- Vie, 19 Jun 2009, 10:38
#336122
Todavía estoy temblando. Ayer hicieron la fiesta de graduación en la escuela infantil de Rodrigo. Todo iba bien hasta que nos fuimos a recoger sus cosas. Rodrigo estaba muy juguetón y corriendo de arriba a abajo. Yo llamándole para que no se apartase de mi lado, pues bien, en un momento en que me volví medio segundo para comentarle una cosa a una de sus maestras, se escapó y digo se escapó porque al volverme ya no estaba, salí corriendo a ver si estaba en un aula y no estaba, empecé a correr por los pasillos y no le veía, salí a la puerta de la entrada y no le vi en el patio, la puerta estaba abierta, en ese momento entra un señor con una sillita de bebé y le pregunto que si ha visto a un niño solo y me dice que sí que le ha visto salir corriendo de la guardería, me lanzo desesperada a la carrera y le veo en la acera a unos 10 metros de la misma mirando una moto. Me ve corriendo y se piensa que estoy jugando y sale corriendo él, ante mi grito se para. Os lo juro en ese momento lo único que pensaba era en darle un azotazo pero lo único que pude hacer fue abrazarle llorando y dando gracias al cielo porque no le había pasado nada. Me tuve que sentar en el bordillo de un jardín con él primero para tranquilizarme y segundo para explicarle que no podía salir corriendo sin mamá y preguntándome como el hombre no le había detenido al ver que salía solo y en quién había sido el irresponsable que había dejado abierta la puerta de acceso a la escuela desde la calle, porque siempre debe de estar cerrada, y con la sensación de que tenía que haber estado muchísimo más atenta.
Llevo con un cólico desde hace un montón de días y os juro que en esos momentos el miedo a que a mi hijo le hubiese pasado algo me dio las fuerzas necesarias para correr tan rápido como no lo he hecho en mi vida y para no sentir dolor. Pasé tantísimo miedo al ver que no estaba...
Salud