Vuelve la crianza natural
Publicado el 14 Septiembre 2009 por vidaymaternidad
"Este es un artículo publicado en la revista Presència el dia 23 de abril de 2009 (la traducción en mía).
Dar el pecho a demana, dormir en la misma cama, consolar los bebés y cogerlos siempre que quieran, quere un parto natural, .. Cada vez más,los padres recuperan antiguas maneras de relacionarse con los hijos sin miedo a malcriarlos.
“¿Sigues el método Estivill ?” se preguntan dos madres cuando hablan de cómo lo hacen para dormir a sus bebés.. La respuesta, en los dos casos, es “no”. Ninguna de los dos utiliza este método para que su pequeño coja el sueño, sino que lo duermen en brazos, o en el sofá, o en la cama familiar mientras le dan el pecho durante el tiempo que quiere el bebé, sin horarios, sin lloros. Ninguna de las dos quiso que su parto fuera medicalizado; una lo consiguió, la otra no. Hablan mientras llevan a los pequeños en brazos en medio de la calle. Seguramente no lo saben y sencillamente hacen aquello que creen mejor para los niños y para ellos mismas, pero tanto una como la otra están aplicando una filosofía de relación con los hijos definida como crianza natural. Una manera de hacer y pensar que fomenta la comunicación entre padres e hijos y que cada vez más va aumentando entre los nuevos padres de Cataluña.
Una de las señales que indican este cambio de mentalidad en la relación con los hijos ya desde el nacimiento, es el incremento contínuo de las solicitudes de mujeres que quieren tener un parto natural, en su casa o en centro hospitalarios. Quieren un parto no medicalizado, o lo menos intervencionalista posible, con comadronas en lugar de ginecólogos dirigiendo el proceso, sin el suministro de hormonas artificiales para agilizar el parto, sin anestesia epidural, acogiendo al bebé nada más nacer sobre el pecho para reconfortarlo, … Como consecuencia de esta demanda y de las políticas tanto del gobierno catalán como del estado, los últimos años ha aumentado el número de hospitales que ofrecen esta posibilidad de tener un parto de este tipo. En dos años, la cifra ha pasado de 7 a 16 en el territorio catalán. De entre estos hospitales, los hay que realmente priorizan esta filosofía, con un equipo de profesionales mentalizados, como puede ser, por ejemplo, el hospital de Santa Caterina de Salt; pero hay otros que lo ofrecen de manera tertimonial y tiene que ser la embarazada quien insita para dejar constancia de como quiere que sea su parto.
Lactancia materna
Paralelamente a la decisión de tener un parto lo más natural posible, hay la intención de dar el pecho al bebé para continuar reafirmando el vínculo madre-hijo y para asegurarle la mejor alimentación. El hecho que la Organización Mundial de la Salud “OMS” defienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida, ha dado un impulso importante a esta decisión y muchos hospitales catalanes apuestan claramento por ello. Destacan, sobretodo, aquellos que han sido reconocidos por la UNICEF como Hospital Amigo de los Niños; centros hospitalarios que, desde el nacimiento, ayudan a la madre para que pueda dar de mamar a su hijo, a menudo con medidas poco populares como, por ejemplo, prohibir los chupetes mientras los bebés están en el centro hospitalario para evitar que esto interfiera en el inicio de la lactancia. Una vez la toma del pecho se ha establecido con éxito, cosa que sucede en unas semanas, entienden que ya no hay problema en cuanto al uso del chupete.
A veces, cuando se da el alta hospitalaria, surgen dificultades en el amamantamiento y es en este momento cuando tienen un rol destacado los grupos de apoyo a la lactancia, que pueden ser o no fomentados por los mismos hospitales, que animan y ayudan a la madre a consolidar el amamantamiento. Reunidos cada cierto período de tiempo, en estos grupos, madres y algunos padres, así como profesionales sanitarios, comparten experiencias y acostumbran a poner en común dudas sobre el trato con los hijos que van más allá del amamantamiento. Porque si bien la decisión de querer un parto natural como la de dar el pecho son prácticamente impulsadas por las autoridades sanitarias, a nivel social cienen acompañadas de prejuicios.Las contradicciones aparecen incluso dentro del mismo ámbito sanitario y no es extraño que mientras un pediatra insiste en la eficacia del amamantamiento a demanda sin necesidad de ayudas de biberones, otro difunda justamente la tesis contraria.
Dormir en la misma cama
Las presiones sociales y culturales que se pueden recibir llegan a uno de sus puntos álgidos cuando los padres deciden que el bebé duerma con ellos en la cama familiar. Es entonces cuando als advertencias o amenazas de estar malcriando al bebé son más fuertes. La mayoría de los padres que se decantan por la crianza natural creen que es normal ayudar a sus hijos a dormirse sin malos tragos, sin sufrir, como ya dice la psicopediatra Rosa Jové, autora del libro Dormir sin lágrimas. No sólo rechazan sistemáticamente el método Estivill para solucionar el insomnio infantil, método que aplica, entre otras cosas, una tabla de medidas de tiempo en las que se debe dejar llorar al niño en su habitación, sino que, al contrario, buscan maneras menos traumáticas para acostumbrar a su hijo a dormir, como dejarlo dormir con ellos, o darle compañía hasta que coge el sueño. Algunos bebés duermen en la misma cama de matrimonio con los padres; otro, en una adosada a la cama familiar, pero en todo caso, comparten habitación.
La opción de dejar que el bebé duerma con los padres forma parte de la cultura tradicional de muchas sociedades alrededor del mundo, como también lo es cargar al bebé encima y que note el contacto contínuo con los paders, especialmente con la madre. Es por este motico que muchos padres termian eligiendo mochilas portabebés o foulards que facilitan el transporte en lugar en los fríos e impersonales cochecitos. Entre otras virtudes, se cree que el contacto con el cuerpo, el olor y, especialmente, sentir el latido del corazón de la madre cerca, hace rememorar al bebé su estancia dentro del útero y le aporta bienestar. Para recrear esta misma sensación de bienestar de antes de nacer, también se han diseñado una especie de bañeras para bañar a los bebés que, además, según afirman sus defensores, ayudan a prevenir los cólicos.
Todas estas son medidas que recuerdan otras épocas y que aún están presentes en las memorias de muchas abuelas. Seguramente ellas tampoco se lo planteaban y simplemente hacían lo que creían mejor para sus hijos y que, en muchas casos, habían aprendido de sus madres. Sin saberlo, ya practicaban lo que ahora se llama crianza natural."
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
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Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
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