Menudo peso se me ha quitado de encima. Me daba mucho miedo dejarlo y que llorara. Hasta la abuela se ha quedado sorprendida (ella también tenía miedo de que sufriera).
Ahora, en principio, ya no lo tendremos que dejar (salvo algún día suelto), la semana que viene mi marido empezará a trabajar de tarde, así que ya le cuidará él por las mañanas. Y con su papi ya sé que se queda tranquilo (además de que estando en Santiago y no teniendo que viajar, son menos horas).
Así que ya veis, a veces, aunque parezca que "sólo viven" con su mamá, pueden sorprendernos con su capacidad de aceptación de los cambios.
Un beso.