenguaje corporal. Tener mucho contacto y comunicación cara a cara en los primeros años, hace la comunicación cara a cara más fácil en los años por venir. Algunos niños son tan impresionables por el lenguaje corporal que usted puede obtener lo que desea sin decir una palabra. Una madre expresiva de un niño pequeño apegado nos dijo: “habitualmente todo lo que tengo que hacer es mirar hacia ella con el ceño ligeramente fruncido, y para de comportarse mal”
5-. ENSEÑA SONIDOS DE PARAR:
con frecuencia un cambio en su humor o en su lenguaje corporal no es suficiente para redirigir las acciones impulsivas. En este caso se necesitan palabras. Los niños aprenden pronto que parabras “educativas” conllevan más fuerza y demandan una respuesta más rápida. Y tambien que tono de voz significa “tienes un problema” y cuales permiten cierta laxitud. Armese de una variedad de sonidos que signifiquen “detén lo que estás haciendo”. Elabore la intensidad del sonido en función de la gravedad del comportamiento. Reserve los sonidos realmente grandes para el peligro real.
6-. ENTRENE “LA MIRADA”:
Con frecuencia se puede corregir a un niño sin usar una palabra. He notado que los maestros en educación utilizan una mirada de desaprobación que para el comportamiento, pero preserva la autoestima del niño. Martha, después de educar a 8 hijos, ha perfeccionado “la mirada”: la cabeza ligeramente torcida, los ojos penetrantes. exactamente la expesión facial que corresponde con las palabras “no me gusta lo que estas haciendo, te aprecio y se que puedes hacerlo mejor”. Recuerde que susu ojos revelan lo que realmente está usted pensando o sintiendo. si lo que sientes es ira, eso será lo que el niño lea en sus ojos. si reconoce que esto el lo que está pasando debe disculparse por la dureza del sentimiento que se está leyendo en sus ojos. Asegurese que los signos y sonidos de “para” detienen los malos comportamientos, y no el crecimiento de la autoestima en su hijo. Este debe comprender que usted desaprueba el comportamiento y no al niño. Para estar seguro de que pone la nota correcta, tras “la mirada” haga un gesto carióso, una sonrisa o diga: no me gustaba el comportamiento, pero tu si me gustas.
7-. CREE ALTERNATIVAS A LA PALABRA NO:
Decir no constantemente hace que esta palabra pierda su fuerza. Como los sonidos de “para” sirven básicamente para proteger, intente utilizar palabras qe se ajusten más específicamente a la situación. Por ejemplo, cuando un niño se acerca a la caja de las deposiciones del gato, su primera reacción es decir ¡no!, pero seguido de una explicación: está sucio. te pondras malito. La proxima vez que lo haga ( y seguro que lo hará) en lugar de no, diga solamente: está sucio, te pondrás malito. esto y una expresión de disgusto en su cara, ayudará al niño a comprender el porque del comportamiento que se espera, y la caja del gato perderá su atractivo.(suponiendo que la caja del gato esté situada fuera de los trayectos habituales del niño, ya que la basura, sí como la arena son irresistibles en caso contrario). Los bebés empiezan a necesitar noes alrededor del 6º mes.
Un dia nuestra hija de dos años, apareció en nuestro estudio esgrimiendo una bolsa de cacahuetes. En lugar de arrancar los cacahuetes de su mano y gritar no, mártha miróa a lauren directamente a los ojos, y con mucha clama le dijo: no para lauren. su tono de voz y su mirada detuvieron a lauren en sus pasos. matha tomó a lauren en brazos y (aun con los cacahuetes en la mano) se dirigió con ella a la despensa, donde le proporcionó un esnack más seguro.. Utilizando la frase estandar: no para lauren, y dandole una alternativa, lauren no tuvo tiempo para pensar en retarnos o tener un berrinche, cosa que un no seguramente hubiera producido. En cualquier familia hay cosas que no son para los más peuqeños. cuando usted utiliza esta frase con calma y consistencia desde bien temprano en la niñez, el pequeño comprende que usted le está protegiendo.
El no es un apalabra facil de decir. No requiere pensar previamente, y es automática, aunque irritante y opresiva. Decir “no puedes” comunica más y se utiliza con más reflexión, en situaciones en las que verdaderamente el bebé no debe serguir. Con esta expresión, usted está protegiendo su mente y su cuerpo. En nuestra experiencia los bebeés responden mejor al “para” que al “no”. y detiene el comportameitno por un tiempo suficiente como para premitirle a usted elaborar otras estrategias. Para es protector antes que punitivo. El no invita a una lucha de voluntades, pero incluso los bebés muy cabezotas habitualmente se detendrán un momento al escuchar la palabra “para”, para evaluarla. Estos mismos niños habitualmente ignoran el no. si lo han escuchado miles de veces antes. Pero incluso la palabra “para” pierde su poder si se utiliza con demasiada frecuencia.
8-. UTILICE “LA VOZ”:
Además de perfeccionar “la mirada”, reserve un tono de voz especial para aquella ocasiones en que es importante hacerse escuchar. Una educadora veterana, compartio con nosotros su secreto: yo soy una madre de buen compas, pero mis hijos conocen tan solo por mi tono de voz cuando han traspasado la linea. Un dia mi hija de dos años estaba comportandose mal y mi hijo de 4 años le dijo: no juegues con mamá cuando habla así.
