Ayer fue el primer día y se portó genial. Lloró al ratillo de meterse en el agua (me explicó que era porque no conocía aún al profe ) pero Jose, el monitor, se la supo ganar y al ratillo estaba feliz nadando en el agua.
Yo la veo muy mayor ya. Hace unos meses era impensable que se separase de mí unos metros y mirad ahora , una hora nadando solita en la piscina.
Estoy muy contenta, muy orgullosa de donde hemos llegado y de haber respetado sus ritmos. Todo llega, chic@s, y antes de lo que nos imaginamos.