- Vie, 15 May 2009, 10:31
#330612
Aquí hay un día del trabajo, sin distinciones de género, y también el día de la mujer trabajadora. En realidad es un día en el que no sé muy bien qué se celebra, porque sigue habiendo discriminación. En mi caso, muy sutil y disimulada, pero la hay.
Yo soy una mamá trabajadora por obligación. Cuando nació el bebé, nos planteamos una excedencia, pero no pudo ser por motivos económicos (tengo lo que defino como sueldo-menstruación: cuando llega sangro, solo me dura unos días, pero si no viene SE NOTA
).
Lo que sí pude hacer fue reducirme la jornada, afortunadamente trabajo en una empresa donde no se inventan cualquier excusa para despedirte en cuanto lo hagas (que las hay).
Reduje todo lo que pude, es decir 4 horas, y me añadí la hora de lactancia. Es decir, tuve que volver a trabajar en cuanto mi peque cumplió las 16 semanas, pero estuve trabajando 3 horas (y cobrando 4) hasta que tuvo 9 meses, y desde entonces trabajo 4 horas diarias.
Hablando de discriminación, muchos de mis compañeros hombres consideran que tengo
mucho morro porque llegada mi hora me largo (no me quedo a hacer méritos), y cuando reparten las nóminas les tengo que recordar que en ese momento no me están hablando del morro que tengo.
Todavía queda mucho camino por recorrer.
Mi decisión me ha capado cualquier posibilidad de ascenso, hace tiempo mi jefe me empezó a decir que le gustaría que tuviera un puesto de mayor responsabilidad y bla bla bla, pero que tengo un factor que juega en mi contra, la jornada reducida, en otras palabras, quería saber si estaba dispuesta a volver a la jornada completa. Le di las gracias, pero le expliqué que no me compensaría perderme la infancia de mi niño, a pesar de las satisfacciones y de la tranquilidad económica que me podría proporcionar otro tipo de trabajo. Que seguiré así mientras pueda hacerlo dentro del marco legal, posiblemente me lo pueda plantear dentro de X años, pero de momento, ni hablar.
El otro día lo comentaba con mi marido, a pesar de los avances y de las leyes, la igualdad es, en muchos casos, solo una palabra:
La que se reduce la jornada, y por tanto cobra menos, en el 99.9% de los casos, es la madre. En mi caso, también porque mi marido gana más, pero incluso si mi sueldo hubiera sido 7 veces superior al suyo, la reducción la habría pedido yo.
La que se queda en casa cuando el niño está malo siempre es la madre.
Si eres madre y no trabajas, eres una vaga; si eres madre y trabajas a jornada reducida, tienes morro; si eres madre y trabajas todo el día, eres una trepa y posiblemente mala madre. Este tipo de consideraciones ni siquiera se plantean en el caso de los padres. El padre trabaja lo que le haya tocado trabajar, y punto.
La que da saltos mortales para llevar al niño de un sitio a otro, siempre es la madre. Si el padre tiene una reunión importantísima en ese momento, delegará en la madre o algún familiar. Si la tiene la madre, hará juegos malabares para cumplir con todo personalmente.
Las que nos reducimos la jornada por cuidado de hijos tenemos que aguantar comentarios estúpidos de parte de los compañeros que nos consideran unas vividoras, y también de parte de las mujeres solteras sin hijos, que "no entienden" cómo podemos conformarnos con un trabajo "cutre" y no aspirar a algo mejor (a veces las mujeres somos nuestras peores enemigas).
... y un largo etcétera.
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim