Normalmente le pongo enfrente del espejo y se mira con cara de cabreado y alguna vez suele sonreir pero no presta mucha más atención al espejo.
Hoy estabamos los dos solos en casa y le he puesto enfrente del espejo y he empezado como siempre a balancearle para acercarle y alejarle del espejito, primero ha empezado con cara de cabreado... luego ha empezado a sonreir... y finalmente ha empezado a reirse con sus mini-carcajadas, hemos estado con el balanceo unos 20 minutos y no paraba de reir y yo más que él, tanto ha reido que le ha entrado hipo pero seguia con sus risitas, no paraba a pesar del hipo incluso ha vomitado un poquito y el nada rie que te rie.
De verdad que bien me lo he pasado, creo que ha sido la vez que más tiempo ha querido jugar, que orgullosa estoy de sus risas y que gusto porque ya sabeis todas que los principios son complicados....