Tengo que decir primero que es una niña muy nerviosa, que aunque ya duerme toda la noche, se despierta mucho, aunque enseguida se vuelve a dormir, sólo con agarrarme y notar mi presencia (duerme en una cama al lado de la mía, aunque pasa más horas en mi cama que en la suya). Además lleva con dermatitis desde la primavera, y desde este verano está peor y se rasca mucho por las noches.
Hoy estaba especialmente nerviosa, quizás tenía calor, o quizás estaba más nerviosa porque hemos pasado el fin de semana en el pueblo, y allí se descontrola. O quizás la picaba, aunque no he notado que se rascase mucho. El caso es que de tanto moverse se ha caído la barandilla de su cama, y a ella la he cogido de casualidad, estaba a punto de caerse. La he calmado en brazos, pero quería ir a su cama. Ha empezado a dar vueltas, y al rato se ha puesto a llorar. Se ha ido al borde de la cama, quería levantarse. La he ofrecido de todo: agua, ha bebido, crema para los picores, se la he dado, hemos ido a la cocina a ver si tenía hambre... y nada, ella lo que quería era que la pusiese los dibujos en la tele. Al principio la he dicho que no, pero cada vez se ponía más nerviosa, y gritaba hasta más no poder, no podía ni cogerla, ni tumbarla...
Al final he cedido, con el cabreo de mi marido, que era partidario de dejarla llorar, o si no, de dejarla sola en el salón viendo la tele. Me he quedado un rato con ella, y ni siquiera los miraba, sólo se abrazaba a mí con los ojos cerrados intentando dormirse. Se ha calmado. Al rato la he propuesto volver a la cama, y no quería, pero estaba más tranquila. Hemos ido a la cama y se ha vuelto a levantar, pero hablándola con calma y explicándola que tenía que dormir para ir a la guardería, al final se ha quedado dormidita (desde las 3 hasta las 5 de la madrugada)
Mi marido está en contra de esta actitud. Dice que se ríe de mí, que así lo consigue todo. Es cierto que lleva una temporada que nos dice a todo que no: no quiere bañarse, pero luego no quiere salir de la bañera, no me deja que la de crema, no me deja que la limpie la nariz, no come si no es viendo los dibujos en el salón ( nosotros siempre comemos en la cocina). Yo al final siempre cedo, bueno, no en todo, por supuesto la baño, la doy crema (aunque me cuesta, pero invento mil cosas para conseguirlo, pocas veces pierdo la paciencia)... pero si quiere comer en el salón, pues bueno, no voy a pelear con ella por eso, no merece la pena, y cosas así.
Y nunca la he dejado llorar para dormir, y no la he dejado sola en su habitación, y siempre que ha querido ha dormido con nosotros.
La pregunta es: ¿lo estoy haciendo mal? ¿estoy haciendo que sea una niña consentida? eso me dice mucha gente, y mi marido se lo está empezando a creer también. Hay quien me dice que tengo que tener "mano dura", que si no me impongo ahora, hará conmigo siempre lo que quiera, que en casa mandamos los padres.
También la regaño, sin gritarla, la castigo un minuto a "pensar" lo que ha hecho explicándola que eso no se hace porque..., jamás la pego, ni siquiera un cachetito en el pañal (muchas mamás dicen que no pasa nada).
Yo no tengo valor para dejarla llorar, y no sé cómo actúar en muchas ocasiones. A veces me desespero y creo que lo hago todo mal ¿Qué pensáis?