- Mié, 03 Jun 2009, 20:32
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Lo siento, pero voy a ser la nota discordante...
Desde luego que me alegro mucho por ellos, y cada uno es muy libre de tener el número de hijos que quiera, pero no creo que esté bien
para ellos porque son ricos y para los demás, no.
Lo siento pero me temo que va a ser una perorata
, espero no aburriros...
Hace 20, 30 o 50 años las familias solían tener más niños y menos comodidades materiales. Por desgracia, vivimos en un mundo materialista, donde eres un don nadie si no tienes un móvil de última generación. La necesidad de apilar posesiones materiales se transmite muchas veces a los niños, abarrotamos su habitación de juguetes y de ropa de marca, pensamos que para que sean felices tenemos que comprarles la wii y las zapatillas de nike, cuando en realidad lo único que necesitan es nuestro tiempo.
Haciendo sacrificios (¿si no los hacemos por nuestros hijos, por quién?) todos podríamos tener una familia numerosa. Los padres de generaciones pasadas compraban comida a toneladas en los mercados que eran más baratos, en cuanto la ropa se le quedaba pequeña a uno se arreglaba para que la utilizase el hermano siguiente, en vez de irse de vacaciones iban todos a pasar el día en el campo que era gratis.
Pero hay una cosa que no ha cambiado, y que nos afecta a todos, sean cuales sean nuestras posibilidades económicas: los niños, aparte de lo material, necesitan cariño, tiempo, atención.
Si solo tienes un hijo, le puedes dedicar el 100% de tu tiempo libre.
Si tienes dos, lo tienes que repartir, buscar tus ratos para estar con uno, con otro y con los dos.
Si tienes tres o cuatro, la cosa se complica pero aún así es posible.
Pero si tienes 8, en mi humilde opinión es un caos total. Por mucho esfuerzo y muchas ganas que le eches, te va a ser imposible dedicarle a cada uno aunque sea un minuto, creo que en ese caso la vida te supera. Tendrías que clonarte varias veces para estar en todas partes al mismo tiempo, ayudar al que ha suspendido y tiene que estudiar, consolar al que está de bajón porque le ha dejado la novia, acompañar a uno al entrenamiento de fútbol y al otro a clase de piano, separar a los dos que se están pegando mientras evitas que el que gatea se dé un golpe contra la pared y oyes que el bebé está llorando a moco tendido porque tiene hambre, y como seguís ampliando la familia, en ese momento tienes un bombo de ocho meses, unos ardores horrorosos y los tobillos como morcillas.
Evidentemente, si la economía te lo permite, puedes contratar a un ejército de niñeras que te ayuden, pero es un paliativo, no una solución.
Pienso que no hay nada en el mundo que pueda suplir el cariño de una madre, sea millonaria o mileurista.
Dicho esto, confieso que siento mucha envidia por el sueldo de Raúl y de cualquier otro futbolista de primera división (no me malinterpretéis, de envidia sana, nada: es envidia COCHINA, pura y dura!!
).
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim