No tuve hoy otra ocurrencia que ir con él al super caminando. Qué habilidad tiene para ir de un lado a otro cogiendo una cosa, dejándola cogiendo otra más allá... en fin.. y yo de un lado a otro con la lengua fuera tratando de evitar que las cosas se fueran al suelo. Tengo que reconocer que es mucho más ágil que yo, con qué facilidad cogía los esmaltes de uñas para tirarlos al suelo, la verdad que no hubo desastre alguno, logré controlar, no sin dificultad, la situación. Al salir mi cara era un poema, qué sudada he pillado detrás de este enano.
Estoy viviendo uno de los mejores momentos de mi vida y tenía que compartirlo con vosotr@s.