- Mié, 04 Nov 2009, 11:03
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Chicas, pues ya está. Al final fue más o menos como yo esperaba. La psicóloga era, no pro
estivill, pero más
estivill que lo otro. Dice que es demasiado rígido, pero sí habla de que el niño tiene que tener su espacio, que hay que sacarlo de la habitación de los padres a los seis meses, que hay que ponerle límites para dormir, atenderlo si llora, pero con límites (no dijo cuáles).
De todas las que estábamos, la había tres o cuatro que habían aplicado el método. (una de ellas lo aplicó cuando el niño tenía tres meses. No hubo objeción ni comentario alguno por parte de la psicóloga). Las demás no participaron, y solo una más o menos parecía que coincidía conmigo en algunas cosas. Lo primero que preguntó la psicóloga (la llamaremos Marta, para salvaguardar su identidad
), es si conocíamos el método
Estivill. Yo dije que sí. Y dijo que había dos libros con dos métodos contrapuestos que van a los extremos, uno era el de
Estivill, y el otro el Besame mucho de Carlos González. Yo le dije que no, que el de Carlos gonzález no era sobre el sueño. Que el método contrapuesto era el de Rosa Jové y su libro. Dijo que no lo conocía y no lo había leído. (así me gusta, informándose bien. Si no estudia todas las opciones, no me parece que pueda dar una opinión bien meditada).
En fin, que yo dije que quería hablar, porque ya suponía que todas conocíán el duérmete niño, pero pocas las otras opciones, y quería decir que había opciones. Les hablé de mi caso, con mi hijo que poco a poco, dejándolo a su ritmo, va durmiendo mejor, aunque aún le queda. Les hablé de que yo simplemente observo lo que necesita, a veces es brazos, a veces solo el chupe que no lo encuentra, y hay noches que no me necesita ma´s qeu una vez, y otras cuatro, luego no me toma el pelo. Si no me necesita, no me llama, o no llora.
Ella, en un momento dado, dijo que también trata adultos, y que tiene gente que con treinta años necesita dormir con su madre. (poniendo por los suelos el colecho). Yo le dije que casos patológicos hay por cualquier motivo. Y ella me dijo que no eran casos aislados, que había mucha gente. Entonces yo le dije que, aunque no lo pensaba decir, el método
estivill también traía consecuencias y graves, que no sólo dijera las de un lado. (todo esto super de buen rollo, eh?)
Y nada, al final, a modo de reflexión, dijo que tuviéramos en cuenta cómo somos nostras mismas, si somos inseguras, si continuamente necesitamos el refuerzo o la opinión de alguien, si hemos pasado de la seguridad de nuestros padres a la de un marido, o amigos, si somos capaces de enfrentarnos a situaciones difíciles solas... que pensáramos en nuestra infancia o en la de alguien que conociéramos. Si habíamos estado excesivamente protegidos...en fin, estaba clarísimo que lo decía por el método que yo decía y lo del colecho, pero sin decirlo, así como quien no quiere la cosa. (que yo no colecho, por cierto). Ahí ya sí que no me pude callar. Y dije lo siguiente.
Creo que estás hablando de cosas diferentes. La sobreprotección no tiene nada que ver con esto. Yo no estoy sobreprotegiendo a mi hijo por acudir por la noche cuando llora. Es más, estoy alentando cualquier pequeña intención que tiene para hacer algo solito. EStoy fomentando su autonomía en cualquier pequeño interés que muestra. Por quitarse los zapatos solo, por comer solo. He llegado a tener que fregar la pared del comedor de papilla por dejarle comer solo, porque muestra interés y yo lo fomento y lo animo. Por abrir una botella, por beber un vaso de agua solo (aunque le tenga luego que cambiar la camiseta). Animo cualquier pequeña muestra de autonomía. No le asfixio. En el libro de Rosa Jove se explica muy bien cómo es el sueño, las diferentes fases que tiene y cómo muchos niños encuentran dificultades en pasar de una a otra y se despiertan. qUe eso es temporal y que al final todos lo logran. Que el sueño es un proceso evolutivo, lo mismo que andar, hablar o controlar esfínteres, que cada niño es un mundo y que hay que respetar sus ritmos. Y que creo firmemente que si atiendo su llanto y acudo cuando me necesita, por un lado, y por otro fomento su autonomía y sus ganas de afirmarse como persona independiente de mí, mi hijo no tendrá motivos para sentirse inseguro de adulto, ni para necesitar el respaldo constante de alguien.
Otra mamá me dijo que si acudía cada vez que mi hijo lloraba, ¿qué iba a hacer con las rabietas? Que las rabietas muchas veces eran por caprichos de los niños que no se le podían dar, que se ponían cabezones. Y yo le dije que creía que estábamos en un monográfico sobre el sueño, y que yo por lo tanto estaba hablando de las noches. Que cuando llegáramos al monográfico de las rabietas, en enero, ya daría mi opinión, que a lo mejor no estaba tan en contra de la suya, pero que ahora estaba hablando del sueño.
Y bueno, qué os voy a decir. A última hora entró una chica que colechaba con una hija de dos meses y su marido con el mayor. Vi la luz. Participó un par de veces y reforzó lo que yo dije. La última en hablar fue una estivillera convencida, contó su caso, y la psicóloga dijo que teníamos que terminar, que gracias a la mamá de fulanito (la estivillera) por su última aportación , que nos quedábamos con ella, porque resumía muy bien la esencia de lo que se había hablado durante la tarde. (sí, chicas, sí. Yo también flipé en colores. Menuda capacidad de síntesis, la colega). Yo a esas alturas tiré la toalla y me callé. Ya veremos el siguiente monográfico, que es sobre el juego y el juguete. Parece que será menos "peligroso", jejeje.
Y eso es todo. Me produjo mucho desgaste, porqeu sentía que estaba con todo en contra defendiendo el fuerte yo sola, y solo la seguridad de qeu tenía la razón de mi lado me ayudaba, porqeu me miraban con unas caras.... creo qeu la psicóloga se cagó en todo, jajajaja.
Menudo tostónnnnnnnnnn. Un abrazo a todas, y gracias por vuestro apoyo!!!!!!