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por Malefica
#332842 Antes de entrar aquí, sólo había oído hablar del rincón de pensar en el programa de la supernany. Por aquel entonces yo no era madre y me pareció de lo más útil, normal y pedagógico. Ahora que soy madre, de un niño demasiado pequeño para estas cosas, hay algo intuitivo que me dice que no me acaba de convencer. Siento que llevar a la silla de pensar a un niño enfadado es excluirlo, aislarlo negativamente, apartarlo del resto de la clase o de la casa como si llevara una A escarlata. Desde luego si me pongo en la piel de un niño sentado allí me entra una sensación de desazón. Me siento tremendamente juzgada y sí, castigada, por no haber sabido estar a la altura del resto, por no haber sabido ser buena.

En el foro se ha mencionado este sistema o método, como queráis llamarlo, varias veces. Algunas de vosotras lo recomendáis cuando el niño tiene una rabieta, imagino que como medio de reflexión, otras estáis completamente en contra, sobre todo si de niños muy pequeños se trata.

Así que me he puesto a buscar en Internet. Si buscas en Google, la mayoría de las entradas que aparecen son a favor de este método. Sus seguidores la definen como una técnica de disciplina positiva. “Esta técnica remueve al niño/a de la situación de conflicto y le da un tiempo para calmarse/pensar en lo que sucede. La silla de pensar consiste en separar al niño de la situación que genero la disputa o conflicto y llevarle a una silla que está designada como la “silla de pensar.” El niño/a debe permanecer en la silla unos minutos y pasados estos minutos, hablar acerca de lo qué sucedió y cómo puede actuar de mejor manera si se presenta la situación de nuevo”

Sin embargo he encontrado algún documento en contra de estos métodos que os enlazo para que leáis si os apetece.

http://www.awareparenting.com/tiempofuera.htm (sobre el tiempo fuera) Es de Aletha Solter.

De este artículo os rescato un párrafo, en el que se habla de una de las desventajas del “tiempo fuera”:

“El uso del Tiempo Fuera conduce a multitud de problemas escondidos. Uno de ellos, cuando imponemos un Tiempo Fuera a niños que están llorando o enfurecidos, les damos el mensaje de que no les queremos a nuestro alrededor cuando están disgustados. Con la certeza de que no les escucharemos, pronto podrían dejar de acudir a nosotros con sus problemas.”

En resumen: “quiéreme cuando menos me lo merezca porque es cuando más lo necesito” como dice Rosa Jove.

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por ALALA
#332852 Nunca pensé que el tema de la silla de pensar pudiera tener consecuencias negativas para los peques, lo que sí pensé es que no creo que cuando estén allí sentado puedan pensar sobre lo que han hecho, creo que son demasiados pequeños, y lo único que pueden ver en esos casos es que sus amigos se están divirtiendo y ellos no.

Un beso.

Por favor... dejen que juegue, que me divierta, que sea feliz.
Soy un niño, no lo olviden.
Y sólo una vez en la vida.
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por Kim
#332860 Muy interesante el artículo (como todos los que encuentras ;-) ).
Mi opinión es que la silla de pensar es el equivalente preescolar a castigar en un rincón, no le veo ninguna utilidad, no creo que un niño consiga reflexionar ni cambiar de actitud en el preciso instante en el que tú quieres que lo haga solo por estar sentado en una silla. Me parece muy válida la teoría que expone cuando dice "Cuando tratamos de cambiar el comportamiento sin tratar esos sentimientos y necesidades, no ayudamos a nuestros niños en absoluto. ¿Por qué? Porque el problema subyacente todavía estará ahí".
Parece que a todo el mundo le preocupa obtener resultados a corto plazo, da igual que el niño esté a disgusto, la cosa es que no moleste. Yo considero la crianza un trabajo a larguísimo plazo, no dejaré de ser madre cuando mi hijo tenga 18 años, 30 o 50. Tampoco me acabo de creer lo de ser madre-amiga enrollada, pero doy mucha importancia al diálogo y a la confianza. Creo que, si queremos que nuestros hijos tengan confianza en nosotras, hay que intentar comunicar con ellos desde el principio, lo que no se puede es seguir los consejos de supernanny & Cia a pie juntillas y luego cuando tengan 15 años querer hablar con ellos de drogas y anticonceptivos en plan colegui.
Perdón por la perorata.
Lo que quiero decir es que no me parece correcta la silla de pensar tal y como se viene aplicando. En cambio, creo que es bueno acostumbrar a los niños a reflexionar acerca de su conducta.
Me explico: después de la rabieta, cuando ya se le ha pasado, intento analizarla con mi hijo. La repasamos juntos, desde su punto de vista y desde el mío, hablamos de nuestros respectivos comportamientos, de cómo podemos actuar en el futuro en situaciones similares para que no haya enfados. Si tengo que pedir disculpas (porque he perdido la paciencia o me he mostrado demasiado inflexible) lo hago. Del mismo modo, le pido que reflexione sobre lo ocurrido y si llega a la conclusión de que no merece la pena enfadarse por eso, que me dé un beso y lo olvidamos (siempre me lo da :mrgreen: ).
En fin, no es exactamente un "tiempo fuera" aunque se le parece un poco. Tampoco sé si es bueno hacer eso, no lo estoy recomendando. Cuando digo que "analizamos" la situación estoy exagerando, en realidad llevo yo la voz cantante, pero veo que a medida que se va haciendo mayor va participando más, es decir, lo va entendiendo.

