- Mar, 16 May 2006, 07:43
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Hace tiempo encontré este articulo y lo he buscado porque es muy inetresante, trata del abuso sexual en niños.
Cómo protegerles del abuso sexual
A la mayoría de los padres les estremece pensar que alguien pueda abusar sexualmente de sus hijos. Desgraciadamente las cifras son tremendas: algunos estudios señalan que hasta el 23% de los niñas y el 15% de los niños menores de 17 años sufre algun tipo de abuso sexual (según un estudio realizado por la Universidad de Salamanca),
entendiendo por abuso sexual cualquier situación en la que un adulto utilice su situación de poder para estimularse o satisfacerse sexualmente con la ayuda de un niño (incluye las insinuaciones verbales, el exhibicionismo, las caricias genitales, la penetración vaginal o anal, o el visionado de pornografía).
Los estudios revelan que la mayor incidencia de estos abusos se da entre los seis y los doce años y que en nueve de cada diez casos las agredidas son niñas. "Prohibido hablar con desconocidos" o "no te subas en ningun coche sin nuestro permiso" son mensajes que muchos padres dan a sus hijos, pero parece dificil saber hasta que punto los niños comprenden lo que esta advertencia significa. Este mensaje además es poco realista: muy frecuentemente el agresor procede del entorno social o familiar de la víctima. De hecho esta cercanía del agresor motiva que los niños vivan el abuso con sorpresa, ya que no entienden lo que está sucediendo. Además en la mayoría de los casos el agresor no emplea la violencia física pero si la emocional. La manipulación, el engaño, la amenaza o incluso el soborno dificultan enormemente la revelación del abuso. Por todo ello enseñarles a evitar que sean presas fáciles y favorecer el que ante una posible agresión reaccionen con prontitud son tareas necesarias para prevenir el abuso infantil, amén de otras intervenciones sociales, legales o penales que favorezcan la detección y punición de los agresores.
El mítico hombre del saco ya no da miedo: ahora solo hay que encender la radio o el televisor para escuchar noticias con detalles truculentos sobre niños que han sido raptados, violados o víctimas de bandas de pederastas. Sin embargo el exponer a los niños a estas noticias no es una estrategia de prevención válida, más bien generará en los niños una ansiedad desproporcionada. Por eso, la prevención del abuso sexual infantil debe incluirse siempre en el contexto de una educación afectiva y sexual adecuada a su edad.
La prevención empieza creando un clima de comunicación, confianza y cariño y seguridad en la familia. Si les enseñamos a quererse y respetamos sus necesidades emocionales desde el inicio crecerán más fuertes y seguros que si les enseñamos a ser sumisos y obedientes: las niñas dulces y calladas son más fácilmente presas de abusos que las que tienen claro cuando y como defenderse de las agresiones. Esta educación tambien pasa por enseñarles que su cuerpo es suyo y que nadie puede obligarles a hacer cosas que les incomodan: por eso son los padres los primeros que no deberían insistir a sus pequeños en que den un besito de cortesía al tío Marcos o a la vecina de la abuela si ellos no quieren.
La educación sexual no se debe limitar a explicarles de donde vienen los niños o como se nombran los genitales. Muchos niños y niñas se masturban desde muy pequeños. A partir de los cuatro años conviene explicarles que esto es algo natural que les hace sentir bien pero que sólo hay que hacer en la propia casa, en la cama o en el baño, y no en el patio del colegio o en el autobus. Las preguntas que van planteando conforme crecen sobre la sexualidad y la reproducción son una oportunidad excelente para hablar con ellos, buscar algun libro juntos en la biblioteca e ir transmitiendoles que la sexualidad es algo sano y natural, pero siempre una expresión de afecto y respeto hacia uno mismo y la persona querida, nunca algo impuesto o en contra de su voluntad. Igual que es bueno que sepan que sus padres se quieren y que los adultos cuando se quieren se besan en la boca o se acarician, debemos explicarles que estas cosas nunca deben hacerlas los adultos con los niños, y que los niños nunca deben tocar los genitales de un adulto.