9-.PROPORCIONE SUSTITUTOS POSITIVOS:
Presente un positivo con su negativa: no puedes coger el cuchillo, pero si la cuchara. Utilice una expresión de convencimiento para “vender” el puedes hacer y ablandar el no puedes. No puedes cruzar la calle, dice usted con un tono apropiado a las circunstancias, y después diga cuidadosamente: pero puedes ayudar a mamá a barrer el porche. Debe haber un poco de marketing creativo en cada madre.
10-. EVITE SITUACIONES ENGORROSAS:
Si usted lleva a su hijo a una tiendo de juguetes a comprar algo para el cumpleaños de un amigo, sea consciente de que está acercandose a una confrontación, ya que su hijo puede querer comprar todo lo que vea en la tienda. Para evitar el no, no puedes tener eses juguete antes de entrar expliquele que estan en la tineda para comprar un juguete par su amigo y no para el. de este modo estará preparado para no pedir un juguete.
11-. NO TAMBIEN ES UNA PALABRA DE NIÑOS
Esté preparado para ser usted quien reciba la palabra no. Nuestra hija de dos años acaba de salir corriendo por la puerta, le pedimos que vuelva y ella chilla ¡no!. su primera reacción será: esta pequeña ardilla no me va a responder de esta manera, le enseñare quien manda aquí. Comprender que hay detrás de esa niña de dos años y de esa palabra de dos letras, le ayudará a aceptar este comportamiento normal en un niño pequeño. No se tome ese no como algo personal. Decir que no es saludable para el dasarrollo normal del niño y para establcer su identidad como individuo. No se trata de un desafio ni de un rechazo de su autoridad. Algunos padres sienten que no pueden tolerar ningún no en absoluto de sus hijos, pensando que esto socava su autoridad. Se enfadan interrumpiendo un importante proceso de auto afirmación. Los niños tienen que experimentar donde termina su madre y donde empiezan ellos. Los padres pueden aprender a respetar los deseos individuales, y seguir estando al cargo y manteniendo los limites. A medida que su hijo se hace mayor, la habilidad de pasar ciertas situaciones (robar, engañar, drogas…) dependera de su habilidad para decir no.
A los 18 meses, lauren tenia asumido que no significaba que nosotros queriamos que detuviera lo que estuviera haciendo. Un dia estaba jugando felizmente con agua en el fregadero de la cocina. Cayendo vio que me aproximaba y anticipando que yo le prohibiria el juego, emitió un enfático “¡no papá!”. lauren habia marcado su territorio, y concluido que tenia derecho a hacer aquello. Su no significaba que estaba preservando su espacio.
12-. USE UN NO DIVERTIDO:
Una tarde marta y yo entramos en la habitación de la televisión y encontramos a mi hijo pequeño y un amigo viendo una video que sus hermanos mayores habien estado viendo el dia anterior. Al echar un vistazo a la cinta me di cuento de que no jme gustaba que la vieran, y en cualquier caso era la hora de jugar en la calle. así que en un momento de inspiración, mientras apagaba la televisión, me lance´ a un monologo imitando los gestos y la voz del protagonista. Debí hacer un buen trabajo de imitación, porque se quedaron los dos mirandome con los ojos como platos, como si ho fueran capaces de creer que su madre estuviera así de loca. los dos saltaron del sofá y se dirigieron a la puerta, riéndose aun, mientras el personaje les decia que buscaran algo mejor que hacer.
13-.PERSONALICE EL NO:
Estamos convencidos de que lauren esta destinada a las relaciones publicas: Su “no papá” es la forma diplomatica de decir no. Añadiendo “papá” personalizó su mensaje. Mejor que recibir un no dictatorial, añadimos el nombre del nño. Si usted tiene tendencia a gritar, añadir el nombre suaviza algo el tono, y transmite respeto al interlocutor.
14-. TENGA UN DIA DE “SI”
Una madre me confesó: no me gusta lo que me esta pasando: me gusta ser madre pero pasamos el día entero discutiendo los dos. A andrew no le importa que yo le diga que haga la cosa más sencilla, asi que siento que estoy enfadada todo el tiempo. me gustaria ser una madre más feliz. Le pedie que le dijer a asu hijo exactamente o lo que deseaba: ser una madre más feliz, o bien que le diera a escoger: ¿que prefieres una mamá feliz o una mamá enfadada?. para ayudar a ser una mamá feliz sugiere un dia de “si”: cada vez que digas que si, mamá (o el ) ponen un si en un tablero. y cuando hay más isies que noes, verás como mamá es mucho más feliz., y haremos algo especial juntos.
15-. SEA CONDIDERADO
Cuando es necesario detener un comportamiento no hay razón para ser rudo. Por ejemplo: su bebé acaba de descubrir que el rollo de cinta adhesiva que alguien ha dejado a su alcance es un juguete estupendo, en lugar de abalanzarse sobre el y arrancárselo de las manos, haciendole llorar, puede tomarse unos instantes, explorar el objeto con el bebé, decirle después adiós y alejar al niño a una distancia prudente de tan atractivo objeto, y proporcionándole una actividad más adecuada para su edad a cambio.
16-. CUANDO LO DIGA HAGALO CON INTENCIÓN:
Siga sus propias directivas. Durante meses le dijimos a lauren que para que le contaramos su cuento tenia que lavarse previamente los dientes. Durante meses funciona, unas veces con facilidad y otras con más resistencia. Una noche decidió ponerme a prueba. por su gesto me di cuenta de que ese dia no funcionaria las “coacción” ni el humor. así que, apagúe las luces mientras decia con calma: de acuerdo, hoy no hay cuento. Tras esto, nunca más cuestiono el cepillado dental.
17-. ES USTED UNA MADRE QUE NO PUEDE DECIR “NO”
En su preocupación por darle a su hijo todo lo que necesita, algunos padres caen en el error de darle todo lo que quiere, siendo el no un extraño en su estilo de educación.
Es importante que una madre se sienta comoda diciendo no a su pequeño desde el principio. en realidad esto comienza cuando se enseña al bebé a prenderse correctamente al pecho, para que pueda alimentarse adecuadamente, y evitar las grietas, o cuando el bebé muerde el pezón. Algunas madres no pueen hacer esto. Tienen miedo de ser asertivas por no hacer llorar a su bebé. Prefieren permitir que el bebé lo haga mal, y tirar con le dolor. decirle que no , porque hace daño, esta comenzando a enseñarle limites. El no dicho en serio comienza cuando es un niño pequeño (toddler: desde los 18 meses más o menos). Más allá del decir no hay otras vias para comunicar que algo no es seguro o apropiado. cuando una madre dice detente, o deja eso, o no es seguro. o cuando redirige fisicamente al niño a otra actividad, está modificando gentilmente el comportamiento y enseñando limites. Con cualquier terminología, decir no , no tiene que ser una cosa negativa, tambien es una forma de dar, y requiere mucho esfuerzo. Las madres que son incapaces de decir no, tendran un grave problema al final del camino.
Cuando una madre dice no en los momentos apropiados, con confianza, firmeza y con amor, esto no amedrenta al niño. puede disgustarle unos minutos, ya que no le gusta oir para o espera.
18-. CUANDO UN NIÑO NO ACEPTA EL NO
Algunos niños, especialmente aquellos algo testarudos pueden tratar de desgastar a sus padres. Estan convencidos de qu deben tener algo y si no su mundo no puede seguir. E insitiran continuamente hasta obtener un si. Esto es educación fallida. Escuceh atentamente a su hijo. si su petición puede ser razonable, muestrese dispuesto a negociar. Alguna vez puede usted darse cuenta de que es sabio cambiar de opinión después de haber dicho que no. Usted desea que su hijo entienda que cuando dice no quiere decir no, pero tambien desea mostrarse cercano y flexible. En este caso ayuda detener el no hasta haber escuchado cuidadosamente a su hijo. si usted percibe que su hijo se enfada de forma inusual por una negativa suya, escuche su punto de vista. <puede ser que tenga un punto de vista que usted no haya contemplado o su petición supone para el algo mucho más importante de lo que le habia parecido. Cuando haga esto, asegurese de que comprende que no han sido sus tacticas de desgaste, sino su razonamiento, lo que le ha hecho cambiar de idea.
nuestra hija erin, parece destinada a ser abogado, por la forma logica y emocionante con la que defiende sus peticiones. erin queria tener un caballo. Le dijimos que no (ya tenemos demasiados dependiendo de nosotros), pero con el tiempo hemos aprendido que los deseos de un niño siempre merecen ser escuchados con atención. le dijimos: erin, sabemos cuanto te apetece tener un caballo, te lo pasarias muy bien monando y algunos de tus amigos tienen uno (demostramos que comprendemos su punto de vista) pero tenemos que decir que no, y no cambiaremos de idea. sentemonos a explicar porque (dejar calro que no cambiaremos de idea hará que el niño no persista en su insistencia). aun no estás preparada para cuidar un caballo (enumeramos las responsabilidades que tendria). Cuando termines otros 6 meses de lecciones, y nos demuestres que estás preparada para atender a un caballo, hablaremos de nuevo. Nueve meses más tarde, tuffy, pasó a ser una boca más que alimentar en nuestra familia. Erin obtuvo su caballo y aprendio algunas lecciones valiosas: como aplazar la satisfacción y que con los privilegios vienen responsabilidades.
Qué significa NO antes de los 3 años?
autora: jane nelsen
Los niños menores de 3 años no entienden la palabra “no" del modo en que la mayor parte de los padres piensan que lo hacen (y un entendimiento completo de lo que la palabra “no” significa no sucede mágicamente al cumplir 3 años, sino que conlleva un proceso). “NO” es un concepto abstracto que está en directa oposición a las necesidades de los niños pequeños en cuanto a exploración de su entorno y desarrollo de su sentido de la autonomía e iniciativa.
Su hijo puede saber que usted no quiere que haga alguna cosa. Puede incluso saber que usted tendrá una reacción de enfado si lo hace. Pero en cualquier caso, no entiende porque, en la forma en que los adultos piensan que lo hace. ¿Por qué otro motivo miraría un niño a su padre antes de hacer algo que sabe que no debe hacer, sonreir, y hacerlo igualmente?