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por Malefica
#332911 encontré una entrada de google en la que explicaban los origenes de la silla de pensar como medio de reféxión en general, de meditación y no como modo de castigo. Comentaban que con este cambio de dirección era más la silla del aburrimiento que la silla de pensar.....

Os dejo el enlace

http://mami-logopeda.blogspot.com/2009/ ... ucion.html

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por Loes
#333016 No he leído todavía los enlaces que has puesto :oops: :oops:
Pero así de repente, no sé qué dirá la supernanny que es la silla de pensar, pero sí que estoy de acuerdo, con ciertos matices, con lo que llamas el "tiempo fuera". Cuando el niño está muy enfurecido o rabioso, es imposible dialogar con él. Es mejor dejarle que se tranquilice un rato y luego hablamos.
Según el párrafo que citas del artículo, el niño se acostumbra a no estar a nuestro alrededor cuando está disgustado... bla bla bla... Pero vas a permitirle que aúlle y dé patadas y tire cosas para desahogarse? Entonces el mensaje que le estás dando es que de mayor puede ser un bandarra cualquiera que cuando esté enojado o disgustado puede salir a quemar papeleras.
Estoy de acuerdo con Kim en que hay que dialogar con el niño cuando se le pase la rabieta, pero para ello hay que encontrar un método válido para que se le pase. Ser buena madre o buen padre no equivale a tragar con todo. Hay que educarles y pararles los pies cuando sea necesario. No estoy defendiendo ni la silla de pensar, ni el cuarto de los ratones ni el látigo, pero creo que sí que hay que adoptar medidas para enseñarles a controlar ciertas emociones (controlar las emociones no significa anularlas, simplemente saber manejarlas). Usar la silla de pensar o el "tiempo fuera" para dejar al niño solo y encierrado, no me parece buena idea, pero sí como lugar especial donde tiene que aprender a calmarse y a manejar su enfado. También me parece importante ese diálogo que dice Kim una vez que esté calmado, no sólo por el niño sino también por ti, para entender mejor sus rabietas. Bueno, el mío tiene casi 3 años y ya sabe expresarse bastante bien, pero aún así a veces me sigue sorprendiendo cuando me explica perfectamente por qué se ha enrabietado y ha "montado el pollo".
(También es cierto, cambiando un poco de tema, que muchas veces los adultos también necesitaríamos una "silla de pensar" y un "tiempo fuera" para controlarnos y reflexionar sobre nuestras reacciones para con nuestros hijos... que yo he visto la Supernanny en versión americana alguna vez y a veces no se sabe quién es más patán, si el padre o el hijo ... y en mi casa a veces también, que en todas partes cuecen habas)

Lucía, mamá de Alexander (14-06-2006) y Eric (17/06/2009)

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por Kim
#333029
Loes escribió:Pero vas a permitirle que aúlle y dé patadas y tire cosas para desahogarse? Entonces el mensaje que le estás dando es que de mayor puede ser un bandarra cualquiera que cuando esté enojado o disgustado puede salir a quemar papeleras.

