Estuve unas semanas dándole papilla de cereal también a mediodía, una poca, y luego le ofrecía trocitos e iba comiendo, poquito, pero comía. De buenas a primeras dejó de querer la papilla para lanzarse directamente a la comida "masticable". Así es que ahora come dos croquetas (se las he hecho de pechuga de pavo con zanahoria y cebolla y le gustaron) con alguna patata frita, o 2 palitos de merluza (de los congelados, tengo que probar con pescado fresco y empanarlo yo), o un rulo de fiambre de pavo con queso (rebozado o en crudo), o un poco de pechuga de pollo rebozada, y prueba todo, pero todo, lo que comemos nosotros. Así hemos descubierto que ahora le gusta el queso (de todo tipo, pero procuro darle tipo Burgos, que me parece más adecuado) o el yogur natural (lo come él solito con la cuchara, poniéndose perdido, no vayáis a pensar!). Y el otro día hasta se comió un trocito de churrasco, ¡no me lo podía creer!.
De momento, ya veis que se decanta por los rebozados y fritos, pero por algo se empieza. Al menos va comiendo, aunque no sea mucha cantidad. Vamos, que estoy muy contenta, y quería compartirlo.
La semana que viene probaré a hacerle empanadillas en el horno, a ver qué tal (veo que le gustan las cosas que puede coger con la mano) y así le puedo colar más verduras.
En fin, que gracias por escucharme en los momentos de agobio.