Alrededor de la edad de un año, los niños entran en la edad de “yo lo hago”. Es el momento en el que desarrolla sentido de la autonomía versus duda y culpa. De los dos a los 6 años se desarrolla el sentido de iniciativa versus culpa. Esto significa que es su “deber” en el plano del desarrollo, explorar y experimentar. ¿Puede usted imaginarse lo confuso que es para un niño ser castigado por algo que está programado para hacer? Se enfrentan con un dilema real (a nivel subconsciente): ¿obedezco a mi padre o a mi instinto biologico de desarrollar mi autonomia e iniciativa explorando y experimentando en mi mundo?
Que esto sean etapas del desarrollo no quiere decir que a un niño deba permitirsele hace cualquier cosa que se le ocurra. Pero explica porque cualquier metodo que intente ganar cooperación debe ser amable y firme al mismo tiempo, en lugar de controlador y punitivo. Este es un momento de la vida en que la personalidad de su hijo está en formación, y usted desea que su hijo sea capaz de tomar decisiones sobre si mismo y decir “soy competente, puedo hacer intentos y cometer errores y aprender, porque soy amado y soy una buena persona”. Si usted se siente tentado a enseñar a su hijo a través de la culpa, la vergüenza y el castigo, estará usted creando una situación de desanimo que será muy difícil de superar en la edad adulta.
Para ayudar a un niño pequeño a desarrollar autonomia en lugar de dudas y vergüenza, y para ayudar a un niño de 2 a 7 años a desarrollar iniciativa en lugar de culpa, intente alguno de los metodos descritos a continuación, que invitan a cooperar:
1-. Si usted está gritando, chillando o dando discursos, detengase. Todos estos métodos son irrespetuosos y animan a la aparición de dudas, vergüenza y culpa en el futuro.
2-. En lugar de decirle a su hijo lo que tiene que hacer, encuentre maneras de involucrarle en la decisión, de modo que el o ella adquiera un sentido del propio poder y autonomia. ¿Qué nos taca hacer ahora? (para niños prevervales “ahora nosotros haremos….” mostrándole amable y firmemente lo que hacer, en vez de decirselo)
3-. Sea respetuoso cuando haga peticiones: no espere que un niño haga algo “ahora mismo” cuando esta usted interrumpiendo algo que el está haciendo. Pregunte:” ¿te vendría bien hacer…..en cinco o diez minutos?” Incluso aunque a usted le parezca que un niño pequeño no puede entender lo que usted está diciendo, usted está entrenándose a si mismo para ser respetuoso con el, dándole opciones y no ordenes. Otra opción que puede usted usar es la de dar aviso: en cinco minutos tenemos que marcharnos ¿Qué es lo último que quieres hacer?
4-. Lleve con usted un pequeño temporizador: permita que su hijo le ayude a programarlo para sonar en uno dos o cinco minutos, y déjele que lleve el temporizador con el de modo que pueda estar preparado cuando el tiempo se termina.
5-. Déle una opción que requiera su colaboración: será el momento de irse cuando yo cuente hasta 20. ¿Quieres llevar mi bolso hasta el coche o prefieres llevar las llaves y ayudarme a abrirlo? O bien ¿Cuándo lleguemos a casa que haremos en primer lugar, poner la comida en la despensa o leer un cuento?
6-. Los niño prevervales pueden necesitar tan solo supervisión, distracción y reconducción: en otras palabras: menos hablar y mas acción. Con tranquilidad tome al niño de la mano y condúzcale a donde tiene-necesita ir. Muéstrele lo que si puede hacer en lugar de insistir en lo que no puede hacer.
7-. Utilice su sentido del humor: aquí viene el monstruo de las cosquillas para atacar a los niños que no escuchan.
8-. Muestrese empatito cuando su hijo llora o tiene una rabieta a causa de una frustración por su falta de habilidad. Empatia no significa rescate, significa comprensión. Déle a su hijo un abrazo y dígale: estas realmente triste ahora, yo se que tu quieres quedarte, pero es hora de irnos. Sostenga entonces a su hijo mientras llora, y déjele tener sus sentimientos antes de cambiar de actividad.
9-. Los niños son capaces de percibir cuando los padres estamos decididos a actuar y cuando no. No diga nada que no esté absolutamente seguro de llevar a cabo y sea capaz de decirlo de forma respetuosa. A continuación llevelo a cabo con dignidad y respeto, y usualmente sin palabras. De nuevo esto significa redirigir al niño enseñándole lo que si puede hacer en lugar de castigarle por hacer lo que no puede hacer.
10-. Establezca una rutina para cada acción que se repita a diario: levantarse, desayunar, ir de compras, acostarse…. Así puede usted preguntarle al niño: ¿Qué nos toca hacer ahora según el horario? Para niños mas pequeños la formula es: ahora nos toca hacer….
11-. Entienda que puede ser necesario enseñarle a un niño la misma cosa una y otra vez antes de que haya madurado lo suficiente como para comprender. Sea paciente. Minimice sus palabras y maximice sus acciones. No se tome el comportamiento del niño como algo personal y evite pensar que su hijo quiere volverla loca, o que es malo o rebelde. Continúe siendo el adulto en cualquier situación y haga lo que sea imprescindible hacer sin sentimientos de culpa o lastima.
12-. Entienda que su actitud será la que determine si su relación con su hijo será un campo de batalla o una relación calida y firme en la que su hijo pueda explorar y desarrollarse dentro de unos limites apropiados.