Yo no lo veo así. Evidentemente no se le puede permitir que aúlle o dé patadas, pero lo malo de la silla de pensar es que se le aparta cuando precisamente está más enfadado. Yo opino que hay que reconocer su derecho a estar enfadado, pero al mismo tiempo ayudarle a canalizar esa agresividad de forma más aceptable.
La silla de pensar funciona como restricción física, que el niño se desespere allí y no destroce la casa, pero el niño puede acabar teniendo la idea de que solo le quieren cuando se porta bien, y cuando no es así no le quieren cerca. En mi opinión, la idea que se le tiene que dar es que nuestro amor hacia él es incondicional, se porte bien o mal. Eso no significa permitir o tolerar cierto tipo de comportamiento, pero es más útil aguantar el chaparrón con él, abrazarle fuerte para que se calme, impedirle que pegue, muerda o dé patadas, mientras se le explica que lo que está haciendo no es aceptable. En vez de apartarle, se le ofrece nuestra presencia y nuestra ayuda, la quiera o no, pero por lo menos no está solo, y de este modo, una vez que lo peor ha pasado, se puede retomar o continuar un diálogo que no se ha interrumpido del todo, por lo menos por nuestra parte. La silla de pensar da la idea de "te voy a poner aquí porque mientras te portes mal no quiero tenerte cerca" y después "ahora puedes salir y actuamos como si nada hubiera pasado, lo que has hecho no me importa lo más mínimo".
Finalmente, existe una teoría muy extendida según la cual las rabietas hay que ignorarlas sin más, yo no estoy de acuerdo, la mayoría de mis familiares, amigos y conocidos lo ponen en práctica y por lo que veo, haciendo eso no se reducen de forma significativa.
A mí personalmente me parece un buen comienzo separar el motivo de la rabieta (que a veces puede ser lo de menos) de las manifestaciones de la misma. El motivo lo "aparcamos" y lo hablamos tranquilamente después. Lo segundo se lo intentamos explicar, si está tan extremadamente desatado que puede llegar a hacerse daño o hacerlo a los demás, lo que mejor resultado me ha dado hasta la fecha es un abrazo fuerte, que le transmite cariño y a la vez le "inmoviliza". Finalmente, si se tira al suelo y me pide que le coja en brazos, según los expertos de turno es un capricho y me está tomando el pelo, quiere salirse con la suya y demás. ¿Pero que tendrá que ver que me pida cogerle en brazos con que, por ejemplo, me haya pedido un caramelo y no se lo haya dado? ¿No será que es su forma de hacer las paces? ¿No será que acaba de darse cuenta de que mis brazos son más importantes que el caramelo?
Pues le cojo, le abrazo, me siento con él en el sofá, en la cama o en el sitio que tenga más cerca y le cuento por qué no le puedo dar el caramelo, le digo que entiendo como se ha sentido y a la vez le explico cómo me he sentido yo cuando ha tenido esa reacción.
La idea básica de ignorar las rabietas es hacer ver al niño que su actitud no nos afecta. Yo no estoy de acuerdo. Me parece muy importante conseguir empatizar con él, que vea que todo lo que hace me afecta, para bien o para mal, y que del mismo modo vea que entiendo que lo que yo hago también le afecta, en resumidas cuentas, que intentemos ponernos cada uno en el lugar del otro. A mí no me gusta que esté enfadado y sé que (aunque no lo verbaliza) a él tampoco le gusta que yo lo esté.
Tengo que decir que en los últimos meses las rabietas han disminuido de forma muy significativa, en número e intensidad. También he notado que, con el tiempo, está siendo cada vez más sensible al sufrimiento ajeno, si por ejemplo ve a un niño llorando por la calle me pregunta qué le pasa, si es en el parque se acerca, le ofrece un juguete o le toma de la mano. Una vez le pregunté por qué hacía eso, la respuesta que me dio fue de lo más sencilla y conmovedora: ese niño estaba triste.
No me quiero echar flores ni mucho menos. Posiblemente, solo sea que el niño me ha salido "bueno" como me dicen a veces. Yo creo que todos nacen buenos, todos pueden llegar a ser más buenos todavía, solo es cuestión de ayudarles a encauzar esa bondad, a dar amor, y la mejor manera de que den amor es que a ellos no les falte. Nunca.
(Perdón por la parrafada :oops: )

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por Loes
#333034
impedirle que pegue, muerda o dé patadas,


Bueno claro, pues a eso vamos. Que si bien no estoy de acuerdo en que se le encierre en el "cuarto oscuro" o la "silla de pensar", tampoco lo estoy con que le dejes montar el cristo o ponerse a tirar cosas cual señorita decimonónica. Yo al menos pienso que en el término medio está la virtud.

