- Vie, 19 Jun 2009, 04:54
#336054
Yo estuve trabajando mas de 10 años en una Notaría Pública, a las 7 am impartía clases en una universidad, de ahí me trasladaba a mi oficina, salía a comer y regresaba a casa a las 8 pm aproximadamente; cuando tenía 6 meses de embarazo, decidí, con apoyo incondicional de mi esposo, renunciar a mi trabajo, dedicarme sólo a mi casa y a disfrutar los últimos 3 meses de mi embarazo; pensé que un par de meses después de que naciera mi hijo, me reincorporaría a trabajar. Creí que sería difícil acostumbrarme a mi nueva vida, sola en casa, estudiando para superarme profesionalmente, preparando la comida y bordando cosas lindas para mi hijo; pero en realidad no fue así, me di cuenta que en ese momento requería de cierta tranquilidad que mi trabajo no me proporcionaba y sobre todo en ese momento mi hijo innato y mi esposo, me agradecían que estuviera con ellos; no tenía a un cliente que me agradeciera el asunto ganado o el jefe que me remuneraba bastante bien mi trabajo, sin embargo tenía a mi esposo que me agradecía estar con él, sirviendo su sopa caliente o simplemente platicando y “acariñándonos” toda la tarde y sobre todo estaba por nacer mi hijo. Ahora con mis 2 pequeños, me doy cuenta que no me equivoqué, estoy con ellos, vivo con ellos, disfruto con ellos. Aunque nunca dejé mi vida profesional, mi prioridad son mis hijos y me estoy reincorporando poco a poco de nuevo a mi actividad laboral.
Como te dice Trece, no "pienses" antes de tiempo; poco a poco te irás dando cuenta de lo que quieres y de lo que necesitas, por lo pronto disfruta día a día cada momento.
Un Abrazo