El caso es que mirando fotos de mi hermano y mías de cuando tenía dos años y mi hermano 20 meses me he fijado que ninguno de los dos llevábamos ya pañal y me sorprendió en gran manera. Le pregunté a mi madre y la verdad es que ella no recuerda que tuviese que ir detrás de nosotros para enseñarnos a hacer pis o caca en el orinal, sino que fue una evolución natural.
Me puse a pensar en qué diferencia había entre lo que ella vivió y lo que vivo yo con el control de esfínteres y la respuesta fue: el tipo de pañal .
Vosotras sois la mayoría muy jóvenes y posiblemente a todas os habrán puesto pañales y no picos, como nos ponían a nosotros (es lo que tiene ser de la década de los sesenta ). El caso es que los niños entonces empezábamos a notar la sensación y molestia de estar mojados desde muy pronto, porque por mucho que nuestras madres se afanasen en lavar los pañales , habría veces en que no habrían terminando de secarse una tanda cuando ya necesitábamos que nos cambiasen, así que los peques de manera puramente instintiva iríamos retrasando el momento del pis y de la caca para evitar sentirnos molestos y así un buen día abandonábamos el pañal sin que eso supusiese mayor novedad que hablar o andar, y por término general lo hacíamos a edades muy pero que muy tempranas para lo que pasa ahora.
Y la cosa era tan natural que ni siquiera se abordaba en los libros para criar a los niños de la época, ya que en Tu hijo, un clásico que utilizaban las madres en los 60/70 ni siquiera se menciona, todo lo más se toca el tema de la enuresis noctura.
Sin embargo ahora, con los pañales los niños están secos durante todo el tiempo, con lo que esa necesidad instintiva no aflora de manera espontánea, no siente la necesidad de controlar la orina porque no se notan molestos de manera progresiva como nos ocurría a nosotros, sino que hay que provocarlo y hacerles ver que tienen que controlarlo aprendiendo en muy poco tiempo algo que antes era natural. Y encima con la presión de que para cuando empiecen el colegio ya tienen que controlarlo…
El progreso sin duda nos ha beneficiado en muchas cosas pero también ha traído aparejadas otras cuestiones que no se han sabido abordar a nivel social, como el hecho de que ya que les hemos eliminado la experiencia de controlar esfínteres de manera natural, permitir que el niño marque su ritmo desde la situación en que empieza.
Salud y a seguir con el control de esfínteres.