Para que luego nos sorprendamos cuando un profesional d ela eduación nos cuestiona el colecho.
Caso 2:
El niño estuvo gravemente enfermo los primeros 18 mesos de la seva vida. En este tiempo, recibió un nivel elevado de atenció per part dels seus pares preocupats. Estas circumstàncies eran ideals para condicionar la conducta del lloro, y así fue. De hecho, el termino más apropiado seria el de rabieta. La situación llegó a empeorar tanto que el nen se convirtió en el tiràno de la casa, tenia a sus padres bajo un control perfecte.
cuando el hijo iba a dormir, tenían que hacerl ecompanyia hasta que se duermiera, cosa que no sucedia generalment fins després d’una hora i mitja o dues. Los padres eren molt afectuosos, però per més afectuosos que fueran, encontraban un poco pesado pasar tantoi tiempo esperando a que se durmiera. Ocasionalmente, estasa eren el súmmum. El padre paciente perdia la paciència i temeràriament tratava de escaparse furtivamente del dormitori. A penas tenia tiempo para cerrar la puerta antes de lamentar sul precipitada tentativa d eliberación. El aburrimiento era mejor que los gritos que se producían. Otras veces los padres intentaban llegar a una solución de compromís. Es quedaven a l’habitació, però trataban de refugiarse en una activitat más reforzante para ellos com la lectura. Oh, pobres padres! Creían que podien escapar del ojo vigilant del jove tiràno? Sólo quedava satisfecho amb la completa atención dels seus súbdits. El escàndolo que el niño producia hacía la lectura impossible.
Cuando el niño tenia 21 mesos d’edat, els pares estaven completament desanimados. Si les coses seguien así deijarien de ser padres afectuosos; és difícil querer a un niño que te hace la vida imposible, aunque sea tu porpio hijo. Querían hacer alguna cosa para resolver este problema."