Hay que explicarles las cosas de la manera más concreta posible y detallada, a ser posible con ejemplos. De hecho los expertos en la materia señalan que los niños aprenden mucho mejor si se les enseña mediante el juego y sobre todo una técnica que se conoce como "role-playing", es decir, ensayando la situación peligrosa hasta que tienen claro lo que hay que hacer. Por ejemplo, si le enseñamos en el parque ejemplos de las cosas que le pueden pasar y como reaccionar es mucho más probable que llegado el momento sepan reaccionar con celeridad siguiendo las instrucciones que les hemos enseñado. Así podemos dedicar una tarde a representar con ellos que
respuestas deben de dar si se les acerca un desconocido y les pide ayuda para buscar un perro extraviado, o si alguien que ellos conocen (como un profesor o un vecino) les invita a su casa a merendar diciendoles que tiene una videoconsola o un juguete
que le gustaría enseñarles. Podemos darles ejemplos de explicaciones que los agresores suelen utilizar, como "tus padres me han llamado para que venga a recogerte" , y debe quedarles claro que nunca irán a casa de nadie sin que nosotros lo sepamos previamente.
Tambien es bueno mediante el juego explicarles cuando se pueden romper las normas elementales de educación, es decir, cuando hay que desobedecer a un adulto (si este les pide que se quiten la ropa o que les besen en la boca) cuando no hay que hacer caso o incluso gritar en medio de la calle (si un hombre desconocido les aborda), y cuando hay que hablar con un extraño (si un conocido en el parque les enseña revista pornográficas conviene que se lo digan a cualquier padre o madre que vean con hijos, por ejemplo). Es muy importante que entiendan las diferencia entre los secretos que hay que guardar (el abuelo prepara una tarta de cumpleaños para mamá y les dice que no digan nada a nadie) de los malos (el tío les pide que se sienten sobre sus rodillas sin ropa y que no se lo cuenten a nadie). Del mismo modo tiene que diferenciar las aventuras buenas (esconderse en el armario de la ropa con su mejor amiga) de las malas (ir a casa de un joven del barrio que vive solo). En ambos casos pueden tener la impresión de que hacen algo excitante, pero en una situación no tienen miedo y en la otra si.
Para que sea efectivo necesitaremos repasar con ellos este prendizaje cada tres o seis meses, sino podemos dar por supuesto que tiene claras cosas que sin embargo ya han olvidado. Pero siempre debe de quedarles claro que si cualquier día se encuentran en una situación de este tipo nunca será culpa suya, ya que la culpa siempre es del agresor, y que incluso si no han podido utilizar las estrategias que les enseñamos no vamos a enfadarnos ni culparles a ellos. Deben saber que por encima de todas las enseñanzas la más importante es que pueden confiar en nosotros pase lo que pase.
Máxima protección, máxima tranquilidad
Cuanto mejor conozcamos su entorno: amigos, profesores, monitores o entrenadores, más fácil será que nos cuenten cualquier incidente anómalo.
Conocer en detalle sus planes antes de que salga: con quien va, a donde, quien les acompaña, números de telefono, hora de regreso, etc
Nunca deben aceptar regalos sin nuestro permiso ni subir en el coche de nadie sin nuestra autorización explicita.
Deben saber pedir ayuda rapidamente si están en una situación en la que no se sienten cómodos, sobre todo si la otra personal les pide que no se lo cuenten a nadie
Los peligros de las nuevas tecnologías
El telefono móvil (o incluso la implantación de un chip subcutáneo) puede producir una falsa seguridad en los padres, al pensar que así sus hijos siempre están localizables y que nos pueden llamar en cualquier momento. Aunque puede ser una ayuda en un momento dado, la prevención se logra conociendo bien el entorno de nuestros hijos y dandoles una buena educación afectiva y sexual, no con artilugios de última generación.
Estudios recientes de nuestro país señalan que el 44% de los menores internautas son acosados sexualmente en la red y que hasta el 7% de los menores habían concertado una cita con un extraño sin decirselo a nadie. Conviene pues conocer sus gustos en la red, donde suelen chatear o incluso pedirles que nos dejen leer alguno de los mensajes, y decirles que si evitar si quieren quedar con alguien deben pedirnos permiso y acudir acompañadas.
Falsas creencias sobre el abuso sexual infantil
Los abusos sexuales son poco frecuentes
Solo lo sufren las niñas
Los agresores son casi siempre desconocidos
Los abusos sexuales siempre van acompañados de violencia física
Los efectos de un abuso sexual son casi siempre muy graves
Quienes cometen abusos sexuales son enfermos psiquiátricos
Los niños no suelen decir la verdad
Si el abuso tuviese lugar sobre un menor de mi entorno yo lo detectaría
Cuando se da un abuso sexual sobre un niño o niña su familia lo denuncia
Donde acudir para pedir más información o ayuda:
Save the children
Filium
Teléfono del menor