La cosa pasó justo después de comer (él come en el cole) y justamente mi marido y yo acabábamos de llegar a casa del trabajo; trabajamos a 40 km del cole, así que os podeis imaginar lo que hubiera pasado si se le hubiera escapado a la hora del recreo... Como en el cole no limpian a los niños y no tenemos a nadie a quien recurrir, pues un desastre.
Pero como yo no estoy de acuerdo con eso de que no limpien a los niños, escribí una cartita al director, porque esa situación me indigna. Soy una persona a la que las injusticias hacen que le hierva la sangre y no me gusta conformarme con ellas. Creo que para que las cosas mejoren no vale con quejarse y luego no hacer nada. Tenemos la obligación de quejarnos y de reclamar a quien pueda solucionarlo. Por eso escribí esta carta al director.
Por lo visto le ha sentado como una patada en los mismísimos, aunque de momento sigo esperando su respuesta. Creo que ha comentado que por esta vez pasa pero que ha estado a punto de demandarme por llamarle inmoral e inhumano (tiene que asustar para que todos nos quedemos quietos como las ovejas en el redil). Si os dais cuenta vereis que no ha leido nada bien. En fin, ahi la teneis:
Sr. Director del Colegio ....
Sr. Director,
Soy madre de uno de los niños que cursan 1º de Educación Infantil en su centro, Alonso .....
El pasado día 13 del presente mi hijo se hizo caca, motivo por el cual nos llamaron para que acudiéramos al colegio a limpiarle y cambiarle.
Pues bien, le escribo para hacerle constar mi disconformidad con esta situación. Casualmente mi marido y yo acabábamos de llegar de Guardo, donde trabajamos, y pudimos acudir a limpiar a nuestro hijo, pero si el hecho mencionado hubiera tenido lugar a media mañana, mi hijo hubiera estado varias horas con la caca pegada al culo y mojado.
Perdone que, con todo el respeto, me ahorre eufemismos y hable claro, pero esa hubiera sido la situación.
Esta situación desde mi punto de vista es totalmente inhumana e inmoral. Mi hijo durante las horas lectivas está bajo la tutela del colegio, y quién quiera que sea, pero en el colegio, debería encargarse del bienestar de su pupilo en todos los aspectos, y sentarse en una sillita con la caca pegada al culo no creo que le cause bienestar a nadie. ¿Se imagina usted qué se puede sentir estando húmedo y con caca? ¿Puede ponerse en su lugar? No debe de ser muy agradable ¿verdad?
Los niños no son máquinas, unos controlan esfínteres antes que otros y eso es normal, e incluso los niños que como el mío controlan perfectamente, en un momento dado pueden tener un escape, porque cogen frío, algo les ha sentado mal, se han puesto nerviosos o mil razones más. Son niños, y no robots a los que se programa, y eso debería ser tenido en cuenta. Incluso a una persona mayor en un momento dado se le puede escapar algo, o tener un apretón y se pasa mal, pues ¿cuánto peor lo pasará un niño?
Por cierto, entraría usted a hacer sus necesidades a un servicio que carece de papel para limpiarse. Pues no sé si es lo normal, pero el día en cuestión no había papel en el servicio.
No limpiar a un niño en tales circunstancias creo yo que atenta contra los Derechos Humanos, y más concretamente contra los Derechos del Niño. Busque esos derechos y compruébelo.
Creo, además, que en este caso los responsables del colegio han descuidado la atención de un niño en materia de sanidad, sin tener en cuenta que esto también le produce al niño otra serie de perjuicios, pues no hace sino menoscabar su propia autoestima, ver que las personas mayores a cuyo cuidado se encuentra, no se preocupan de sus necesidades más básicas.
Se supone que los niños deben ir contentos al colegio, ¿usted cree que un niño que no es atendido como Dios manda cuando lo necesita va a querer ir al colegio? Son pequeños, y muchas veces no saben expresar lo que sienten, de ahí las famosas rabietas, pero no son tontos y saben quién se preocupa por ellos y quién no.
Esta situación hace que los niños crezcan en la desconfianza y el miedo. Pregúntele al psicólogo del colegio qué repercusiones tiene esto a la larga y qué diferencias puede haber con un niño que crece confiado y sintiendo que SIEMPRE hay alguien que vela y se preocupa por él en TODAS SUS NECESIDADES.
Por otro lado le hago ver que este mundo tan inhumano que están creando con estas medidas es el que les tocará vivir en el futuro, cuando estén en una residencia de ancianos y llamen a sus hijos para que vayan a limpiarles, o quizás no, porque si eso pasa en una residencia de ancianos, se considera negligencia y malos tratos, y a los gerentes se les puede caer el pelo, pero si pasa con niños da igual, porque ¿qué más da que vayan cagados, que meados, qué con mocos? Sólo nos importa que no nos den la paliza.
¿Son estos los valores que queremos dar a nuestros hijos? En los que se les menoscaba y se les ignora; en los que se les enseña a ignorar a un ser humano indefenso que se encuentra en apuros. Porque un niño en tal situación, que apenas ha dejado de ser un bebé, es un ser humano indefenso y en apuros que depende de sus mayores en todos los aspectos. No queramos volverlos individualistas y egoístas, y enseñémosles a ser generosos.
Nos quejamos de lo egoístas que son los niños, cuando somos los mayores quienes les hemos enseñado a ser así. Lo que debemos hacer es enseñarles a que se compadezcan de los demás, de sus desgracias, y a que les ayuden. Eso es de lo que tratan los temas transversales, pero por lo que se ve una cosa es la teoría y otra la práctica. ¿Pero piensa usted que un niño al que no se le atiende se va a preocupar del medioambiente o del bienestar de los inmigrantes?
Por mucho que queramos, los niños de 3 años ni son independientes ni van a serlo nunca. Ni siquiera somos independientes las personas mayores, sino que todos somos interdependientes, pues dependemos los unos de los otros. Pero es que a nadie se le ocurre pensar que un niño de 3, de 4 ni de 5 años puede valerse por sí mismo. Lo que debemos hacer es atender sus necesidades con la mayor prontitud posible. De este modo algún día se convertirá en un adulto maduro, confiado y capaz de preocuparse por su entorno (personas y ambiente), lo cual hará que tanto sus padres, como todos los educadores que han intervenido en este proceso, podamos sentirnos orgullosos de él, y de nuestra labor educativa.
El futuro de nuestra especie depende de la crianza de nuestros hijos, y usted puede aportar, si quiere, su granito de arena para hacer que este futuro sea mejor.
Por último, si un niño se cae o sangra, ¿le dejan también sufriendo o desangrándose a la espera de que lleguen sus padres? No lo creo, ya que son ustedes los responsables una vez más. Pues para los niños es tan básica una cosa como la otra. Por todo ello, le ruego que tome las medidas oportunas para que ni mi hijo, ni ningún otro niño, tenga que pasar de nuevo por esa indeseable situación.
Agradeciéndole de antemano su atención, se despide atentamente.