Su trabajo a estas edades es pensar en si mismo como en un entrenador y ayudar a su hijo a tener éxito y aprender como se hacen las cosas. También debe ser usted un observador, que trabaja en aprender quien es su hijo, una persona única. Nunca infravalore la habilidad de un niño pequeño, pero por otra parte, vigile cuidadosamente cuando introduzca nuevas oportunidades y actividades y aprenda a diferenciar aquello que le interesa a su hijo, lo que puede hacer, y lo que necesita su ayuda para aprender de usted.
La seguridad es un asunto importante a esta edad, y es tarea suya mantener a su hijo seguro sin permitir que sus miedos le desanimen. Por esta razón la supervisión es una herramienta fundamental de los padres, unida a la calidez y la firmeza, para reconducir o enseñar a su hijo. Por ejemplo, los padres pueden enseñar a un niño de dos años que no debe cruzar la calle, pero no pueden aun permitirle jugar cerca de una carretera sin supervisión, por que saben que no pueden esperar de el que sea capaz de asumir por si mismo la responsabilidad de no hacer aquello que sabe que no debe hacer. Y ¿Por qué estos mismos padres esperan que su hijo entienda perfectamente cuando ellos dicen NO?
Conocí a una madre que se preguntaba porque se habría metido ella en el negocio de ser madre. Daba la impresión de que tanto ella como su hijo estaban fuera de control. A ella no le gustaba que el no le hiciera caso, y tampoco le gustaba estar chillando todo el día y utilizando métodos punitivos ineficaces.
Acudió a una escuela de padres, centrada en padres de niños en edad preescolar. Allí aprendió cual era el comportamiento adecuado para niños de la edad del suyo. Cuando cambiaron sus expectativas sobre el niño perfecto que obedece cada una de sus órdenes, comenzó a disfrutar con la experimentación de su hijo con su iniciativa y su autonomía. En lugar de tratar de controlarlo, comenzó a guiarlo fuera de sus comportamientos inadecuados, mostrándole cosas que si podía hacer.
Se mostró sorprendida de cuanto se calmaba su hijo, cuando ella se calmaba. Los episodios de frustración ocurrían cada vez con menor frecuencia y eran resueltos con mayor rapidez, gracias a sus nuevos conocimientos.
Cuando uno comprende que los niños realmente NO ENTIENDEN la palabra NO del modo que pensamos que deben hacerlo, empieza a tener sentido utilizar la distracción, reconducción o cualquier método respetuoso de disciplina positiva.
UNA ACTIVIDAD:
La siguiente demostración le mostrará el desarrollo intelectual, y puede ayudar a los padres a comprender porque los niños no entienden algunos conceptos como la palabra NO. (CAPACIDAD DE ABSTRACCION)
1-. Fabrique dos bolas de barro del mismo tamaño, y muéstreselas a un niño de menos de 3 años. Haga ajustes poniendo o quitando barro hasta que el niño esté de acuerdo en que son del mismo tamaño. En ese momento, y en presencia del niño aplaste una de las bolas. Pregúntele si siguen siendo del mismo tamaño. El niño le dirá que no, y le dirá cual piensa que es de mayor tamaño. Un niño de cinco años será capaz de decirle que son del mismo tamaño y porque.
2-. Llene dos vasos de agua iguales, hasta la misma altura. Haga los ajustes necesarios hasta que el niño esté de acuerdo en que tienen la misma agua. Luego vierta el contenido de uno de los vasos en otro vaso largo y estrecho, y el del otro vaso en un vaso ancho y bajo. Pregúntele al niño si siguen teniendo la misma cantidad de agua. Le responderá que no, y le dirá cual tiene mas agua. Un niño de 5 años, le dirá que si, y le explicara la razón.
GUIAS PARA UNA EDUCACIÓN EN POSITIVO
autora Jane Nelsen. del libro “disciplina positiva”
1-. Los chicos que se comportan mal, son niños desanimados, que tienen ideas erroneas sobre como conseguir su principal meta: pertenecer al grupo. Sus ideas equivocadas les conducen al mal comportamiento. NO podemos ser eficaces en atajar este salvo que nos centremos en sus creencias erroneas antes que en el mal comportamiento.
2-. Utilice estrategias para animar a los niños, de modo que sientan que pertenecen al grupo (familia o colegio), de modo que la motivación para el mal comportamiento desaparezca. Celebre cada paso en la dirección de mejorar, en lugar de focalizar la atención en los errores.
3-. Una magnífica forma de hacer que los niños se sientan animados es pasar un tiempo especial estando con ellos. Muchos profesores notan un cambio espectacular en un niño problemático después de pasar tan solo cinco minutos compartiendo con el niño sus gustos, lo que ambos hacen para divertirse.
4-. Cuando sea la hora de ir a la cama, pídales que compartan con usted el momento mas triste de su dia y su momento mas alegre. Comparta sus momentos buenos y malos tambien con ellos. Se sorprenderá de lo que puede aprender.
5-. Tenga reuniones familiares o de clase para resolver problemas mediante la cooperación y el respeto mutuo. Esta es la clave para crear una atmosfera de respeto y afecto, a la vez que se enseña a los niños auto disciplina, responsabilidad, cooperación y habilidades para solucionar problemas.
