La hora de irse a la cama es, es, bueno, como siempre ha sido. Ya hace tiempo que me resigné pensando que me ha salido un pequeño noctámbulo al que le va a gustar la juerga a rabiar. Y hace tiempo que me resigné a que él se fuera a dormir cuando quisiera, con una pequeña ayudita para animarle a marcharnos a la cama pero vamos, que se duerme cuando quiere.
Por la noche sigue despertándose un millón de veces. Y además parece molesto por haberse despertado, enfadado por no poder volverse a dormir de inmediato. Hasta ahora estos despertares se resolvían con teta o brazos, según lo pidiera él, que volvía a dormirse enseguida. Ahora no, ahora veo que tanto teta como brazos no tienen ese poder mágico instantáneo. Se remueve, protesta, al final consigue dormir pero, no sé cómo explicarlo, medio nervioso, medio disgustado….. como si no acabara de descansar relajado.
La hora de despertar varía, últimamente la ha adelantado y me preocupa que no esté durmiendo las horas suficientes. Las siestas suelen ser de dos y de tres horas, con varios despertares y teta.
Me preocupan esos despertares “con mala gaita” como si quisiera expresar su frustración.
He pensado cambiarle los horarios…. Bueno….. los que no tiene….. Intentar que madrugue un poco más, reducir quizás sus megasiestas y adelantar su hora de irse a dormir a las noches. ¿Qué os parece? ¿Me echáis una manita?
Cada noche parezco una montaña rusa de emociones: Nervios porque estoy que me caigo del sueño, porque de tanta succión con fuerza, con tanto cambio de teta, tanto toqueteo acabo perdiendo la paciencia. Impotencia por no saber qué le está pasando ni como solucionarlo, culpa por pensar que no estoy haciendo bien algo o se me está pasando algo por alto……..
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
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Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
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