También como tú dices depende del niño y de la manifestación de cada uno de sus frustraciones. A mí el mío jamás se me ha tirado al suelo en una rabieta, pero sí que ha pegado patadas y lanzado objetos. Yo en este caso ni aunque quisiera lo puedo dejar en una silla o una habitación aparte, porque nos pone la silla de sombrero. Tampoco intentar abrazarle para calmarle porque supondría agarrarle con mucha violencia, lo que él no interpretaría como un abrazo. Supongo que la clave está no en suprimir ni contener la rabia, sino en encauzarla a una actividad menos peligrosa o violenta hasta que se calmen.

"ahora puedes salir y actuamos como si nada hubiera pasado, lo que has hecho no me importa lo más mínimo".


Esto tampoco me parece correcto. De una manera u otra hay que esperar a que se calme y luego intentar dialogar sobre lo que ha pasado. Como digo en mi otro mensaje, Álex con casi 3 años ya es capaz de decir que estaba triste o enfadado y por qué.

Lo que pasa que ahora que me fijo, como aún no me he leído los artículos :oops: el método este del tiempo fuera y la silla de pensar no hace falta que esté dirigido a rabietas sino a simplemente cuando se han portado mal pero sin llegar a estar enrabietados.

Lucía, mamá de Alexander (14-06-2006) y Eric (17/06/2009)

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por mamigatito
#333051 Personalmente a nosotros lo que nos vale ante una rabieta es alejarnos ( no alejarle), me explico:

Dani no quiere que le toques, si bien pide que te acerques, solo es para dar golpes y/o intento de morder, claro está que ante esta actitud no me acerco, pero tampoco le dejo solo.
Estoy a 2 o 3 pasos de él, pues si su rabieta vá a más, busca golpearse contra el suelo y es ahí dónde tengo que sujetarle ( un abrazo ) de manera que no se lastime, pero que tampoco me lastime.

Cuando ha pasado el mal trago, ambos lo hablamos...si no sé el motivo de la rabieta, le pregunto por qué se ha enfadado, no dejo de decirle que no dejo de quererle.
No negamos que exprese su enojo ( por ahora esa es su manera)con 2 años lanzaba juguetes contra la pared, luego paso a esconderse y llorar, ahora grita, chilla.
Cuando ambos estamos tranquilos, le explico que comprendo su enfado y procuro darle herramientas diferentes ( menos agresivas) para expresar sus emociones.

No estoy a favor del tiempo fuera, ni tan siquiera en momentos extremos donde mi hijo parecía la niña del exorcista, me niego a dejarle solo, ¿qué vá a pensar estando tan ofuscado?, ¿cómo puedo pedirle que se tranquilice sentado?¿ y si llega a una conclusión que no es la que esperamos?

Un beso

Mama de Dani (5/12/05)
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por acra13
#333118 Le he echado un vistazo a los dos artículos que ha colgado montseta y creo que tenemos que reflexionar sobre el tema: en primer lugar, el llamado "tiempo fuera", entendido como encerrarle en una habitación solo, me parece que no debe usarse porque, efectivamente, supone alejar al niño y darle a entender que no quires saber nada de él mientras le dure la rabieta, enfado o mal comportamiento. Otra cosa muy distinta es apartarte de unos pasos y permanecer ahí o en el quicio de la puerta atenta a su actitud, pero seria para que perciba que, aunque estás ahí, su actitud no te hace feliz. El niño siente en ese momento que su madre está triste, enfadada... y tiende a calmarse al ver que su forma de actuar genera un sentimiento de pena en la madre. Luego te sientas con el y le explicas lo que ha pasado (esto, sin duda, funciona con niños de dos años en adelante, no con los más pequeñitos).
Lo de la silla de pensar es otra cuestión: también está orientada a niños de dos años en adelante y en mi opinión simplemente se trata de, una vez ocurrido el incidente, comentarle al niño lo que ha hecho mal y decirle que permanezca sentado en un sitio un ratito pensando en lo que ha hecho. Para ello tú previamente le has explicado lo que ha ocurrido y el porqué eso no se hace. Al ratito vuelves y lo hablas de nuevo con él.
No pienso que sean malos métodos ya que en ambos casos se habla con el niño para explicarle el porqué, no se le asila sin más de forma que no sepa los motivos y le confunda
Salud :fl :fl :fl
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por clareta
#333129 Estoy completamente de acuerdo con Luica............. no hay que dejar que el monstruo se apodere de niño, pero hay que ayudarle a calmarse, pero la verdad es muy difícil porque cuando se rebotan no aceptan nada, ni brazos, ni abrazos ni buenas palabras ........... nada , al menos en mi caso, pero lo que sí suele funcionar es cortar por lo sano y cambiar de aires, si es posible salir a la calle a que nos de el viento a todos, padres y niños, cambiar de actividad y en cuanto el temporal esté amainando hablar sobre lo ocurrido.............
Arnau no es de muchas rabietas, pero madre mia como se las ingenia. El otro dia queria cojerse la rabieta sí o sí, yo intentado evitarla por todos los medios. Al final la rabieta vino porque queria dormir con zapatos y y o no estaba dispuesta a que ensuciara las sabbanas recien puestas, yo, con buenas palabras y tono suave ................ "venga Arnau, vamos que te cuento 3 cuentos, pues yo me voy a acostar (me meto en la cama)........" el de pié, a mi lado, llorando, berreando que queria zapatos, que se iba a resfriar, que le dolian los pies ........... me cojia del brazo, se tiraba a l suelo y me decia "que me haces dañooooooooooooooo, sueltameeeeeeeeeeeee" (era el quien me tenia cojido) ............ un desastre. Al final se me ocurrió salir de la habitacion, cojer un cuento sin decirle nada, sentarme en el sillon y al rato vino el, se sentó en mis brazos y me dijo que le leyera el cuento............... se durmió.

A la mañana siguiente le pregunté qué le pasaba y me dijo que no lo sabia, que estaba "como enfadado".............

Yo no sé, pero cuando se ponen así, sentarlo en un sitio, decirle qué piense en el tema y dejarle medianamente solo .............. para mi no es una solucion..........Mi hijo mañana cumple 3 años y no creo que aprenda nada con "la silla de pensar", aprende al lado de sus padres, riendose, enfadandose, hablando ........... Es que creo que un niño de 3 años no es capaz de "pensar en lo que ha hecho" el sólo, necesita que esté algún adulto a su lado...........

No sé, no me gusta

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por acra13
#333141 Clareta, al final recurriste a una forma de "tiempo fuera" saliste de la habitación a coger el cuento y te sentaste en el sillón a leerlo, en ese instante el peque se calmó y fue a que se lo leyeses tú.
Y lo de sentarles, como habrás visto, no es en el momento de la rabieta, porque entonces no vas a lograr nada de nada, sino en otro tipo de casos y no como sistema correctivo habitual, sino como una medida muy excepcional y para situaciones excepcionales. Además, como ya he dicho no se debe sentar al niño porque sí, sino que le explicas que va a estar ahí un ratito (dos minutos de reloj) por que ha hecho tal o cual cosa y eso no está bien.., realmente, si lo piensas, es una especie de "tiempo fuera" con la diferencia de que en ese momento le has contado el porqué. Se trata de hablar con el niño y que vaya comprendiendo, en la medida de sus posibilidades, que ciertas cosas no se hacen. Ahí tienen que estar los padres, con él, educándole y enseñándoles qué puede hacer y qué no.
Y sobre lo de la capacidad de comprensión de un niño de tres años creo que es muchísimo mayor de la que nos parece, otra cosa es que sepan expresar lo que sienten de una manera inteligible para un adulto, pero eso lo irán adquiriendo con el tiempo.
Salud :fl :fl
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por acra13
#333142 Clareta, al final recurriste a una forma de "tiempo fuera" saliste de la habitación a coger el cuento y te sentaste en el sillón a leerlo, en ese instante el peque se calmó y fue a que se lo leyeses tú.
Y lo de sentarles, como habrás visto, no es en el momento de la rabieta, porque entonces no vas a lograr nada de nada, sino en otro tipo de casos y no como sistema correctivo habitual, sino como una medida muy excepcional y para situaciones excepcionales. Además, como ya he dicho no se debe sentar al niño porque sí, sino que le explicas que va a estar ahí un ratito (dos minutos de reloj) por que ha hecho tal o cual cosa y eso no está bien.., realmente, si lo piensas, es una especie de "tiempo fuera" con la diferencia de que en ese momento le has contado el porqué. Se trata de hablar con el niño y que vaya comprendiendo, en la medida de sus posibilidades, que ciertas cosas no se hacen. Ahí tienen que estar los padres, con él, educándole y enseñándoles qué puede hacer y qué no.
Y sobre lo de la capacidad de comprensión de un niño de tres años creo que es muchísimo mayor de la que nos parece, otra cosa es que sepan expresar lo que sienten de una manera inteligible para un adulto, pero eso lo irán adquiriendo con el tiempo.
Salud :fl :fl
por Pottoka
#333151 A ver, me estoy poniendo en situaciones por las que he pasado con mi hijo mayor y he pasado por un poco de todo...
Cuando la rabieta ha sido descomunal, es decir, ni me toques, ni me mires, pero tampoco toques y mires a Martí, que es de las situaciones más-más dificiles que me he encontrado, en esos momentos lo único que podía hacer ha sido alejarme de él sentada en el suelo y darle tiempo a que se calme. Lo duro de esta situación es que tampoco podía atender a Martí, ni cogerlo en brazos ni nada, sólo tocarle un poquito :sad: Por suerte, esto no ha sido muy a menudo, eran rabietas del exorcista y aquí no vale, ni tiempo fuera, ni secuestro, ni sillita ni nada. Aguantar el tipo y después darnos los tres un abrazo de gigante.

