- Mié, 07 Oct 2009, 19:03
#348492
Hola guapa,
en mi opinión para las rabietas no existe receta mágica. A mí me gusta mucho Rosa Jové pero la teoría que propone me funciona solo a medias, ayuda a prevenir la rabieta pero una vez que se produce por lo menos en mi caso, no sirve de nada.
Yo creo que lo haces bien, siempre que te quede claro el motivo ayuda mucho explicarle la razón, para que sepa que hay un motivo fundado y no se trata de un "capricho" por tu parte. A veces tendrás la sensación de que no sirve de nada, porque por mucho que se lo expliques seguirá en sus trece, o tendrás que "pelearte" por lo mismo días tras día, pero a la larga da resultado. No es que las rabietas vayan a ser menos intensas o frecuentes, pero poco a poco va aprendiendo a razonar, y acabará dándote sus argumentos (y en muchos casos lo podrás solucionar a través del diálogo
).
Un posible "problema" es el que tú señalas, que todavía habla poco, con lo cual su vocabulario no es lo bastante amplio para expresar lo que quiere o siente y no le queda más remedio que demostrarlo a lo bestia. A medida que aprenda a hablar, posiblemente las rabietas tipo niño-del-exorcista se reducirán.
Finalmente, hay veces en las que no hay motivo, o por lo menos eso parece, a lo mejor lo único que quiere es llamar la atención, no en plan de torearte o tomarte el pelo, sino de hacerse notar.
Te pongo a continuación unos consejillos y truquitos que a mí personalmente me funcionan (aunque, como te digo, creo que no existe ninguna fórmula mágica):
Si ves que se va a enrabietar, exactamente lo que haces. Decirle que lo comprendes, explicarle por qué no puede ser y ofrecerle una alternativa razonable (o incluso más de una, para que pueda elegir).
Distraerle con otra cosa suele funcionar.
Si no puedes evitarlo y empieza con la rabieta, intenta evitar que se haga daño, se lo haga a alguien o rompa cosas. Yo le abrazaba fuerte, para que notara el cariño y a la vez estuviera "inmovilizado", todo el rato explicándole por qué le había dicho que no o lo que sea (si gritaba, seguía hablando bajo para que fuera bajando el tono a su vez para que escucharme).
A medida que se iba calmando, le cogía en brazos, me sentaba con él y analizábamos juntos lo que había pasado (cuando no hablaba, lo analizaba más bien yo, pero intentaba verlo desde su punto de vista y luego le explicaba el mío).
Cuando
no hay rabieta, funciona decirle lo bien que estáis, cosas tipo "me divierto mucho jugando contigo a esto", para que vea que le prestas atención también cuando estáis "bien".
Finalmente, lo de la mudanza puede influir. En cierto modo, entiende que cambiará su rutina y eso le descoloca un poco. También es posible que perciba que tú estás más nerviosa o haciendo un montón de gestiones y no estás tan pendiente de él como antes (ojo, no digo que sea así, sino que probablemente es como él lo ve).
Si es posible, intenta acostumbrarle al cambio, háblale de la casa nueva, llévale a verla, pídele que te ayude a colocar las cosas en cajas, que elija qué cosas suyas se guardan primero y cuáles se dejan fuera hasta el final, en fin, lo que puedas para que se sienta partícipe y no lo viva como una decisión impuesta.
Por otra parte, los 2 años son una etapa de rabietas (se te ha adelantado un par de meses
) y en cierto modo son inevitables, a medida que empiezan a hablar disminuye, luego a los 4 hay otra (¡a saber cuántas rachas nos quedan!
).
Bueno, siento haberte metido esta chapa, espero haberte ayudado. Ya nos irás contando cómo va.
Besos.
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim