Soberano cabreo por mi parte porque la frase procede de mi padre, que se ha ablandado mucho con los años y no suele salir con opiniones no solicitadas. Muchísimas ganas de decirle que yo de pequeña no solo notaba la autoridad, temía a la autoridad, y en mi camino hacia el aprendizaje de la disciplina adquirí de paso unos cuantos complejos e inseguridades de los que no me he librado del todo hasta la fecha.
Me limito a decirle que prefiero explicarle a mi hijo las cosas razonando que imponiéndolas sin más. Pues no, que hay que aprender a tener tolerancia a la frustración.
Me repatea el tema de la tolerancia a la frustración, porque como en muchos otros aspectos se utiliza el doble rasero según se hable de adultos o de niños.
La tolerancia a la frustración que uno se espera de un adulto es nula: tenemos que tenerlo todo inmediatamente y conforme a nuestros deseos, sobre todo si se trata de algo material. En cambio, a los niños se les exige una tolerancia infinita, te piden que aguantes los palos con una sonrisa para parecer bien educado. Y se supone que si los palos te llegan antes o con mayor frecuencia, aprenderás a soportarlo mejor.
Me niego. Mi hijo ha descubierto que no puede tener todo lo que quiere el día en que quería que me quedase con él y he tenido que ir a trabajar.
Dicho esto, reconozco que es desobediente y a veces hace lo que quiere. Pero pienso que si empatizo con él, con el tiempo aprenderá a razonar con su propia cabeza, a tomar decisiones, a cometer errores y a asumir las consecuencias de los mismos.
Si le impongo autoridad y disciplina elijo el camino fácil, hará lo que yo diga por miedo al azote o al castigo, y cuando llegue a la adolescencia me destronará como ejemplo de autoridad moral, me reemplazará por la autoridad moral de sus amigos, como será más alto y más fuerte que yo no conseguiré llevarle a la silla de pensar y no me hará caso si le diré que cada vez que no toma drogas le pondré una pegatina en un papel y cuando el papel esté lleno iremos al cine.
Vaya mundo...
Siento el desahogo, hoy estoy un poco de bajón y de mala leche.
A cambio de tragaros este escrito, os "regalo" un artículo sobre la tolerancia a la frustración:
http://www.atainfo.org/articulos/articulo_2.pdf
Besos.
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más...
Mi blog: El mundo de Kim