En otras situaciones en las que no ha llegado al punto de salirse de sí, no puedo permitirle que por su enfado asuste al pequeño o le pegue, o tire cosas o lo que necesite para desfogarse. Para ello nos vamos al baño pero vamos los dos, bueno los dos no, los tres, así que esto se complica un poco. Lo único que le digo es que si necesita gritar porque está enfadado se desahogue en el baño. Esto tampoco funciona porque para ello se ha de quedar solo para que no asuste a Martí, así que le espero fuera... no dura ni 5 segundos porque enseguida quiere conmigo. Es en este momento en el que está un pelo más calmado en el que intento explicarle o simplemente le doy un abrazo... Hay no sé chicas, esto es muy dificil... yo los tengo juntos y pegadicos todo el día, pero quiero decir que sí que creo necesario "rescatarles" de su enfado y sacarles del bucle-chungo, sin aislar como se propone en el rincón de pensar, siempre acompañados del adulto.
Me paraece muy bien repetar los sentimientos y dejárlos que se manifiesten, pero tu libertad acaba donde empieza la mía y si el enfado crea malestar en los demás hay que enseñar a canalizarlo.
por Akai
#333166 La tecnica del tiempo fuera se utiliza en psicologia conductual muy a menudo. Puede ser una tecnica efectiva con niños mayores o adultos que son capaces de entender y de reflexionar sobre el asunto en cuestion, no asi con los pequeños, porque no es silla de pensar sino silla castigo.

Y sobre todo, SIEMPRE cuando esten calmados, NUNCA en plena rabieta, eso no es tiempo fuera, eso es "paso de ti".

No se si me explico, tengo mucho lio en el curro jejeje no puedo extenderme mucho.

Tiempo fuera o silla de pensar, para pensar, no para castigar, por tanto cuando esten preparados para pensar (a los 5, a los 8 o a los 20 años cada niño es un mundo, anda que no hay adultos que no son capaces de pensar o reflexionar despues de un cabreo...) y NUNCA en plena rabieta, eso crea mas ansiedad.
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por mamigatito
#333170
Me paraece muy bien repetar los sentimientos y dejárlos que se manifiesten, pero tu libertad acaba donde empieza la mía y si el enfado crea malestar en los demás hay que enseñar a canalizarlo.


A eso quería yo llegar, ayudarles a canalizar el enfado.
Sé que debe ser muy duro cuando tienes que cuidar del más pequeño para que no se asuste, me pasó hace un años donde Dani me alejó de su lado, me senté a unos pasos de él, no aceptaba consuelo, ni tan siquiera tocarle ( no dejaba de llorar, gritar...), ¿qué hacer ahí?, me quedó solo respetar lo que me pedía, al cabo de eternos minutos se acercó y nos abrazamos.

Hace poco tuvimos otra rabieta, y gritaba porque quería morderme, si me alejaba se daba contra el suelo.

Sé que en esos momentos no habrá explicación que valga, sólo me preocupaba de que no se golpeara y que no mordiera, hubo un momento que tal era su enfado que se lanzó contra el suelo ( tuvimos suerte de que no se hiciera daño), tuve que abrazarle pero Dani no dejó de darme con la cabeza en el hombro...terminamos llorando.

Esa fué su manera de desahogarse, aún no sé si actúe bien o mal, pero no podía permitir que se lastimara...tras llorar ambos 1 hora, me abrazó y me dijo que me quería.

Sé que cada niño es un mundo, cada pequeño reacciona y canaliza sus emociones de diferente manera.

Con mi hijo sé que pensar en esas circunstancias es inviable.

Acompañar incluso en ese estado , para mí es el único camino a seguir.

Mama de Dani (5/12/05)