6-. Proporcione a los niños tareas significativas. En nombre de la rapidez, muchos padres y maestros hacen cosas que los niños podrían hacer por si mismos y unos por los otros. Los chicos sienten que pertenecen al grupo cuando saben que pueden hacer una contribución real.
7-. Decidan entre todos que trabajos hay que hacer. Ponga cada uno en un papel, y todos juntos en una jarra. Cada niño extraerá unos cuantos cada semana: de este modo nadie se queda atascado haciendo el mismo trabajo continuamente. Los profesores pueden solicitar de los niños su contribución para establecer las normas de la clase, y hacerlas constar en un tablero que comience: HEMOS DECIDIDO:… Los niños adquieren sensación de pertenencia. motivación y entusiasmo cuando son incluídos en la toma de decisiones.
8-. Tomese un tiempo para entrenarles. Asegurese de que su hijo sabe lo que usted entiende por “ordenar la cocina”. Para ellos puede signifcar simplemente poner los platos en el fregadero. Los padres y maestros deben preguntar “que es lo que tu entiendes por…?”
9-. Enseñe y ejemplifique respeto mutuo. Es necesario se amable y firme al mismo tiempo: amable para mostrar respeto por el niño, y firme para mostrar respeto por usted mismo y las “necesidades de la situación”. Esto es muy difícil mantenerlo en momentos de conflicto, por tanto, siempre que pueda utilice la norma numero 10.
10-. El uso adecuado de los tiempos le hará mas eficaz. No funciona enfrentarse con un problema en el momento del conflicto: las emociones se atraviesan en el camino. Muestre a los niños la necesidad de tomarse un tiempo para “enfriar”. Usted, o el niño pueden ir a una habitación separada y realizar otra actividad que le haga sentir un poco mejor, y después trabajar en el problema con mutuo respeto.
11-. Libérese de la loca idea de que para que el niño se porte mejor debe primero lograr que se sienta peor. ¿Hace usted mejor las cosas cuando se siente humillado?. Esto sugiere una mirada completamente nueva hacia el “tiempo fuera”.
12-. Utilice el tiempo fuera de forma positiva. Permita que su hijo le ayude a diseñar un espacio o area (cojines, musica, libros, peluches) que le ayuden a sentirse mejor: recuerde3 que los niños dan lo mejor de si cuando se sienten bien. De este modo, usted puede pedirle a su hijo, cuando se encuentra enfadado: ¿Crees que te ayudaria pasar un tiempo fuera?
13-. Los castigos pueden funcionar, si todos ustedes estan interesados en detener el mal comportamiento de forma momentanea. Pero muchas veces debemos desconfiar de metodos que funcionan un momento pero cuyos resultados a largo plazo son negativos: resentimiento, rebelión, revancha o desafio.
14-. Demuestre a los niños que los errores son grandes oportunidades para aprender. Una gran manera de enseñar esto es servir usted mismo como modelo. Utilice las tres “R” de Recuperación tras un fallo:
1-.Reconocimiento del fallo.
2-.Reconciliación: lo siento, no me gusta la forma en que manejé esta situación
3-.Resolución: centrar la atención en la solución, mas que en la culpa (esto ultimo solo es efectivo si se han llevado a cabo los pasos 1 y 2 previamente)
15-. Centre su atención en las soluciones, en lugar de hacerlo en las consecuencias. Muchos padres y profesores disfrazan el castigo poniendole el nombre de “consecuencias logicas”. Implique a los niños en la búsqueda de soluciones que sean: relacionadas, respetuosas y razonables.
16-. Asegurese de que el mensaje de amor y respeto se note a traves de todos los procesos. Comience siempre por: “me preocupo por ti, estoy interesado en solucionar esta situación ¿trabajarás conmigo para encontrar una solución?
17-. ¡PASELO BIEN!¡DIVIERTANSE! Lleven la alegria a sus hogares y aulas.
Y UNO MÁS:
CÓMO LOGRAR UNA AUTORIDAD POSITIVA
Tener autoridad, que no autoritarismo, es básico para la educación de nuestro hijo. Debemos marcar límites y objetivos claros que le permitan diferenciar qué está bien y qué está mal, pero uno de los errores más frecuentes de padres y madres es excederse en la tolerancia. Y entonces empiezan los problemas. Hay que llegar a un equilibrio, ¿cómo conseguirlo para tener autoridad?
En una de las primeras charlas que dí a un grupo de padres de un parvulario, una madre levantó la mano y me preguntó:
- ¿Qué hago si mi hijo está encima de la mesa y no quiere bajar?
- Dígale que baje, - le dije yo.
- Ya se lo digo, pero no me hace caso y no baja- respondió la madre con voz de derrotada.
- ¿Cuántos años tiene el niño?- le pregunté.
- Tres años - afirmó ella.
Situaciones semejantes a ésta se presentan frecuentemente cuando tengo ocasión de comunicar con un grupo de padres. Generalmente suele ser la madre quien pone la cuestión sobre la mesa aunque estén los dos. El padre simplemente asiente, bien con un silencio cómplice, bien afirmando con la cabeza, porque el problema es de los dos, evidentemente.
¿Qué ha pasado para que en tan pocos meses una pareja de personas adultas, triunfadoras en el campo profesional y social, hayan dilapidado el capital de autoridad que tenían cuando nació el niño?
