Nosotros lo sabíamos aún antes de realizar los tests, ¿acaso no conocéis las señales?:
La levadura que sube por las mañanas.
Los pájaros que preparan sus nidos al mediodía.
El humor del viento racheado en los atardeceres.
No necesitábamos de artilugios humanos para saber que el milagro se había vuelto a producir, la vida había vuelto a llamar a nuestras puertas y nosotros las habíamos abierto de par en par, una y otra vez.
En resumen, que mi mujer había aumentado de volumen la barriga y se mantenía igual de peso (mi suegra se pensaba que estaba engordando por las tapas veraniegas), le ha dado por reparar grifos, poner mosquiteras, cambiar cisternas y está de un humor muy cambiante, tan pronto siente frío como calor.
Ha ido por segunda vez a planificación familiar porque la primera los resultados no eran concluyentes y esta vez sí que lo han sido.
ESTAMOS EMBARAZADOS