Actuaciones paternas y maternas, a veces llenas de buena voluntad, minan la propia autoridad y hacen que los niños primero y los adolescentes después no tengan un desarrollo equilibrado y feliz con la consiguiente angustia para los padres. El padre o la madre que primero reconoce no saber qué hacer ante las conductas disruptivas de su pequeño y que, después, siente que ha perdido a su hijo adolescente, no puede disfrutar de una buena calidad de vida, por muy bien que le vaya económica, laboral y socialmente, porque ha fracasado en el "negocio" más importante: la educación de sus hijos
Cuáles son los errores más frecuentes que padres y madres cometemos cuando interaccionamos con nuestros hijos?
Antes de que siga leyendo, quiero advertirle que, posiblemente, usted, como todos -yo también- en alguna ocasión ha cometido cada uno de los errores que se apuntan a continuación. No se preocupe por ello. No es un desastre. Es lo normal en cualquier persona que intenta educar TODOS LOS DIAS. Tiene su parte positiva. Quiere decir que intenta educar, lo cual ya es mucho. En educación lo que deja huella en el niño no es lo que se hace alguna vez, sino lo que se hace continuamente. Lo importante es que, tras un periodo de reflexión, los padres consideren, en cada caso, las actuaciones que pueden ser más negativas para la educación de sus hijos, y traten de ponerles remedio.
Estos son los principales errores que, con más frecuencia, debilitan y disminuyen la autoridad de los padres:
La permisividad. Es imposible educar sin intervenir. El niño, cuando nace, no tiene conciencia de lo que es bueno ni de lo que es malo. No sabe si se puede rayar en las paredes o no. Los adultos somos los que hemos de decirle lo que está bien o lo que está mal. El dejar que se ponga de pie encima del sofá porque es pequeño, por miedo a frustrarlo o por comodidad es el principio de una mala educación. Un hijo que hace "fechorías" y su padre no le corrige, piensa que es porque su padre ni lo estima ni lo valora. Los niños necesitan referentes y límites para crecer seguros y felices.
Ceder después de decir no. Una vez que usted se ha decidido a actuar, la primera regla de oro a respetar es la del no. El no es innegociable. Nunca se puede negociar el no, y perdone que insista, pero es el error más frecuente y que más daño hace a los niños. Cuando usted vaya a decir no a su hijo, piénselo bien, porque no hay marcha atrás. Si usted le ha dicho a su hijo que hoy no verá la televisión, porque ayer estuvo más tiempo del que debía y no hizo los deberes, su hijo no puede ver la televisión aunque le pida de rodillas y por favor, con cara suplicante, llena de pena, otra oportunidad. Hay niños tan entrenados en esta parodia que podrían enseñar mucho a las estrellas del cine y del teatro.
En cambio, el sí, sí se puede negociar. Si usted piensa que el niño puede ver la televisión esa tarde, negocie con él qué programa y cuanto rato.
El autoritarismo. Es el otro extremo del mismo palo que la permisividad. Es intentar que el niño/a haga todo lo que el padre quiere anulándole su personalidad. El autoritarismo sólo persigue la obediencia por la obediencia. Su objetivo no es una persona equilibrada y con capacidad de autodominio, sino hacer una persona sumisa, esclavo sin iniciativa, que haga todo lo que dice el adulto. Es tan negativo para la educación como la permisividad.
Falta de coherencia. Ya hemos dicho que los niños han de tener referentes y límites estables. Las reacciones del padre/madre han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Nuestro estado de ánimo ha de influir lo menos posible en la importancia que se da a los hechos. Si hoy está mal rayar en la pared, mañana, también.
Igualmente es fundamental la coherencia entre el padre y la madre. Si el padre le dice a su hijo que se ha de comer con los cubiertos, la madre le ha de apoyar, y viceversa. No debe caer en la trampa de: "Déjalo que coma como quiera, lo importante es que coma".
Gritar. Perder los estribos. A veces es difícil no perderlos. De hecho todo educador sincero reconoce haberlos perdido alguna vez en mayor o menor medida. Perder los estribos supone un abuso de la fuerza que conlleva una humillación y un deterioro de la autoestima para el niño. Además, a todo se acostumbra uno. El niño también a los gritos a los que cada vez hace menos caso: Perro ladrador, poco mordedor. Al final, para que el niño hiciera caso, habría que gritar tanto que ninguna garganta humana está concebida para alcanzar la potencia de grito necesaria para que el niño reaccionase.
Gritar conlleva un gran peligro inherente. Cuando los gritos no dan resultado, la ira del adulto puede pasar fácilmente al insulto, la humillación e incluso los malos tratos psíquicos y físicos, lo cual es muy grave. Nunca debemos llegar a este extremo. Si los padres se sienten desbordados, deben pedir ayuda: tutores, psicólogos, escuelas de padres...
No cumplir las promesas ni las amenazas. El niño aprende muy pronto que cuanto más promete o amenaza un padre/madre menos cumple lo que dicen. Cada promesa o amenaza no cumplida es un girón de autoridad que se queda por el camino. Las promesas y amenazas deber ser realistas, es decir fáciles de aplicar. Un día sin tele o sin salir, es posible. Un mes es imposible.
No negociar. No negociar nunca implica rigidez e inflexibilidad. Supone autoritarismo y abuso de poder, y por lo tanto incomunicación. Un camino ideal para que en la adolescencia se rompan las relaciones entre los padres y los hijos.
No escuchar. Dodson dice en su libro El arte de ser padres, que una buena madre -hoy también podemos decir padre- es la que escucha a su hijo aunque esté hablando por teléfono. Muchos padres se quejan de que sus hijos no los escuchan. Y el problema es que ellos no han escuchado nunca a sus hijos. Los han juzgado, evaluado y les han dicho lo que habían de hacer, pero escuchar... nunca.
Exigir éxitos inmediatos. Con frecuencia, los padres tienen poca paciencia con sus hijos. Querrían que fueran los mejores... ¡ya!. Con los hijos olvidan que nadie ha nacido enseñado. Y todo requiere un periodo de aprendizaje con sus correspondiente errores. Esto que admiten en los demás no pueden soportarlo cuando se trata de sus hijos, en los que sólo ven las cosas negativas y que, lógicamente, "para que el niño aprenda" se las repiten una y otra vez.
Sin embargo, una vez que sabemos lo que hemos de evitar, algunos consejos y "trucos" sencillos pueden aligerar este problema, ofrecer un desarrollo equilibrado a los hijos y proporcionar paz a las personas y al hogar. Estos consejos sólo requieren, por un lado, el convencimiento -muy importante- de que son efectivos y, por otro, llevarlas a la práctica de manera constante y coherente.
Algunas de estas técnicas ya han sido comentadas al hablar de los errores, y ya no insistiré en ellas. Me limitaré a enunciar brevemente, actuaciones concretas y positivas que ayudan a tener prestigio y autoridad positiva ante los hijos:
Tener unos objetivos claros de lo que pretendemos cuando educamos. Es la primera condición sin la cual podemos dar muchos palos de ciego. Estos objetivos han de ser pocos, formulados y compartidos por la pareja, de tal manera que los dos se sientan comprometidos con el fin que persiguen. Requieren tiempo de comentario, incluso, a veces, papel y lápiz para precisarlos y no olvidarlos. Además deben revisarse si sospechamos que los hemos olvidado o ya se han quedado desfasados por la edad del niño o las circunstancias familiares.
Enseñar con claridad cosas concretas. Al niño no le vale decir "sé bueno", "pórtate bien" o "come bien". Estas instrucciones generales no le dicen nada. Lo que sí le vale es darle con cariño instrucciones concretas de cómo se coge el tenedor y el cuchillo, por ejemplo.
Dar tiempo de aprendizaje. Una vez hemos dado las instrucciones concretas y claras, las primeras veces que las pone en práctica, necesita atención y apoyo mediante ayudas verbales y físicas, si es necesario. Son cosas nuevas para él y requiere un tiempo y una práctica guiada.
Valorar siempre sus intentos y sus esfuerzos por mejorar, resaltando lo que hace bien y pasando por alto lo que hace mal. Pensemos que lo que le sale mal no es por fastidiarnos, sino porque está en proceso de aprendizaje. Al niño, como al adulto, le encanta tener éxito y que se lo reconozcan.
Dar ejemplo para tener fuerza moral y prestigio. Sin coherencia entre las palabras y los hechos, jamás conseguiremos nada de los hijos. Antes, al contrario, les confundiremos y les defraudaremos. Un padre no puede pedir a su hijo que haga la cama si él no la hace nunca.
Confiar en nuestro hijo. La confianza es una de las palabras clave. La autoridad positiva supone que el niño tenga confianza en los padres. Es muy difícil que esto ocurra si el padre no da ejemplo de confianza en el hijo.
Actuar y huir de los discursos. Una vez que el niño tiene claro cual ha de ser su actuación, es contraproducente invertir el tiempo en discursos para convencerlo. Los sermones tienen un valor de efectividad igual a 0. Una vez que el niño ya sabe qué ha de hacer, y no lo hace, actúe consecuentemente y aumentará su autoridad.
Reconocer los errores propios. Nadie es perfecto, los padres tampoco. El reconocimiento de un error por parte de los padres da seguridad y tranquilidad al niño/a y le anima a tomar decisiones aunque se pueda equivocar, porque los errores no son fracasos, sino equivocaciones que nos dicen lo que debemos evitar. Los errores enseñan cuando hay espíritu de superación en la familia.
Todas estas recomendaciones pueden ser muy válidas para tener autoridad positiva o totalmente ineficaces e incluso negativas. Todo depende de dos factores, que si son importantes en cualquier actuación humana, en la relación con los hijos son absolutamente imprescindibles: amor y sentido común.
Educar es estimar, decía Alexander Galí. El amor hace que las técnicas no conviertan la relación en algo frío, rígido e inflexible y, por lo tanto, superficial y sin valor a largo plazo. El amor supone tomar decisiones que a veces son dolorosas, a corto plazo, para los padres y para los hijos, pero que después son valoradas de tal manera que dejan un buen sabor de boca y un bienestar interior en los hijos y en los padres.
El sentido común es lo que hace que se aplique la técnica adecuada en el momento preciso y con la intensidad apropiada, en función del niño, del adulto y de la situación en concreto. El sentido común nos dice que no debemos matar moscas a cañonazos ni leones con tirachinas. Un adulto debe tener sentido común para saber si tiene delante una mosca o un león. Si en algún momento tiene dudas, debe buscar ayuda para tener las ideas claras antes de actuar.